04 de julio de 2017
Jacob despertó bajo aquel mismo árbol que analizó el primer día en que arribó junto a sus compañeros al pueblo de Beauty Village.
Por un momento creyó que todo estaba normal, aunque de pronto recordó la pesadilla sufrida en la noche junto a Gina, Tania y Adam.
Recostada en su abdomen se encontraba la cabeza de Gina, quien estaba todavía profundamente dormida.
Por su parte, Jacob se hallaba en silencio, pensando en aquella maldición, o, mejor dicho, en aquel mensaje que advertía sobre el uso de la botarga de Turkey.
Ahora que tenía bastante tiempo para pensarlo, varias cosas comenzaron a tener sentido en lo que decía aquel mensaje.
La gente abandonó el estadio por el hecho de la existencia de aquella botarga, impulsada además por algo más. Algo que tenía que ver con el dueño del equipo de béisbol.
Otra vez, se volvió a quedar estancado en sus ideas, para solamente observar el a su alrededor, el cual estaba completamente soleado.
—Me pregunto qué estarás haciendo Elliot —soltó por lo bajo Jacob.
Sí. Aún se atrevía a llamar aquel monstruo por el nombre de su compañero, a pesar de que físicamente ya no lo fuera.
Cuando volvió a cerrar los ojos de nuevo para tratar de conciliar más el sueño, de pronto escuchó una rama quebrarse a su alrededor, alertándolo por completo.
Con los ojos de nuevo abiertos, Jacob se mantuvo alerta a cualquier otro sonido de su alrededor, volviendo a oír otra rama quebrarse.
—Gina...
Jacob fue despertando con delicadeza a su compañera rubia a través de ligeras palmadas en la cabeza.
Gina se fue despertando con algo de esfuerzo, hasta que ella también escuchó una rama quebrarse a su alrededor para poder entrar en estado de alerta.
— ¿Quién crees que sea Jacob? —preguntó alarmada Gina.
—No lo sé —respondió el joven Sturridge.
Volviendo a escuchar otra rama quebrarse, los dos se incorporaron de pie, listos para otra posible persecución, hasta que de pronto, alguien más apareció de entre las ramas secas que los rodeaban.
Se trataba de Adam Ruller, con un aspecto nada agradable acompañado de su ropa de pijama que traía puesta anoche y su par de tenis que tuvo puesto el día de ayer en la exploración del estadio abandonado.
— ¡Adam! —exclamaron Gina y Jacob al unísono.
—Creí que los había matado esa cosa —respondió Adam algo jadeante.
—Al contrario, creímos que te había matado a ti —comentó aliviado Jacob.
Adam negó con la cabeza mientras reposaba un poco en el mismo árbol donde Jacob y Gina habían pasado la noche.
—Cuando Elliot se terminó de transformar en aquello, yo hui enseguida hacia mi habitación del hotel para ocultarme ahí dentro junto a Abbey, pero esa cosa nos descubrió a ambos ahí dentro gracias a los gimoteos de Abbey.
— ¿Entonces cómo escapaste de ahí dentro? —cuestionó Gina mientras se acomodaba el cabello.
—Tuve que saltar de la ventana del hotel, pero no sin antes haberme traído conmigo a mis bebés preciados —respondió Adam mientras señalaba sus tenis.
—Debió de ser una dura caída —comentó Jacob.
—Afortunadamente no, y eso porque caí de pura casualidad en un contenedor de basura grande —respondió Adam con el ceño fruncido.

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El Documento Secreto
TerrorEl agente Johan Neil ha culminado su labor en Funny Landy tras confirmar la identidad del verdadero culpable de tal horror sembrado ahí dentro. Ahora está de camino a otro caso, dentro del estado de Nevada, donde pronto se dará cuenta de que una par...