Narra Kian
Comimos en un restaurante y luego salimos a pasear por el centro comercial.
── Espera ──tiró de mi mano── Quiero un helado.
Entró a la heladería y yo me quedé fuera, observando. Había una persona en un banco leyendo un periódico, lo tenía levantado, así que me impedía verle la cara. Lo bajó enseguida cuando se acercó una niña corriendo gritando abuelo, el señor sonrió. Miré por donde habíamos venido, unos metros más allá, había un chico con gafas y gorra delante de un escaparate tomando fotos. Miré lo que tenía delante, era una pequeña plaza que quedaba justo en medio del centro comercial, en ese momento, había mucha gente que iban y venían, entraban y salían de las tiendas o simplemente estaban parados mirando tiendas.
── ¿Quieres?
── No ──Hablé sin mirarla. Me sujetó del brazo y tiró.
── ¿Puedes dejar de estar tenso? Estás en tu día libre, estamos haciendo cosas de pareja, ¿puedes prestarme atención?
── Nena, solo estoy cuidando de ti.
── Pero hoy no eres mi guardaespaldas.
Suspiré.
── Si crees que cuidarte lo hago como trabajo, entonces no sabes lo loco que me tienes ──Sonrió── Te cuido porque eres mi novia, no quiero que te pase nada.
Me abrazó por la cintura con su mano libre y levantó la cabeza para verme con una sonrisa.
── Lo siento, no te enojes conmigo.
── Entonces no vuelvas a creer que te cuido por trabajo, eres lo más importante que tengo ahora mismo ──con mi dedo limpié su labio del resto de helado que le había quedado── Eres como una niña.
── Amor ──Se quejó e hizo pucheros── No estás enojado conmigo, ¿verdad?
── No estoy enojado, ahora caminemos, no es bueno que nos quedemos tanto tiempo en el mismo lugar.
Retomamos el camino mientras ella comía su helado.
Yo como de costumbre, iba mirando a todas partes disimuladamente.
Cuando terminó su helado, entramos a una tienda, mientras ella miraba cosas, me quedé cerca de la entrada, mirando hacia afuera. Entonces lo vi, era el chico de gafas y gorra, esta vez estaba parado en el escaparate de enfrente dándome la espalda.── Kian.
── ¿Sí?
── ¿Te gusta? ──giré un poco la cara para verla, me mostró una lencería negra, de haber sido en otro momento, me centraría más en ella, pero solo asentí y volví a mirar hacia afuera, el chico no estaba.
Llamé a mi compañero por móvil, que se encontraba cerca observándonos. Le dije unas cuentas cosas y colgué.── ¡Listo! ──Me mostró una bolsa.
── Genial, vamos ──la tomé de la mano y salimos.
── ¿Qué ocurre?
Pasé un brazo por su cintura y le sonreí.
── ¿Ves esa tienda del fondo?
── Sí.
── Pues entraremos ahí, concretamente al vestidor.
── ¿En qué estás pensando? ──preguntó sonriendo.
── Desde luego que no estamos pensando en lo mismo ──Frunció el ceño── No pongas esa cara, sonríe, ahora ──Me hizo caso.
── ¿Nos están siguiendo?
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La hija del presidente
Short StoryXx: Yo, Kian, prometo dar mi vida por su hija. Nadie le pondrá un dedo encima, y el que lo haga, morirá. Portada hecha por: @Nicole_Rizzo •NOVELA 100% MÍA •PROHIBIDA SU COPIA