Capitulo 9: Los secretos de Morvir

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Raditz lo arrastró hasta la esquina del callejón y luego, con un movimiento brusco, lo empujo contra la pared, inmovilizándolo contra ella.

Si Vegeta hubiera estado en plena capacidad, habría respondido con un cabezazo.

Pero, Vegeta estaba demasiado conmocionado, enojado y decepcionado.

Raditz se acercó con un rostro amenazante.

"¡¿Maldita sea, estás loco?!" le reclamó

La respuesta, evidentemente, era sí. Estaba loco. Completamente ido, perdido.

Vegeta gruño en su rostro y trato de liberarse, pero no pudo. No puso ningún esfuerzo en ello o de lo contrario, lo habría barrido como a un insecto. En cambio, Vegeta siguió respirando con dificultad, con sus dientes apretados por la ira y sus puños apretados en la armadura de Raditz, pero, Raditz lo sostuvo por los hombros hasta que, con resignación, Vegeta se calmó. Al menos externamente.

Solo cuando el príncipe estuvo lo suficientemente tranquilo como para no arriesgarse a que su energía fluyera, transformándose en Super Saiyajin Blue y en consecuencia destruyendo ese planeta de mierda, fue que Raditz lo soltó lentamente.

"Definitivamente hay que discutir tu concepto de perfil bajo" Murmuro.

Vegeta exhalo aire caliente, luego paso sus manos por su cabello, desesperado.

"En serio Ve-" se interrumpió a si mismo Raditz, antes de que revelara el nombre del príncipe en voz alta en medio de las calles de la Capital de Anima. "Tú siempre has sido el sabio entre nosotros. No siempre puedes mantener la cabeza fría, lo entiendo. Pero al menos nunca has estado tan loco como para poner en peligro una misión. ¿Qué diablos te está pasando?"

Vegeta gruño, exasperado. Porque después de todo, ese imbécil tenía razón y eso le molestaba mucho. Por supuesto, a menudo y de buena gana se había dejado llevar por la ira, pero en el pasado él nunca hubiera reducido su autocontrol debido a sus sentimientos.

Sin embargo, no logro mantenlo, no cuando Kakarotto había empezado a llamarlo Señor , sin reconocerlo, tratándolo como si nada hubiera pasado entre ellos...simplemente había estallado. No había podido contener la frustración, la decepción.

En primer lugar, porque sabía que, de alguna forma, era su culpa. Si tan solo le hubiera impedido irse, nada de eso habría sucedido. En segunda, porque no tenía idea de cómo recuperar su memoria. ¿Kakarotto alguna vez recuperaría sus recuerdos?

¿Y cómo iban a convencer a Kakarotto que dejara Morvir si a ambos los consideraba completos extraños?

"Él no recuerda nada...absolutamente nada" gruño Vegeta, frustrado.

Raditz negó con la cabeza y frunció los labios. ¿Qué era eso? ¿Lastima? ¿Pena?

Vegeta odiaba que alguien tuviera ese tipo de sentimientos hacia él, pero, si incluso Raditz lo miraba como si fuera un completo tonto, quizá si lo merecía.

Seguro fue muy, muy lamentable.

"Supongo que es...difícil" dijo Raditz lentamente. No, realmente no podía imaginar lo difícil que era. "¿Pero puedes dejar de lado tus sentimentalismos por mi hermano por un momento?" pregunto, desconsolado.

Vegeta se tensó

"No te atrevas" resoplo Vegeta, señalándolo con el dedo.

"¡MALDITA SEA!" Espetó Raditz, evidentemente exasperado. "¿Tú crees que soy estúpido? Me importa una mierda que tipo de relación tengas, eso es tu problema. A lo que quiero llegar es que soy un buen estratega, pero necesito que cooperes. Necesito al líder que me ha guiado durante años por todo el espacio, no necesito a un hombre patético y sentimental que se desmorona solo porque las cosas no están saliendo como quiere"

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