Narra Irem
Iba a ser la una de la noche cuando cogí mi pistola. Me acerqué a la puerta y antes de abrirla, alguien la abrió, apunté con ella.
── Soy yo ──Susurró sonriendo. Dejé salir el aire y bajé el arma.
── ¿Qué haces aquí?
── Ibas para mi habitación, ¿no?
── Sí.
── No hace falta, dormiré aquí contigo ──Se sentó en la cama y pasó a quitarse los zapatos.
── ¿De verdad?
── Sí, es más seguro por si viene alguno de tus padres.
Me quité la chaqueta y me acerqué a él, lo ayudé con los botones de su camisa, la dejé encima de una silla cuando se la quitó.
── ¿Puedo darme una ducha?
── Sí.
Cuando él salió de la ducha, yo estaba metida en la cama viendo la televisión.
Se tumbó a mi lado solo con un bóxer.── ¿Te limpiaste la herida?
── Sí.
Pasó uno de sus brazos por debajo de su cabeza. Yo me puse de lado y me quedé mirándolo atentamente.
Rato más tarde sonrió sin apartar la vista de la televisión.── ¿Qué tanto me miras, nena?
── Eres precioso ──Me miró.
── Tú eres preciosa de los pies a la cabeza. Me encanta tu pelo negro porque resalta tus hermosos ojos verdes. Amo tu nariz fina y tus labios carnosos y rosados ──A medida que hablaba, sentía como mis mejillas aumentaban de color── Me gusta tu cuerpo y ──Dejó de hablar cuando me senté encima suyo y me acerqué a su boca── ¿Qué haces? ──Preguntó sonriendo. Le dí un beso pequeño.
── Me gusta lo que me estás diciendo, pero me da vergüenza.
── ¿Y no te da vergüenza esto? ──dijo divertido. Le pegué en el pecho. Apartó el pelo de mi cara y besó la punta de mi nariz y luego mi boca.
Empecé con pequeños movimientos encima de su miembro. Gruñó y se separó de mi boca── No vine para esto, no quiero que creas otra cosa.── Sé que no viniste para esto, pero yo quiero y no voy a creer otra cosa ── Continué con los movimientos.
── No tengo condón ──Paré de moverme.
── Kian.
── Los compraré.
── Bien. Me molesta quedarme así, pero no hay de otra.
── Que no tenga condón no significa que no pueda darte placer.
Giró conmigo dejándome debajo, cogió el bordillo de la camiseta de mi pijama y me la quitó. Mordió su labio.
── Madre mía, no tienes sujetador ──Sonreí.
── Nunca uso sujetador para dormir.
── Eso está muy bien la verdad ──Lo empujé un poco mientras sonreía. Se acercó y me besó lento. Mordí su labio sin hacerle daño. Besó mi mejilla y fue bajando por mi cuello hasta llegar a mi pecho. Me retorcí y gemí cuando mordió uno de mis pezones mientras acariciaba mi otro ceno.
Dejó un camino de besos por todo mi abdomen hasta llegar al short de mi pijama, lo bajó junto con la braga y lo dejó a un lado. Abrió mis piernas y se acomodó en medio de estas. Dió besos lentos en mis muslos mientras me miraba. Mordí mi labio, estaba nerviosa y ansiosa porque empezara.
Cuando por fin se centró en mi parte íntima, apreté las sábanas y elevé mi pelvis.
Tapé mi boca porque mis gemidos empezaron a ser fuertes.
Llevé la mano a su pelo y tiré para que fuera más rápido.
Rodee su cuello con las piernas.
Al llegar, lo solté y traté de calmar mi respiración.
Fue subiendo lento mientras hacia un camino de besos. Dejé la mano en su nuca cuando llegó a mi boca.
Al separarnos, se dejó caer a mi lado.
ESTÁS LEYENDO
La hija del presidente
Short StoryXx: Yo, Kian, prometo dar mi vida por su hija. Nadie le pondrá un dedo encima, y el que lo haga, morirá. Portada hecha por: @Nicole_Rizzo •NOVELA 100% MÍA •PROHIBIDA SU COPIA