Capítulo 6

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Narra Irem

Me estaba quedando dormida cuando escuché un ruido en el pasillo. Me levanté y fui hacia la puerta.

── La pistola ──Susurré y me devolví rápido. Levanté mi almohada y la cogí. Intenté centrarme en repasar las cosas que me había dicho Kian esa tarde, pero el solo hecho de pensar en que tendría que llegar a disparar a alguien, me tenía tensa── Céntrate.

Salí de la habitación sin hacer el menor ruido. Fui caminando pegada a la pared. 
Ví una sombra que venía del pasillo izquierdo, justo por donde se bajan las escaleras. Apunté en cuanto apareció ante mí, y él también apuntó.

── Tranquila, tranquila, soy yo ──Susurró. Solté el aire que me estaba conteniendo y bajé la pistola. Se puso el dedo índice sobre los labios para que no hablara. Me acerqué a él.

── He escuchado ruido.

── Sí, se ha metido alguien ──Guardó su pistola en su espalda── Muy bien, has sabido reaccionar.

Se quitó un chaleco que tenía puesto y metió el agujero por mi cabeza.

── ¿Qué haces? Es más importante para ti.

Sonrió.

── Irem, tú eres más importante ──Ajustó el chaleco── Si te pasa algo, me muero ──Nos miramos a los ojos.

No te hagas ilusiones, ese es su trabajo, cuidar de ti, porque si no te mantiene con vida, lo matan a él.

Me recordé a mí misma para no hacerme ilusiones.

── Mantente alejada por favor, y si me necesitas, grita cualquier cosa menos mi nombre.

Asentí.

Lo ví caminar hacia la puerta de mis padres. Me sobresalté cunado escuché un ruido fuerte.
Después de unos segundos, él abrió la puerta de golpe y le disparó a alguien.
Iba a ir hacia ahí cuando lo escuché preguntar si estaban bien, pero alguien me sujetó por detrás. Me asusté pero recordé lo que me enseñó Kian. Le dí con todas mis fuerzas en las costillas con mi codo haciendo que me soltara y me insultara. Iba a correr pero me tiró del pelo.

── Tú no vas a ningún lado, perra.

Me giró hacia él y me abofeteo, fue tan fuerte, que me tanbalee y me sentí mareada. Luego sentí como me cargaba en su hombro.

── Kian ──Hablé con dificultad. Ese maldito bajó las escaleras conmigo en el hombro── ¡Imbécil, ayúdame! ──Logré gritar.

Lo escuché correr.

Me lanzaron al interior de una furgoneta, reaccioné y le di una patada en la nariz al que me trajo. Me bajé, ví a Kian correr hacia aquí, yo corrí hacia él, pero alguien tiró de mí, me metió en la furgoneta, cerró las puertas y esta se puso en marcha. El inútil que me metió dentro, era otro, porque al que le patee la nariz, Kian le disparó mientras venía hacia mí haciéndolo caer al suelo.
Empecé a forcejear hasta que recibí un fuerte golpe en la cabeza que me hizo ver todo negro, luego sentí mi cuerpo desplomarse.

Narra Kian

─ ¿A dónde la llevan?

Se rió y luego se quejó por el balazo que le metí en la pierna.

── ¡Que te jodan!

Pegué la pistola a su frente.

── ¿A dónde la llevan?

── No lo diré.

── Bien, entonces tendrá que ser por la mala.

Lo puse de pié y se lo lancé a Nouel, que lo sujetó.

La hija del presidente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora