Capítulo 12

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El azabache observaba al pequeño con cuidado, se había dado cuenta que el rubio le gustaba bastante, no era estúpido, todo de él lo atraía, su personalidad fría, su personalidad tierna, su personalidad divertida y linda, cada día descubría algo nuevo y le encantaba, pero no podía engañarse, moriría dentro de poco, no podía tratar de hacer nada con él, no sería justo para Naruto, un suspiro ligero salió de sus labios, desearía despertar de esa forma lo que resta de su vida. El rubio se enterraba en su pecho con cariño, lo había abrazado como un koala por la noche y no lo había soltado, el azabache sonrió al recordar cuando despertó y lo vio de esa forma, días antes lo había visto atrapar la almohada, ahora fue su turno, le agradaba, lo vio mover sus párpados, cerró sus ojos fingiendo dormir.

El Uzumaki abría y cerraba sus ojos tratando de despertar y adaptar la luz a sus retinas, cuando logró enfocarse se dio cuenta que tenía su rostro enterrado en el pecho del mayor y lo tenía abrazado como solía abrazar a sus almohadas, sonrió divertido, se embarró aún más, después fingiría dormir. Itachi sonrió un poco ante las acciones del pequeño, lo abrazó rodeando su pequeña espalda con sus manos un poco más seguro, ambos se sentían cómodos él uno con el otro, pero ninguno decía nada. Naruto sabía el destino de Itachi, sabía que sufriría cuando muriera, se había encariñado con él en esos pocos meses desde que entró en esa celda, fue su compañía y fortaleza, su salvador, le debía demasiado a él y a Kurama -vayamos a almorzar, tengo algo de hambre -el azabache asintió, ambos se separaron sin comentar nada de lo sucedido, era mejor así.

-¿Te parece si comemos algo distinto? -el rubio sonrió divertido, asintió -ya me parecía extraño que no te quejaras del ramen -el azabache negó con una sonrisa casi imperceptible, entraron a un restaurante, pidieron su comida con calma -¿tienes pareja? -el rubio lo vio con sorpresa, bajó su rostro, negó lentamente viendo su plato, guardó silencio un momento, el mayor lo veía con curiosidad -me enamoré de un imposible, me rechazó demasiadas veces, la última vez rompió mi corazón, fue el día que me capturaron -Itachi apretó sus palillos, estaba celoso y molesto por lo que escuchaba -¿aún lo amas? -Naruto veía sus fideos con cuidado. El azabache endureció su mirada, mordió su mejilla sintiéndose mal por el silencio del rubio -creo que no -el pequeño podía sentir la mirada molesta del mayor, sonrió un poco, se sentía especial -cuando era niño era mi guardia, para mí era alguien increíble y amable que no me rechazaba, eso es mucho ¿sabes?, a esa edad la aldea me daba la espalda, algún idiota corrió el rumor de mi situación como jinchuriki y el infierno cayó sobre mi -Itachi apretó su ceño -un día escuché al tercero hablar sobre ello, él creía que había sido el consejo de ancianos -el rubio detuvo sus palillos, una mirada fría se reflejó en sus ojos -ellos también pagarán, cuando la abuela se entere, me ayudará -el azabache asintió de acuerdo.

-Jiji cambió a mi guardia, dejé de ver a este chico por años, cuando me volví gennin lo volví a ver, como mi sensei -el rubio levantó un puchero, Itachi giró su vista con molestia y sorpresa al darse cuenta que hablaba de Kakashi -cuando regresé de mi viaje con Ero-sennin, la abuela ya me había revelado mi condición, ahora entendía porqué era distinto al resto, tomé valor y me declaré demasiadas veces, en cada una fui rechazado, la última vez fue tajante, dijo que era mayor que yo por muchos años, una relación alumno sensei era mal vista y por último dijo que no le gustaban los chicos, tal vez exageré su rechazo, pero me dolió sabes, aunque tal vez si no me lo decía de ese modo aún seguiría ilusionado de un imposible -el mayor veía su comida con angustia y molestia, vio al pequeño quien lo veía con duda, sonrió ligero, no quería incomodar -¿te gustan los dulces? -el rubio asintió -vamos -Itachi tomó su mano, pagó la cuenta, jaló de él localizando el puesto de su dulce favorito, cuando llegó observó el lugar con una sonrisa, Naruto sonrió divertido, apretó su mano -me da dos banderillas -el sujeto sonrió, se las entregó, ambos comenzaron a comerlas con deleite, ninguno se soltaba, no había incomodidad en esa acción, caminaban por la aldea comiendo su dulce observando el lugar.

-Quedan tres miembros en la organización, Deidara no es un rival para ambos -Naruto lo vio con cuidado, su mirada era fría -ese idiota lastimó a mi amigo Gaara, también se muere -Itachi sonrió, asintió -debemos organizarnos bien, ya tenemos el plan contra Obito, pero Zetsu es un gran problema, no es poderoso en sí, pero tiene bastantes habilidades, puede generar clones sin límite, ni desgaste de chakra, lo he visto usar Mokuton, no a gran nivel, pero sus clones copian apariencia y chakra, es peligroso -

Naruto observaba su último dango con cuidado -si pudiéramos sellarlo -Itachi giró su vista -tal vez yo pueda hacerlo, pero su velocidad para desaparecer es casi imposible de alcanzar -el pequeño metió la bola de masa a su boca pensando en qué hacer -la misma técnica funcionaría con ambos, ¿no crees? -Itachi levantó una ceja con duda -siempre están juntos, no sé si podría meter a ambos al mismo tiempo en un genjutsu poderoso, ocuparía mucho chakra -el rubio sonrió -puedo ayudar, no deberías angustiarte, disfrutemos este día con tranquilidad -el azabache apretó su mano, asintió con una suave sonrisa, ambos continuaron su camino.

Mi vida te pertenece (Itanaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora