s i x t e e n.

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Por la mañana nos despertamos todos con una resaca terrible, yo no era la excepción ya que, si bien no había hecho una mezcla bárbara de bebidas, se me pasó la mano con el fernet y gancia. Scaloni nos tuvo que perdonar el entrenamiento de ese día pues ninguno se había presentado a horario, nos despertamos entre las 12 y 13 del mediodía.

Aún medio dormido me removí en la cama para levantarme, pero había un cuerpo detrás de mi abrazandome. En lugar de recordar todo lo que habíamos hecho por la noche, mi mente decidió que era buena idea hacerme creer que estaba con Son y yo sonreí levemente ante esa idea.

— Me tengo que ir... — Dije en un tono especialmente meloso.

— ¿A dónde?

Una voz ronca y aspera con el mismo acento que yo me hizo entrar en razón. Fruncí el ceño abriendo mis ojos por completo dándome cuenta que estaba en mi habitación del hotel y la persona con la que estaba no era él... no era mi alfa.

Carraspee mientras me quitaba su brazo de al rededor y me levantaba para ir al baño privado que teníamos dentro, cerré con seguro y me incliné ante el inodoro; una sensación de disgusto me invadió de repente obligándome a vomitar. Parecía que la mente y estómago se complotaron para hacerme pasar por un mal momento.

Me levanté y tiré la cadena, me enjuague y luego me cepille los dientes para quitarme ese sabor amargo y ácido que me quedaba después de expulsar todo lo de la noche anterior. Me miré en el espejo y suspiré con pesadez antes de salir.

— ¿Estás bien? —Preguntó Emiliano sentado en la cama mientras me tendía una botella de agua que el hotel se encargaba de dejar.

— Si. — Respondí cortante mientras aceptaba la misma dándole un trago, necesitaba hidratarme o mi cuerpo no funcionaría bien por las próximas 24 horas.

Horas más tardes estábamos toda la selección sentados en el comedor. Algunos se habían preparado arroz blanco, otros ni siquiera querían comer. Parecíamos narcotraficantes con tantas pastillas y bolsitas de buscapina para el mal estomacal y la resaca que teníamos.

— Tenemos tres días para prepararnos antes del partido contra Corea, si les ganamos pasamos a semifinales. —Habló el capitán aunque el único que parecía prestarle atención realmente era De Paul.

Yo solamente veía a Emiliano y me acordaba de todo lo que sucedió entre nosotros. Al principio estaba medio desconcertado por levantarme en su cama, pero después fue peor cuando me llegó la imagen del beso, había mezclado todo con el alcohol y ahora mismo no sabía si me arrepentía o no.

— ¿No vas a comer nada? — Me preguntó el más alto de todos y negué con la cabeza mientras me levantaba de la mesa.

— Voy a salir a tomar aire.

Sin esperar respuesta de ninguno busqué una botella de agua antes de salir de allí. No esperaba encontrarme ni hablar con nadie, solamente necesitaba sacarme esa sensación de sofocamiento de encima.

Decidí que necesitaba hablar con Pablo, iba a ser sincero con él y contarle todo lo que me pasaba antes de que se me vaya de las manos. Supuse que se encontraba en la cancha con Scaloni porque siempre estaban ahí metidos organizando cosas o simplemente tomando mates.

Sentía que la cabeza me iba a explotar en cualquier momento, necesitaba que tantas pastillas hicieran un efecto rápido en mi, seguramente no era el único que se encontraba en ese estado. Seguí caminando a paso tranquilo hasta llegar al lugar y me choqué con alguien.

— Perdón, no te vi.

Heungmin POV's

Después de esa charla nocturna que tuve con Neymar, al día siguiente me desperté de buen humor. Estaba más que dispuesto a enmendar lo que había hecho.

Opuestos. [CutiSon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora