Capitulo 15: Culpa

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Después de escuchar a Vegeta cerrar la puerta, Raditz inmediatamente abrió los ojos. Llevaba despierto unos minutos, solo había fingido no estarlo dado el delicado tema. Y dado el gran dolor de cabeza que galopaba a lo largo de su cervical.

Demasiado Rokk. Demasiado Rokk. Amaba el Rokk. Odiaba el Rokk.

Tan pronto como se acomodó en el sofá, Kakarotto le dirigió una mirada triste y grave. Obviamente, el gran egoísta de Vegeta había mostrado sus incapacidades emocionales.

"¿Estabas escuchando?" preguntó su hermano.

Raditz frunció los labios y asintió. Si, había escuchado esa conversación y cuando Kakarotto comenzó a exponer sus pensamientos sobre lo solo que había estado en Morvir, Raditz había previsto exactamente lo que sucedería.

"¡No intentaba acusarlo de nada!" Kakarotto trató de justificarse, el ingenuo Saiyajin que se había vuelto terrícola y el terrícola que se volvió Morviriano. Pero aún, seguía siendo ingenuo.

"Um... digamos que este tema es un detonante para Vegeta. Se siente culpable" empezó a explicar Raditz.

"¿Pero por qué?" Preguntó su hermano.

"El realmente piensa que es su culpa... pero yo no lo creo" Raditz se encogió de hombros. "Quiero decir... tanta gente pudo haber ido a buscarte, pero ninguno lo hizo. Era evidente que nadie sospechaba que estabas en peligro. Cuando Vegeta empezó a sospecharlo, vino a buscarte. ¡Fin de la historia!"

"El aún se siente culpable..." Kakarotto asintió.

Raditz se rió y se estiró un poco. El dolor de cabeza seguía galopando, al igual que la desagradable sensación de haberse tragado un ratón muerto. Maldito Rokk.

"Oh, cuando el principito decide enfadarse con alguien, lo mantiene por un largo tiempo. Cuando ese alguien es el mismo dura toda la vida, acostúmbrate" explicó.

Raditz conocía a Vegeta desde que tenía cinco pies de altura y algunas cosas nunca cambiarían. Incluyendo el hecho de que Vegeta aún seguía teniendo cinco pies de altura.

La primera vez que Vegeta sintió tanta culpa fue por no haber sido capaz de matar a Freezer tan pronto como supo que él fue quien hizo estallar su planeta. Vegeta nunca se lo perdonó a sí mismo, en primer lugar, por no ser lo suficientemente fuerte y desde entonces estuvo obsesionado con querer mejorar.

La segunda vez que se sintió culpable, por lo que Raditz había escuchado en esos meses, fue por haber sido manipulado por cierto mago hijo de puta que le había estampado una M en la frente y lo había convertido nuevamente en un gran imbécil. Por ello Vegeta había decidido suicidarse solo para enmendar ese sentimiento de culpa.

La tercera vez, fue por no haber ido a buscar a su querido Kakarotto con anticipación. Solo Kami sabe lo que Vegeta estaría dispuesto a hacer para expiar ese pecado.

Tal vez si Kakarotto finalmente metía su lengua en la boca de Vegeta, el estaría convencido de que no había nada por lo que sentirse culpable.


"Vegeta y yo solíamos ser buenos amigos, ¿no?" preguntó su hermano, y Raditz se atragantó con su propia saliva. Una pregunta realmente comprometedora, dado los pensamientos que estaba teniendo.

"Ummm...eeerr" murmuró Raditz, como si una repentina incapacidad para juntar dos vocales y dos consonantes se hubiera apoderado de él.

¿Eran buenos amigos? Por lo que Raditz podría suponer, "amigos" era quizá el termino más apropiado para su relación, pero solo porque ambos eran demasiado, asquerosamente leales y monógamos como para acercarse el uno al otro.

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