29. ¿Por qué nunca soy suficiente? (Maratón 4/4)

614 108 78
                                    

Narrador omnisciente

Justo cuando creemos que solo hay una forma de ver las cosas, llega la perspectiva del otro. Desde los ojos de Samael las cosas estaban pasando demasiado rápido, todo lo que ha construido estaba a punto de acabarse y tenía que pensar, no quería arriesgar a su gente y tenía claro que su hermano y sus sobrinos estaban en este lugar, pero cuando vio a Bradly colocarse enfrente de todo se bloqueó, si por primera vez aquel vampiro que ha peleado en las peores batallas y ha salvado al mundo, no supo qué hacer.

Actuó bajo instinto cuando noto que Philips y Bradly estaban en peligro, eligió ir a ayudar a Philips primero y cuando quiso mirar a un lado ya Bradly no estaba. Eso lo hizo colocar los pies en la tierra y utilizó sus poderes para hacer que el tiempo se detuviera para luego retroceder este mismo y darse cuenta de que mientras él se movía para salvar a Philips, alguien de su pasado se sumaba a la narrativa.

Pero no cualquiera, Owen, este se había llevado a Bradly y aquello enfureció a Samael y sin medida alguna dejó, después de tanto tiempo conteniéndose, que su oscuridad se apodera de él y comenzó a acabar con todos lo que se atrevieron a interrumpir su orden. Hizo lo que debió hacer desde el principio, pero que se había negado hacer porque una vez que empieza a matar, no puede parar, por eso recurrió a pensar en vez de matar, pero en esta ocasión ya no tenía más opciones.

- ¿A dónde llevó Owen a Bradly? - fue lo primero que salió de la boca de Samael cuando le coloco fin al caos.

Philips estaba furioso y tenía sus razones. Owen decidió terminarlo porque quería estar con Bradly.

- ¿No deberías preocuparte por otras cosas? Mira este lugar no...- Samael lo detuvo.

- Responde mi pregunta.

- Vino por lo que le pertenece y yo también...- respondió Philips y Samael negó de inmediato.

- ¿Me crees estúpido? - los ojos de Samael se oscurecieron- ¿Crees que me vas a volver a engañar y manipular? Apareces y mi seguridad es hackeada y luego esto ¿QUÉ DIABLOS QUIERES? - grito harto de que le vieran la cara de idiota.

Melody se lo advirtió y discutió con ella tratando de defender a su antiguo amante, pero lo que acababa de ocurrir era la prueba de que ella tenía razón. Philips regresó porque quiere algo y luego se irá como siempre lo hace.

- No fui yo- respondió- Fue Bonie, te metiste con su hijo, con uno de sus hijos y esto solo es una bocada de lo que te quiere hacer - parecía que por primera vez Philips estaba hablando con la verdad.

Bonie lo había mandado a buscar a sus hijos, Massimo, Gavin y Bradly, pero Philips no quería seguir siendo cómplice de eso si aquello significaba arriesgar a Samael. Lo quería, de la forma más enfermiza que existe, para Philips solo él puede lastimar a sus amantes.

- No te creo ¿Crees que olvido lo que hiciste con tu noviecito?

- Fue un error, Samael- el chico con gafas se acercó a su antiguo amante dispuesto a tocarlo, pero este lo alejó violentamente- Nos queremos, cometemos errores y volvemos, así es esto, hasta la eternidad ¿Recuerdas? - señaló Philips confiado que este momento solo sería un berrinche.

Samael comienza a reírse y Philips piensa que el problema terminó y todo iba a volver a su normalidad, pero estaba equivocado, esta vez sería diferente.

- ¿Por qué estás aquí? Sé que no solo estas aquí para supuestamente protegerme- Samael aseguro.

- Esto se salió de control, esto es mucho hasta para mí- Philips estaba a punto de perder todo y le daba miedo admitirlo- Es más poderosa que antes, le robo la magia a todos los que Time atrapo y trajo de regreso a los demonios- Philips señalo a los sujetos que había derrotado Samael.

TRIPLE 000 (SEGUNDO LIBRO DE LA SAGA AES)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora