Durante una tarde en la tienda acudió un hombre árabe, era delgado y de mejillas ahuecadas, sus ojos ojerosos indicaban una edad más avanzada y cansancio, en ese momento Constance estaba en el mesón para atender a los clientes de la tienda mientras que Adara reponía la mercadería del lugar.
La más joven notó el entrecejo fruncido de su amiga mientras esta le vendía lo que el hombre le pedía, tras eso la de ojos jade miró hacia el hombre quien solo mantenía una mirada estresada en Constance, Adara notó dos cosas entonces, las levemente temblorosas manos del hombre y el pequeño accesorio plateado sucio que colgaba entre los botones del camisón oscuro, era un emblema tan pequeño como un botón, apenas distinguible, pero ella lo captó.
Luego de que el árabe saliera de la tienda la de ojos color jade curiosa le pregunta a la médico que había ocurrido para que ella colocara esa cara y la otra le respondió
— Pidió mucho Tejo Negro, demasiado. - fue lo que dijo la médico.
El Tejo negro es una planta extremadamente venenosa que usualmente es usada con fines simbólicos paganos precristianos o cristianos, sin embargo, tanta cantidad era muy extraño.
— Espero que sea para envenenar algún animalito o plaga. - agregó la médico mientras atendía a otro cliente que había llegado a la tienda.
Adara también esperaba lo mismo, que fuese alguna plaga y no una persona quien consumiera esa venenosa hierba.
La más joven observó la posición del sol y supo que tendría que marchar.
— Iré hacia Vito, ya debería tener listos los objetos que encargaste.
Constance se lo agradeció mientras la más joven tomaba su bolsa de tela partiendo rumbo por las calles. Vito era un joven herrero carismático y astuto que Adara conoció luego de que este le pidiera ayuda por un dolor de hombro para luego coquetearle, ambos jóvenes congeniaban en bastantes cosas por lo que comenzaron a verse con mayor recurrencia, fue un día en que ella junto con su amiga Constance vieron como Vito realizaba un minúsculo trabajo en la herrería, en donde él estaba trabajando con vidrio y acero, aquello impactó e interesó a la médico, quien le pidió que creara unos objetos con determinadas características para ella, claro que con un gran pago de por medio, fue en ese momento en que Vito fue parte de la rutina del día en donde Adara solía verlo con frecuencia y pasaba a retirar los objetos que Constance mandaba a realizar, objetos que la mayor usualmente llamaba probetas, placas de petri o embudos de vidrios.
El lugar no era muy grande, la estructura era abierta y revelaba el fogón donde el hombre trabajaba.
— ¡Adara!
En un banco al otro extremo de la habitación la saludaba un hombre no más alto que ella y de tez morena, Adara se acercó al hombre.
— ¿Disfrutando la comida? - preguntó ella.
El hombre le sonreía mientras terminaba de comer los frutos deshidratados de una pequeña bolsa de tela, Adara se sentó junto a él mientras charlaban.
— Espérame. - dijo el hombre mientras se levantaba, la joven había preguntado por el pedido de Constance.
Vito volvió con una canasta de mimbre entre sus manos.
— La gradilla estará lista dentro de unos días, pero lo demás está listo mi bella dama. - explicó el hombre mientras le entregaba la canasta.
— Muchas gracias Vito, le avisaré a Constance para que pueda venir por ella otro día. - respondió la joven refiriéndose a la gradilla.
— Esa bruja no tiene compasión por mis pobres manos, solo sigue exigiendo más y más. - replicó el hombre moviendo sus brazos.
Ella solo reía apenada.
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Agápi mou
FanfictionUna breve historia en la que el rey no falleció a la edad de 24 años y pudo curarse de la terrible enfermedad de Dios. Una historia en la que el rey Baldwin IV de Jerusalén consagró en sagrado matrimonio junto a Adara de Lebron, una mujer francesa...