Esa mañana que aparentaba ser tranquila y normal como cualquier otra había acabado en un caos completo. Al principio no entendía porqué mi omega se encontraba tan exaltado a esas horas y cuando me di cuenta, estaba en el piso con un dolor en la rodilla que era molesto, pero soportable.
— ¡Hyung! — Uno de los alfas más jóvenes de mi equipo se acercó para ayudarme a ponerme de pie de nuevo.
— Tranquilo, estoy bien. Dile a los demás que tengo algo que arreglar aquí, que no se preocupen.
Hablamos en coreano y lo envié a llevar ese mensaje tanto a mi selección como al director que había visto todo y estaba igual de sorprendido que el resto.
Ya una vez de pie, fruncí el ceño al ver las manos de ese Dibu sosteniendo a Cristian. Me acerqué y quité sus manos para reemplazarlas por las mías, al mismo tiempo comencé a liberar feromonas para ayudarlo a tranquilizarse y que pueda explicarme bien la situación.
Cuando me mostró el resultado de lo que parecía una prueba de embarazo mediante la sangre sentí como mi corazón se detenía por un milisegundo. Siempre había soñado con tener mis propios cachorros junto a mi pareja destinada, pero jamás habría imaginado que llegarían en este contexto y de una forma tan brusca.
— Esto es malo, lo sabes verdad? — Mencionó el omega una vez que los dos estábamos más calmados.
— Si, pero si las cosas se dieron así- — Antes de que pueda seguir hablando me interrumpió.
— No, esto es un error, fue un accidente, no voy a tener a ese cachorro.
Sus palabras toscas y duras fueron como un puñal directo al pecho. Claro que entendía muy bien que estaba en juego su desarrollo como jugador y nos traería muchísimas complicaciones a ambos, pero ese cachorro ya había sido detectado y empezaba a formarse en el vientre de Cuti.
— ¿Qué mierda estás diciendo? — Por primera vez el que reaccionó de una mala manera fui yo.
Pude darme cuenta que se sorprendió al escucharme y relajó la expresión molesta que tenía, aún así no iba a permitir que tome una decisión por los dos.
— No te vas a deshacer de ese cachorro, Cristián.
— ¿Vos me estás cargando?
Las cosas empezaban a ponerse mucho más tensas de lo que esperaba así que antes de continuar tomé su mano para llevarlo a un lugar más "privado" entre forcejeos ya que él no quería ceder, pero yo tenía más fuerza. Fuimos a sentarnos en unas gradas alejadas de todos los que pudieran escucharnos hablar.
— Escúchame, entiendo que estás alterado porque todo esto es demasiado repentino, pero hablemos antes de que tomes una decisión arriesgada.
Escuché que soltaba una risa sarcástica antes de mirarme de mala manera.
— ¿Qué te hace pensar que tenés derecho alguno de opinar sobre lo que voy a hacer y lo que no? Primero que nada, esta mierda de que somos destinados puede que llegue a ser verdad, pero no estoy marcado, no estamos enlazados. Segundo, nos acostamos una sola vez y fuimos demasiado irresponsables al no cuidarnos, admito que también tuve la culpa, si. Tercero, no estamos acá para jugar entre países porque sí, vinimos porque esto es un puto mundial, porque hay una copa en juego que nos va a garantizar una estrella más al país que gane, el logro más grande en la vida de cualquier jugador y vos pretendes que eche a perder todo mi esfuerzo por una criatura que ni siquiera está formada y fue un accidente? Estás loco, ya te lo digo.
La frialdad con la que empezó a hablar tuvo un duro impacto en mi, sentía que me estaba despreciando de alguna manera y era horrible, pero en el fondo sabía que tenía razón y no podía seguir escondiendo eso. Había cometido el error de priorizar a mi destinado y mis sentimientos por encima de mi trabajo, dedicación y la magnitud de importancia que tenía este mundial. Me había equivocado desde el principio y no podía dejar que siga así.
Me tomé unos segundos antes de mirarlo y hablar.
— Bien...Tienes razón. Los dos vinimos por un objetivo en común y cruzarnos fue una casualidad...Una linda casualidad sinceramente, pero eso se acaba aquí. Adelante, haz lo que quieras con ese embarazo, no pienso interponerme, pero si vamos a empezar a tomarnos las cosas de este modo, entonces lo mejor es que nos olvidemos de todo esto.
Esta vez el que hablaba firmemente era yo. Pude notar como su expresión de rudeza ahora se suavizaba mediante mis palabras, cambiando a una de tristeza que intentaba disimular como si no le interesaba en realidad, pero yo podía percibirlo.
— Tengo que seguir entrenando para hoy a la noche, lo siento.
Finalmente empecé a caminar hacia la cancha sin mirar atrás, porque sabía que si lo hacía me iba a arrepentir inmediatamente de todo lo que acababa de decirle. Trataba de llenar mi mente con cualquier otra cosa que no sea ese omega y todo lo que habíamos hecho desde que nos encontramos por primera vez, pero vaya que era difícil.
Una presión dolorosa se hizo presente en mi pecho, este era el precio por haber cometido un error tan grande como ese; adelantar las cosas con el omega que estaba seguro que amaba, pero ahora debía abandonar porque posiblemente éramos las personas correctas en el momento equivocado.
Una vez que volví con los demás, a pesar de la curiosidad que sentían, nadie dijo nada y continuamos preparándonos para el partido que se nos aproximaba contra Alemania aunque en un ambiente más tenso.
A mis espaldas y a lo lejos, todavía permanecía de pie un omega en las gradas, que limpiaba bruscamente las pequeñas lágrimas de sus mejillas antes de salir de ahí para volver a adentrarse en el hotel, yo no era el único dolido en todo esto y lo sabía perfectamente, pero ya no podía seguir equivocandome.
(autor: no esperaba que este capitulo me quede tan triste la verdad 🥲 pero no se preocupen que estos dos van a tener su final feliz, estamos en la tormenta antes de la calma)
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Opuestos. [CutiSon]
أدب الهواة[COMPLETA 4/01/23] Cristián Romero, mejor conocido como "Cuti Romero" era una amenaza para cualquier jugador que no sea parte de su selección, el joven omega de 24 años tenía una defensa impecable. No le tenía miedo a deslizarse por el piso para ba...