Capítulo 7

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Comenten mucho, por favor. Me esfuerzo mucho y sus comentarios son lo que más disfruto.

Muchos son los que aseguran que el príncipe Daemon había sido encarcelado tras una fuerte discusión con el rey.

Tanta era la tensión en la dinastía Targaryen, que la princesa se había encerrado en sus aposentos del disgusto que le provocaba, no queriendo saber nada de su tío.

Aunque, siendo sinceros, pocos son los que creían que la princesa quería mantener las distancias con su querido tío.

Sin importar el pecado cometido, ella siempre sería su más fiel defensora.

RHAENYRA

—La reina Alicent —anuncia una doncella al mismo tiempo que abre la puerta.

La reina Alicent, vestida con los colores de la casa Targaryen y con su hija menor, Helaena, en los brazos, entra en la habitación.

Rhaenyra se encuentra en su cama, tumbada.

—Rhaenyra, debemos hablar.

La reina le entrega a una de las doncellas su hija, al mismo tiempo que pide que se retiren todas de la habitación para poder hablar con la princesa heredera en privado.

—No deseo hablar, Majestad —dijo Rhaenyra, sin querer animarla.

—No puedes seguir así, Rhaenyra —dijo Alicent, preocupada—. Llevas tres días sin comer nada sólido, sobreviviendo a base de agua. Si sigues así, morirás.

Rhaenyra ni siquiera se molestó en protestar.

—El rey no ha cambiado su voluntad —dijo Alicent, arrastrando la esperanza que Rhaenyra guardaba en su corazón—. Pero desea que vuelvas a comer y a formar parte de la corte.

—Creí que deje claro en su momento bajo que circunstancias volvería —respondió ella, amargamente.

Se había negado a comer o a salir de su habitación mientras no se la permitiera ver a su tío Daemon, aunque fuera una sola vez antes de que partiera al Valle.

Su padre lo había prohibido y la guardia real no le perdía el ojo. Además, Daemon había sido encerrado en los calabozos, como un criminal, así que llegar hasta él era misión imposible.

—Solo pido se me deje verlo una vez —dijo Rhaenyra, sintiendo la humillante súplica en su voz, pero si humillarse es lo que debía hacer para conseguir llegar hasta él, lo haría—. Una vez, Alicent, una sola. Tu sabes lo mucho que significa mi tío para mí.

—Por supuesto que lo sé, Rhaenyra —aseguró Alicent, tomando la mano de la princesa—. He intentado convencer al rey, pero no me escucha.

Rhaenyra suspiro, frustrada. Su padre era realmente necio.

—Alicent, por favor —suplico Rhaenyra, apretando la mano de su amiga—. Una vez. Una última vez.

—Rhaenyra, sabes que no puedo.

—Por favor, Alicent. Te lo suplico. No volveré a intentar acercarme a él ni disgustaré a mi padre. Lo juro. Solo necesito ver a Daemon una vez más.

Wanna be Yours (Daemon & Rhaenyra)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora