Capítulo 17

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— Estoy buscando a Adara, señorita.

Frente a ellas se encontraba un hombre, apenas un joven muchacho, de rostro suave y ojos curiosos, que miraba a las tres mujeres tras el mostrador de la tienda con un rostro tratando de descifrar cuál de ellas era la nombrada anteriormente.

— ¿Por qué la busca? - preguntó Delia con cautela, cualquier asunto que esté relacionado con la joven le preocupaba, sobre todo desde el juicio.

El joven hombre miró con sorpresa ante la notable renuencia en la pregunta de la mayor hacia él.

— Prometo que no vengo con malas intenciones. - expresó mientras levantaba las manos.

Constance comenzó a reír por lo ridículo que se veía el muchacho levantando las manos con miedo ante tres mujeres.

— Baja tus manos. - pidió Adara con una suave sonrisa. El joven la miró. — Es a mí a quien buscas, dime, ¿que necesitas de mí?

El muchacho se sonrojó ante la sonrisa que le entregó la dama de ojos esmeralda, quedó cautivado pues en su objetivo mental de buscar a la mujer no se percató de la belleza de la misma. El joven bajó la mirada avergonzado, luego sacudió su cabeza y con determinación en su mirada le dijo:

— Quiero ser su aprendiz.

Todas en la sala se quedaron en silencio por unos segundos, fue Constance la primera en hablar.

— ¿Y qué quieres aprender de ella?

— Medicina, claro está. - comenzó el muchacho con entusiasmo. — Apenas logré oír el juicio desde afuera pero escuchar las hazañas que hizo, su conocimiento de la medicina y como realizó un procedimiento tan eficaz luego de determinar un diagnóstico, definitivamente quiero aprender de usted. - explicó con una mirada de adoración hacia la de ojos esmeralda.

Adara quedó estática, algo impactada por las palabras bien versadas del joven, luego pensó en lo equivocado que estaba el muchacho.

— Si buscas aprender de la medicina entonces no es a mí a quien buscas. - explicó mientras señalaba a Constance a su lado. — Ella es médico, de ella aprendí todo lo que sé, es a ella a quien tú buscas.

Confusión había en el rostro tanto del joven como en el de Constance. Adara le explicó al muchacho todos los sucesos y cómo es que aún no se hacían públicas las hazañas de su amiga. Constance se negó a tener un aprendiz, refiriendo no querer cuidar "pollitos" y que solo interferiría en su camino, pero con la persuasión de Adara y la cara de cachorro del muchacho fueron motivos suficientes para terminar aceptando.

Finnian era el nombre del joven, un muchacho de apenas 16 años que se sentía insuficiente con su anterior maestro de medicina. Un chico de cabello castaño y piel blanca, con unos ojos grandes y redondos de un fuerte color azul oscuro, era de aspecto tierno y sociable, Adara intuyó que venía de una familia noble, solo por el aspecto.

Resultó que tener un aprendiz fue algo bueno para Constance, quien pudo hablar de medicina con alguien que comprendía la terminología y poseía un hambre insaciable por aprender, para ser el primer día todo resultó bien.

Antes de que el sol cayera llegó un mensajero del palacio con una carta y un bolso para la joven, la misma pudo adivinar por el sello quien se la envió, por lo que con un abrecartas abrió el sobre cuidadosamente y extrajo el papel, en él se encontraba la indiscutible y prolija letra del rey.

"Mi querida Ada, debo confesar primero que todo el intenso debate en el que me hallaba sobre cuando debía enviarle esta carta, con toda honestidad deseaba enviarla tan pronto como los rayos del sol saludaran en la mañana, pero temía espantarla con mi entusiasmo, por lo que consideré esperar hasta esta tarde.

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⏰ Última actualización: Jan 19 ⏰

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