24. Amigo, amigo, amigo...

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Bradly

Regresé a casa, Samael me prometió dormir hoy conmigo, así que de una u otra manera me tengo que preparar para responder cuando se entere lo que hice. Lo había ido a buscar con intención de contarle la verdad yo mismo, pero mi boca se ocupó en otra cosa... ¡Es su culpa!

- Bradly ¿Puedo pasar? - pregunto Alaia.

- Si- respondí mientras me acomodaba en la cama.

- Papá compró algunas cosas para nosotros, creyó que esto te podría gustar porque vio este montón de dibujos raros- me entregó un cuaderno grande con un tablero gigante con colores y lápices de todos los tonos.

Mis ojos brillaron y los agarre de inmediato.

- ¡Me encanta! - la abrazo sin pensar y me aparto de inmediato asustada que se enoje- Perdón yo... Me emocioné- admití avergonzado.

Me gusta dibujar a lápiz, pero darles color a mis trazos es darle vida propia.

- Antes fui grosera, cuando se trata de Daimon pierdo la cabeza... ¿Estamos en paz? - cuestionó.

Esta no le parecía molesta porque la abrazara, pero tampoco aceptaba esto en su totalidad solo se dejaba abrazar.

- Claro que sí, dile a Darius muchas gracias y....- me interrumpió.

- Lo compré yo, solo había dicho lo de papá porque no sabía cómo hablarte- me confesó.

La volví abrazar.

- Gracias, perdón por a veces ser muy imprudente- le susurré antes de separarme.

Me estoy acostumbrando muy rápido a ellos, quiero que las cosas salgan bien y sigamos juntos. No quiero volver a sentir que estoy solo.

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Me había dado un baño luego de que hable con Alaia, porque tenía la extraña sensación de que olía a sexo ¿Acaso es eso posible? No lo sé, pero terminé bañándome para asegurarme de no ser tan obvio.

Ya me había cambiado, me había puesto el pijama, seque mi cabello, el cual se había vuelto reseco desde que lo pinte y luego me senté en la cama para dibujar y colorear paisajes. Me concentré tanto en ello que solo me di cuenta de que no estaba solo cuando el intruso movió algo en mi cuarto con intención de hacerse notar.

- ¿Está es la parte donde me das nalgadas para disciplinarme? - sugerí queriendo quebrar el terrible ambiente tenso que se formó cuando los ojos de Samael y los míos se encontraron.

- Eso en vez de un castigo sería un premio y lo sabes- suspiro como si estuviera cansado y molesto luego de hablar.

La culpa me volvió abrumar, en este punto pedir disculpas, siento que no es suficiente cuando me he equivocado varias veces.

- ¿Qué puedo hacer para que me disculpes? - cuestione de repente ansioso.

No quiero que se enoje conmigo o que me aleje de él, me gusta pasar tiempo con él. Me gusta esto.

- ¿Por qué lo hiciste? - cuestionó mientras se quitaba la chaqueta de su traje para luego quitarse su reloj y anillos.

- ¿Me vas a golpear? - preguntó asustado.

- ¿Eh? - exclamó confundido ante mi pregunta- ¡Por Dios! Estoy quitando esto porque prometí dormir contigo hoy - me aclaro como si aquella pregunta fuera absurda.

Pensé que como se estaban quitando las cosas era para golpearme ¿Por qué? No lo sé, solo me asusté.

- Me dio celos que Dahiel estuviera encima de ti y terminé siendo impulsivo y solté eso. Ahora reconozco que no fue lo correcto y de verdad me arrepiento- omití la parte que involucra a Daimon porque no quiero que ese imbécil me golpee.

TRIPLE 000 (SEGUNDO LIBRO DE LA SAGA AES)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora