Narra Kian
Cené con su familia y continué haciendo mi trabajo hasta que terminó mi turno.
A las doce de la noche, luego de ponerme mi pijama, fui a la habitación de Irem.── Bebé, ¿estás despierta?
── Mmm ──en cuanto me tumbé a su lado, pasó una pierna por encima de mí y me rodeó con un brazo. Pasé mi brazo por su cintura y la pegué más a mí.
En la madrugada, desperté porque escuché que tocaron la puerta.
── Abre tú ──Se quejó y me dió la espalda.
En cuanto abrí la puerta, no pude evitar ponerme tenso al ver al señor Maximilian ante mí. Obviamente dejaba que pudiera dormir con Irem, pero igual me costaba acostumbrarme, era el presidente y yo estaba con su hija.
── Ven conmigo, tenemos que hablar.
Lo seguí hasta su oficina. Creí que iba a hablar de mi relación con Irem, pero no, me mostró una carta.
── El infiltrado que tengo trabajando en la mafia, me ha enviado esa carta, leéla.
La leí y luego lo miré con el ceño fruncido.
── Pretenden atacarnos.
── Así es. No sabemos cuando, pero lo harán. Me enteré en la mañana, como no quería que se enterara Adeline e Irem, esperé hasta ahora para decírtelo. Quiero que tengamos todo preparado, aquí va a ocurrir una desgracia y no quiero que a Irem y a Adeline les pase algo. Así que vamos a empezar desde ahora a planificarlo todo.
Terminamos de arreglar varias cosas a las seis de la mañana. Aún faltaban algunas que me tocaba resolver durante el resto del día.
Me dirigí hacia la salida de su oficina.── Muchacho ──Me giré a verlo── Estoy dejando las vidas de las dos mujeres más importantes de mi vida en tus manos, confío en ti.
── No lo decepcionaré señor. Cuidaré de las dos.
El día había sido agotador, entre que no había dormido las horas que suelo dormir, estar tenso por saber que nos atacarían, estar preocupado por Irem y terminar de preparar todo para el ataque que se nos venía, se me estaba explotando la cabeza.
Entré a la habitación de Irem a la una de la noche, no la había visto desde que su padre me despertó en la madrugada. Me desvestí quedando en bóxer, me metí en la cama, la moví haciendo que quedara boca arriba y me puse en medio de sus piernas, escondí la cara en su cuello.── ¿Amor? ──Habló ronca.
── ¿Mmm?
── ¿Te habías olvidado de que tienes novia?
── Lo siento, estuve todo el día ocupado con unas cosas que tu padre me pidió.
── Está bien ──enterró los dedos en mi pelo. Cerré los ojos y disfruté de las caricias── ¿Cenaste?
── No, pero no tengo hambre.
── ¿Quieres que te prepare algo? ──Sonreí.
── No, de verdad que no tengo hambre. Gracias preciosa ──dí un beso en su cuello── ¿Qué tal tu día?
── Como no aparecías, entrené con Nouel.
── Vale, bien.
── Es más fácil patearle el culo a él.
Me reí.
En algún momento me quedé dormido. El caso es, que más tarde desperté porque escuché ruido. Irem también, de hecho, ella estaba cerca de la puerta, se giró a verme cuando me escuchó moverme. Me bajé rápido de la cama, la aparté de la puerta y la miré.
── ¿Y la puñetera pistola? ¿Pretendías salir a ver qué pasa sin la pistola? ──Metió los labios hacia adentro. Negué con la cabeza y me acerqué a la ropa. Luego de ponerme el vaquero, pasé a coger la camisa. La puerta se abrió de repente, lo primero que se me ocurrió fue ponerme delante de Irem. Me relajé un poco cuando ví que era uno de mis compañeros.
── Nos están atacando ──Sujeté los chalecos que nos pasó── El presidente ha bajado a llevar a su esposa a la habitación protegida. Pidió que llevaras allí a la señorita Irem.
Asentí. Cuando él se fue, me fijé en que ella ya estaba poniéndose una ropa. Terminó poniéndose ropa deportiva. En cuanto se acercó, le puse el chaleco.
Suspiré cuando ví su cara de miedo.
Acuné su cara con ambas manos.── Estás asustada, lo sé, pero yo estoy aquí, no permitiré que te pase nada. Además, estás muy bien entrenada, yo confío en ti. Trataré de llevarte a la sala segura, pero es muy probable que nos topemos con ellos, así que si ves que te van a atacar, ataca tú primero.
Asintió.
── ¿Mejor?
── Sí. Me has preparado para esto ──Dijo muy segura. La abracé a mí y cerré los ojos mientras escuchaba los disparados que provenían de abajo. Al separarnos, la besé.
── ¿Lista?
Me mostró su pistola, comprobó el cargador y asintió.
Ajusté mi chaleco y salí delante. Justo delante de mí apareció uno, le disparé antes de que lo hiciera él.
Comprobé que no hubiera nadie más en la planta de arriba. No me explicaba que nos hubieran atacado justo hoy, se suponía que sería en dos días. Por suerte, durante el día había conseguido muchas armas y municiones, al igual que más hombres para proteger la casa.
Al bajar, no me sorprendió ver cadáveres en el suelo, había de los dos bandos.
Frené en seco cuando ví que se nos acercaban varios, sentí la espalda de Irem pegada a la mía. Estábamos rodeados. Iba a hablarle justo cuando disparó, la miré sorprendido.── Es que se me acercó mucho ──Levantó la pistola y apuntó a los que estaban delante de ella── a ustedes les va a pasar igual ──Sonreí, por lo menos se estaba defendiendo.
── Eso es nena, no dejes que nadie se te acerque.
Entre los dos fuimos deshaciéndonos de ellos. Cuando llegó más refuerzo pude respirar un poco más tranquilo. Me tocó darme puñetazos con varios y esquivar algunas balas, al igual que ella, que había recibido varios golpes y dado otros.
Cuando por fin despejamos la planta baja, fuimos hacia la habitación segura, que estaba en el sótano. La perdí de vista porque se me adelantó y bajó las escaleras corriendo.
Quise sujetarla cuando ví a su padre peleando con un chico.── ¡Papá!
Los dos la miraron. El chico apuntó a ella, y su padre, se metió al medio recibiendo el disparo que era para ella.
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La hija del presidente
Short StoryXx: Yo, Kian, prometo dar mi vida por su hija. Nadie le pondrá un dedo encima, y el que lo haga, morirá. Portada hecha por: @Nicole_Rizzo •NOVELA 100% MÍA •PROHIBIDA SU COPIA