14. Aprende a disfrutar el dolor y todo lo demás se volverá placer

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¿Nunca le ha pasado que duerme más de lo habitual, pero igual se sienten cansados? Quieren seguir durmiendo y no despertarse porque ahora no es su cuerpo, el cansancio, sino su mente. Así me siento cada vez que pienso en mi primo y mi abuela, que, aunque sé que no estamos conectados por sangre, su amor me hizo sentir vivo durante mucho tiempo.

Me levanté de la cama y acomodé el dibujo de mi primo que se había arrugado un poco en la mesa de noche, los toques en la puerta me hicieron alertar que alguien quería entrar. Permití aquello, y la señora Maggie me saludo y me invitó a que me bañara, me avisó que había dejado en el baño todo listo, si quería ayuda o masajes que le avisará oprimiendo el botón amarillo de control que me dio.

Agradecí que no insistiera en bañarme y me diera mi espacio, disfrute de un baño de agua tibia con burbujas con vista a un hermoso jardín, según la señora Maggie yo puedo mirar afuera, pero las personas de allá no pueden verme porque el vidrio es especial.

- ¿Brandon, esto era lo que querías para mí? - me abracé a mí mismo en la bañera, sintiéndome de repente deprimido.

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Baje, luego de colocarme la ropa que la señora Maggie trajo para mí, era un buzo blanco con una tela muy suave y una sudadera negra que hacía juego con unos zapatos deportivos. Me aplicó productos para el rostro cuando noto mis ojos hinchados, no mencionó nada sobre ello, pero era más que evidente que había llorado.

- ¿Dormiste bien? - preguntó Samael apenas me vio.

Estaba mirando un dispositivo que desconocía que era y parecía muy concentrado hasta que llegué a la mesa. La dejó aún lado e hizo señas a las chicas de la cocina para que trajeran la comida.

- ¿Tú dormiste bien? - le devolví la pregunta mientras me sentaba enfrente de él.

Las chicas colocaron varios platos en la mesa, con tostadas con ajo, juegos revueltos, tocino, jugo de naranja, ensalada de fruta y demás opciones comunes para el desayuno.

- Es complicado dormir, teniendo que arreglar tantos desastres- admitió antes de suspirar y mirar la comida.

Me serví lo que más me apetecía y este hizo lo mismo, solo que sus elecciones eran en porciones muy pequeñas.

- ¿Qué desastres tienes que arreglar? - pregunté luego de masticar el primer bocado en mi boca.

Me encantaban las tostadas con ajo y en especial si se combinaban con queso crema.

- No quiero hablar de eso ahora, quería saber si tu madre se ha intentado comunicar contigo- indaga comiendo con cierta elegancia que me incomodaba.

Yo, incluso, estaba agarrando mi tostada con la mano, así es más rico.

- ¿Madre? ¿A cuál te refieres? Si hablas de la que me crío, esa mujer debe estar feliz sin mí ahora, seguro ahora estará haciendo una fiesta sin mí- sin darme cuenta, baje la vista a mi comida - La real, la biológica, no la conozco y no la quiero conocer, solo quiero alejarme del drama- levanté la mirada tratando de no pensar mucho sobre las cosas que me hacían sentir tristes.

La comida me hace feliz, solo necesito comer para olvidar.

- Tu verdadera madre odia a mi familia y a los vampiros en general, es muy peligrosa, lo mejor es que te mantengas alejado y no intentes buscarla- me aconsejo antes de beber de su jugo.

¿No tengo curiosidad por mi origen? Claro que lo tengo, pero también miedo, el poder que corre por mis venas es peligroso y lo siento cada vez que lo uso.

- ¿Qué hicieron los vampiros para ganarse su odio? - pregunté.

Agarre el tocino con mi mano y me lo comí al mismo tiempo que tenía en mi otra mano mi tostada, a mi madre le hubiese molestado que comiera así... Pero ahora ya no está aquí. Y quiero pensar en eso, como algo bueno, no quiero abrumarte con recuerdos y palabras que me lastiman.

TRIPLE 000 (SEGUNDO LIBRO DE LA SAGA AES)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora