Capitulo 18: Consecuencias

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Una última mirada es todo lo que queda, un vínculo. Él contiene su aliento, luego se lleva dos dedos a la frente y cierra los ojos.

"Kakarotto, espera" dice con voz insegura, luego da un paso más cerca.

Vegeta es consiente. Sabe que todo esto ha dejado de ser un recuerdo, ahora es un sueño. Allí puede cambiar las cosas, todo está en su cabeza.

¿Tiene algo de malo intentar cambiar? ¿Tiene algo de malo mostrar su mejor lado? Nadie lo recordaría, nadie lo sabría.

Vegeta, dueño de su sueño, espectador y director de sus decisiones. Vegeta conoce sus debilidades, conoce sus límites, pero esto es un sueño y los anula.

Extiende sus manos, Kakarotto no se inmuta. Kakarotto se deja tomar, se deja agarrar. Se sentía real, piensa Vegeta. Lo acerca más y entrelaza sus manos detrás de la espalda de Kakarotto, hundiendo su rostro contra su pecho. ¿Por qué Kakarotto tiene que ser tan alto incluso en sueños? Huele bien. ¿Los sueños tienen aroma? Si, Este huele a hogar.

Kakarotto se pone rígido pero luego devuelve el gesto, se aferra a su espalda y esconde su rostro en su cabello. La sensación del día anterior vuelve a él, es hermoso. Vegeta no se asusta en esta ocasión

Realmente le hubiera gustado dar ese abrazo hace diez años, ¿eso habría evitado que Kakarotto se fuera? Vegeta no pudo evitar preguntarse.

Él no podría haberlo hecho. Solo en sus sueños el príncipe sería capaz de abrazar a alguien de esa forma, solo en un sueño es capaz de mostrar sus debilidades.

Solo en un sueño le diría esa cosa.

"Te extrañé, idiota"

Nadie lo escucharía realmente. Nadie vería a Vegeta sonreír como un imbécil.

Porque solo era un sueño.

"¡Vegeta!"

"¿Mh?"

¿Por qué Kakarotto lo estaba llamando?

"¡Vegeta, Despierta!"

Esa voz no venía del Kakarotto al que estaba abrazando. Oh no, no quería despertar.

"¡Vegeta!"


Se despertó con un grito ahogado en la oscuridad del dormitorio de Caps12, las sábanas apretadas y enredadas entre sus dedos, el olor que había percibido en su sueño estaba cerca. Porque Kakarotto estaba allí, sentado sobre sus talones junto a su cama. Con la cabeza inclinada y una sonrisa indecente por ser tarde en la noche. ¡¿Como se atrevía Kakarotto a despertarlo mientras estaba soñando con Kakarotto!?

Oh, eso realmente no tenía sentido.

"¡Espero tengas una buena razón para despertarme a mitad de la noche, idiota!" gruñó su majestad, luego se dio cuenta que no era el Kakarotto de hace diez años, no estaba acostumbrado a ese trato. "mh, quiero decir... ¿Qué quieres?" frunció el ceño, y en cambio Kakarotto se rió.

"¡Eso es justo lo que tienes que decirme!" dijo complacido. "Vegeta, no quiero que me trates diferente si quieres que las cosas vuelvan a ser como antes"

Notable. Vegeta abrió los ojos y se dio cuenta que había sido un tonto. De todas formas, era Kakarotto. Maldita sea, ¡Él nunca se había molestado en tratar bien a nadie! El príncipe era brusco y cínico con todos, no podía tratar a Kakarotto de forma especial solo por las sombras de su cabeza. Todavía era el príncipe de los Saiyajin, no un psicólogo.

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