La primogénita del Príncipe Daemon Targaryen con su hermana y primera esposa la fallecida princesa Alysanne Targaryen fue prometida en su undécimo día del nombre con su primo el príncipe Aemond Targaryen, tan solo tres años mayor que ella.
Dicho co...
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Un año después.
La joven princesa pasaba los dedos por el sedoso cabello de su esposo. Lo estaba peinando como cada tarde. Era su ritual de los días de descanso, cuando Aemond no entrenaba o estudiaba.
Se bañaban y se vestían juntos, luego pasaban la mañana en cama leyendo algún libro y Daenerys peinaba a Aemond para la cena. Le gustaba hacerlo, era relajante.
El cabello de su esposo estaba incluso más largo que el suyo y más hermoso para su envidia.
—Termine, quedaste tan guapo como siempre. —Daenerys le dio un beso en la coronilla al príncipe.
Él le tomo la mano y le beso los nudillos. Aemond no llevaba el parche y su zafiro brillaba con intensidad. Daenerys ya no le temía, incluso lo encontraba fascinante.
—¿Quieres que te peine? —cuestiono Aemond burlón.
—No creo que puedas, pero gracias por la oferta, esposo mío.
—Me subestimas, mis manos son ágiles manejan la espada con destreza y te complacen cada noche. —añadió el príncipe levantándose de su asiento y besándole el cuello mientras colocaba una mano en su enorme barriga hinchada.
Daenerys se sonrojo, no había nadie en sus aposentos, podían hacerlo de nuevo si querían.
Ya lo habían hecho cuatro veces aquel día, una quinta no haría mal a nadie.
Excepto que era riesgoso, los Maestres le habían pedido encarecidamente que detuvieran los encuentros en cuanto Daenerys cumplió el sexto mes, ahora que estaba a punto de dar a luz lo tenían prohibido.
Daenerys le había pedido a Aemond que se detuvieran, pero él había encontrado la manera de que estuvieran juntos sin llegará poner en peligro al bebé, aún así había escuchado como la reina Alicent reprendía a Aemond porque todos en la Fortaleza Roja sabían que yacían juntos.
