Capítulo 14

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Deidara volaba sobre su ave con tranquilidad, hasta que sintió un chakra conocido -ese hijo de puta ¿qué hace aquí?, maldito Zetsu ¿lo mando para hacerme enojar? Mnh -el azabache lo observaba con detenimiento desde un árbol -¿qué demonios haces aquí? mnh, lárgate, no ocupo tu ayuda bastardo -el azabache tenía su sharingan activo sin dejar de verlo -veo que ese aparato tuyo en el rostro es efectivo -el rostro del rubio de la roca se descompuso -¿qué demonios?, te vas a morir hijo de puta -Deidara comenzó a lanzar aves de arcilla que explotaban al contacto, el azabache desapareció en cuervos -maldito -el Akatsuki lo buscaba insistente con su aparato visual -¿dónde?, ¿dónde? -su ave comenzó a incendiarse en fuego negro -demonios -se lanzó del ave la cuál creó una gran explosión, cuando tocó tierra unas cadenas salieron del suelo atrapando su cuerpo -suéltame, maldita sea, maldito traidor da la cara -

El rubio Uzumaki comenzó a absorber su chakra -¿podrías callarte? -el de la roca vio al pequeño junto al azabache -¿nos traicionaste por el maldito Jinchuriki? -Itachi no cambió su rostro en blanco -amaterasu -ambos lo observaron morir lentamente, los gritos de Deidara no sacudían su ser, el rubio sentía alivió al verlo sufrir, recordaba a su amigo Gaara, ese bastardo merecía la muerte. Cuando el Akatsuki murió el fuego se detuvo y sellaron su cuerpo, el rubio había disfrutado bastante ese momento, sonrió con arrogancia -¿podemos ir a la aldea de las aguas termales?, a Ero-sennin le rentaban una cabaña en el lugar, es un hotel, pero de cabañas -Itachi asintió, ambos desaparecieron con velocidad.

….

-Tsunade-sama, la misión fue un fracaso -la rubia los vio con molestia, pero asintió -la buena noticia, Naruto apareció frente a nosotros y capturó a la bestia con facilidad -la rubia abrió sus ojos con bastante sorpresa -¿qué demonios? -el sensei asintió -así es, el aliado del que hablaba, Itachi Uchiha -la rubia sonrió de lado sorprendiendo a los presentes -lo suponía, era el informante de Jiraiya según los documentos que encontró Shikaku en la bóveda Hokage, ambos creíamos eso, más adelante entenderán, haré un anuncio oficial en algunas semanas, reivindicaré al Uchiha -un silencio mortal se posó en la sala -¿está segura que Naruto no corre peligro a su lado? -la rubia lo vio mal, él sabía del informe Uchiha -¿qué les dijo? -el peliplata alisó su pelo -que Itachi lo ayudó a escapar, ambos han estado derribando a la organización, al parecer Naruto liberó su kekkei genkai, las cadena de diamantina -nadie entendía de qué demonios hablaban -quedará como secreto hasta que haga el anuncio -todos asintieron, tendrían que esperar -lo importante es que está con vida y que terminó la misión con éxito-

-Todos estuvieron de acuerdo -¿todos van hacer como que no vieron nada?, claramente Naruto parecía chica, su aroma era distinto, su cabello era largo y sus facciones delicadas, su ropa era afeminada, ¿qué demonios pasa? -la rubia abrió sus ojos, una gran sonrisa se dejó ver -al parecer se siente seguro de su poder y ya no quiere esconderse -

Todos la vieron con duda -es mejor que se enteren, Naruto no es hombre -Hinata casi se desmaya -¿de qué habla lady Tsunade?, ¿Cómo que no es hombre? -el peliplata no entendía -Naruto es un doncel, un hombre con facciones y virtudes femeninas -la sala quedó en shock, Hinata negó desesperada, tapó su rostro con lágrimas en él -no es gay, simplemente es su naturaleza, Jiraiya lo obligaba a usar esa ropa, era peligroso que supieran que era doncel, los donceles eran cazados para usarlos como máquinas de crías, son poderosos, así como sus hijos, era otra marca en su persona, debió sentirse seguro de su poder si dejó de ocultarlo -

kakashi se sintió mal de tratarlo de ese modo, se debió sentir Naruto bastante mal cuando lo rechazó ese día, necesitaba hablar con él y disculparse. Un sapo apareció en el lugar -Tsunade-sama, otro Akatsuki cayó, Deidara de la Roca ya no existe, necesitan planear bien el último equipo, Naruto dijo que Kakashi ya debió informarle sobre Obito, es el verdadero líder de Akatsuki, se hace pasar por Madara Uchiha, fur quien liberó a kyubi en la aldea -la rubia vio con molestia a Kakashi , aún no la informaba -maldito traidor hijo de puta, Minato lo trató como a un hijo, Jiraiya hubiese querido matarlo él mismo -la Hokage rompió su pluma, se dejó caer en su silla -todo lo que se habló aquí es rango s- asintieron.

…..

El rubio trataba de amarrar su yukata para salir a cenar, levantó un puchero -¿por qué debo usar Yukata?, me puedes repetir -el azabache caminó en su dirección, se colocó a su espalda, tomó la cinta y la giró en su abdomen acomodando correctamente el yukata -es un restaurante diferente, siempre he querido ir, pero nunca había tenido la oportunidad -el rubio sonrió al ser tratado con delicadeza, siempre fue tratado como otro chico, al ser doncel envidiaba a las chicas al ser tratadas de ese modo tan considerado -gracias -el Uchiha lo giró hacia él, acomodó por delante la ropa -te ves bonito -el rubio se sonrojó, el azabache ordenaba el cuello del yukata rozando la piel acanelada del rubio, un escalofrío cubrió su cuerpo.
El pequeño quería cumplir todos los caprichos del mayor considerando su estado de salud, lo había estado analizando, quería que fuera feliz todo este tiempo, aunque las recaídas esos días habían bajado bastante -¿en verdad lo crees? -Itachi acarició su mejilla con cariño observando su rostro con cuidado -siempre te ves bonito, pero hoy aún más -el rubio cerró sus ojos, recargó su rostro en su mano nívea que lo acariciaba, sabía que se estaba enamorando, había sido muy rápido, esto que está sientiendo por el Uchiha no sé parece al capricho que sentía por su sensei, sabía que estaba mal al sentir amor por alguien que estaba bastante enfermo, pero no quería parar, quería estar a su lado.

Naruto con su mano tomó la del mayor, abrió sus gemas observando sus ojos, besó con cariño su palma. Itachi abrió sus onix con sorpresa, bajó un poco la mirada con tristeza, un sonrojo cubrió sus mejillas -sabes que moriré -el rubio negó con tristeza -no pienses en eso, sólo quiero estar a tu lado este tiempo, no aceptó un no por respuesta -Itachi lo vio con un brillo en sus ojos, se acercó con timidez, quería ser egoísta un poco -puedo -mordió sus labios -¿puedo besarte? -el rubio sonrió tímido, asintió, el mayor se acercó con cuidado rozando un poco sus labios con los del pequeño, cerró la distancia suavemente, lo besó observando sus gemas, tenía días queriendo tomar esos labios gorditos, ambos cerraron sus ojos, el rubio se sentía en el cielo, se sentía querido, bonito, valorado, no quería alejarse de él, no quería perderlo, sus labios se movían suavemente en un beso delicado, sin morbo, sus labios encajaban a la perfección, una corriente eléctrica los recorría con fuerza, lentamente se separaron, se sonrieron y tomaron de las manos entrelazando sus dedos, caminaron por las calles de la colorida aldea.

-Cuando era un niño, mis padres vinieron a este restaurante, los escuché decir que la comida era deliciosa y que el postre era lo mejor -el rubio sonrió divertido al entender porqué quería venir -ambos entraron al restaurante tradicional, pedían para el acceso un yukata. La mesera fue exageradamente amable con ambos, cuando se sentaron la chica sobre el hombro de Itachi dejó el menú, el azabache se puso incómodo por su invasión de espacio, la mirada del rubio se enfrió -podría señorita no invadir mi espacio, mi pareja podría molestarse -la chica abrió sus ojos con sorpresa, vio al rubio y la sangre se le heló -una disculpa, no volverá a suceder -

El rubio la vio irse, levantó un puchero de molestia, la mano de Itachi se posó sobre la pequeña -no hagas caso, sólo te veo a ti, puedes estar seguro de ello -el rubio sonrió, asintió, se dio cuenta como lo había nombrado, lo reconoció como su pareja y eso lo hacía feliz, no quería aclarar, ambos se sentían agusto con la situación, pasaron un momento agradable en el lugar.

Al regresar al hotel, Naruto observó nuevamente su futón doble, desde aquella vez en Tanzaku ya habían pasado días y en esta aldea el azabache sin pena alguna solicitó la cabaña con una habitación de esta forma él no se iba a negar a ese capricho de su ahora pareja, le encantaba la acción de despertar en sus brazos y dormir a su lado, por un momento se vio pasando el resto de su vida a su lado, pero recordó su enfermedad, un reflejo de tristeza se mostró en sus gemas, sacudió su cabeza, debía hacerlo feliz y pasar los mejores momentos a su lado.

Mi vida te pertenece (Itanaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora