Capítulo 3

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Kakashi buscaba desesperado al rubio, si tan sólo no le hubiera dicho esas palabras tan crudas, soltó el aire que retenía, tapó su ojo con tristeza rezando porque estuviera bien -Tsunade-chan -tanto la rubia como el sensei vieron con sorpresa al sapo aparecer en la oficina por la ventana y a Bunta fuera de la torre -¿Fukasaku-sama?, ¿Jiraiya?, ¿dónde está? -el sapo bajó su cabeza con tristeza, veía la desesperación en los ojos de la Hokage -Jiraiya-chan, ha muerto en combate -la rubia negaba reteniendo sus lágrimas -no, no, noooo, Jiraiya -la rubia tapó su rostro mordiendo sus labios tratando de retener sus lágrimas, también él la estaba dejando.

Un silencio mortal se formó en la sala, Kakashi bajó el rostro con tristeza, hasta que recordó -Fukasaku-sama, ¿ustedes tienen forma de localizar a Naruto?, fue secuestrado, creemos que por Akatsuki -el sapo abrió sus ojos con terror, realizó sellos de manos, un sapo apareció a su lado -busca a Naruto-chan, no siento su chakra, deben tenerlo bajo un sello, puedo sentir que sigue vivo -la rubia y Kakashi soltaron el aire que retenían más tranquilos al saber que estaba con vida, el sapo pequeño desapareció -dejaré un sapo para seguir informando Tsunade-chan, mientras tanto, te daré el reporte de lo que descubrió Jiraiya-chan antes de morir- rubia asintió con tristeza.

….

Un plato de comida fue dejado en el agujero de la celda, giró su rostro un poco observando al sujeto con apariencia de tiburón -come jinchuriki, te necesitamos vivo -el pequeño vio su comida, sintió como su estómago se revolvió, aventó el plato derramando la comida fuera de la celda -trágatelo tú -el pequeño se cubrió con su manta, le dió la espalda. El Akatsuki sonrió con sorna -este imbécil quiere morir de hambre Itachi, el famoso orgullo del fuego de la aldea de la hoja, estúpidos, iré a dormir, cualquier cosa me despiertas -el azabache lo ignoró cerrando sus ojos en el sofá frente a la celda mientras Kisame se encerraba en la habitación. Minutos después Itachi se levantó con cuidado, avanzó hacia la habitación confirmado que el espadachín estuviera dormido, cuando fue así, avanzó lentamente a la celda con su sharingan activo, sacó un nikuman de un pañuelo dentro de su capa, movió sus dedos con ansiedad sobre el panecillo pensando en qué hacer, soltó el aire con cansancio, se agachó, estiró su mano dentro del pequeño agujero en la celda.

La nariz del rubio comenzó a moverse, abrió sus ojos al sentir el delicioso aroma, bajó su rostro con tristeza, tenía hambre, su estómago resongó con un ruido quejoso y bastante audible, giró su rostro lentamente, abrió sus gemas con sorpresa, lamió sus labios con mucho antojo, mordió sus labios no sabiendo qué hacer, estiró su mano con miedo, jaló el pañuelo con el panesillo, tenía tres días sin comer, moría de hambre, absorbió el aroma del delicioso pan con gusto, lo mordió, comenzó a masticar emocionado, estaba delicioso, no supo cuando terminó su panecillo, pero le había encantado, ahora que había comido fue conciente, una mirada intensa se posaba frente a él, levantó el rostro con miedo, sus gemas parecían las de un gatito acorralado, el sharingan giró con velocidad transportándolos al mundo en el genjutsu.

El rubio se hacía bolita en el suelo, no tenía chakra y no sabía qué esperar -¿qu… qué quieres? -el azabache lo veía con cuidado -te ayudaré a salir de aquí -el rubio abrió sus gemas con sorpresa e incredulidad en ellas -¿eh? -el azabache lo veía cuidadosamente -debes darme unos días, necesito deshacerme de Kisame, ambos huiremos -el rubio mordió sus labios con duda -¿qué ganas con ayudarme?, creí que eras uno de ellos -el azabache lo veía con seriedad -era el espía de Jiraiya-sama en la organización, lamento lo que le sucedió -el rubio abrió sus ojos enormes, sus gemas se llenaron de lágrimas -entonces -lamió sus labios con miedo  -¿sí murió? -el azabache ablandó un poco su mirada, asintió con algo de pesar. El pequeño tapó su rostro, comenzó a llorar sin poder controlarse.

-La Hokage y tus amigos te buscan desesperadamente -el rubio limpiaba sus ojos tratando de detener las lágrimas, una sonrisa triste se asomó en su rostro -no podemos ir a Konoha cuando salgamos de aquí, si lo hacemos, atacarán la aldea -el pequeño asintió con miedo, no sabía porqué le creía, pero lo hacía, más bien, no tenía otra opción -¿qu… qué logras ayudándome? -el azabache entendía sus dudas -mi misión en Akatsuki como espía es salvaguardar tu vida, le prometí a Jiraiya-sama protegerte -

El rubio abrió sus gemas demasiado, observó sus onix buscando sinceridad, pero su rostro en blanco no le decía nada, respiró hondo tomando una decisión -no sé si confiar, pero no tengo otra opción, te agradezco -el azabache asintió -esperaremos unos días para que me tomen confianza, Madara y Pain no confían en mí después de que Jiraiya-sama llegó a la lluvia -el rubio asintió,  ambos salieron del genjutsu, por fuera fueron unos cuantos segundos. El rubio lo observó un momento, al igual que el azabache no perdía detalle del pequeño frente a sus ojos, el Uzumaki se dio la vuelta un poco tímido acostándose nuevamente en la manta en el suelo, de igual forma Itachi se sentó en la sala cerrando sus onix nuevamente.

Mi vida te pertenece (Itanaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora