Mi vida te pertenece (Itanaru)

Capítulo 10

-Sólo hay una habitación con un futón doble, lo lamento -el pequeño negó rascando su brazo con cuidado y algo de ansiedad -no te preocupes, ¿podemos ir a los puestos por algunas cosas que me hacen falta? También tengo hambre -Itachi sonrió un poco, el pequeño a veces era adorable y tierno, otras veces frío y calculador, le agradaba lo que descubría de él -váyamos -lo primero que hicieron es ir a una tienda de ropa y comprar algo adecuado, la ropa que traían es la que Akatsuki le proporcionó en estos años a Itachi, el azabache eligió ropa similar a la que usaba en la aldea de la hoja, color azul, algo sencillo, el pequeño decidió cambiar un poco, un pantalón negro, una playera roja con detalles negros y un rayo amarillo en su manga corta derecha, era un poco justa, era un maldito doncel, que se vayan al carajo todos, dejaría de ocultar su situación, era bello y lo sabía, compraría ropa que lo hiciera sentir él mismo.

Su Ero-sennin quería ocultar su situación por miedo a que lo usarán como fabrica de crías por su poder y su legado, pero ahora era lo suficientemente fuerte para defenderse de cualquier idiota, el pantalón era tipo anbu, corto a la pantorrilla, se vio en el espejo con curiosidad, una sonrisa tímida se reflejo, este era un nuevo Naruto y a quien no le guste se puede ir mucho al maldito carajo, su mirada se enfrió al recordar el desprecio de su sensei y de la aldea -no deberías dejar que ese idiota marque tu persona cachorro, no porque él te despreció, el resto del mundo lo hará -el rubio sonrió un poco -creí que eras una masa de odio.. -el zorro sonrió -eres distinto a mi, tú no eres una masa de odio, con los años has hecho amigos a pesar del desprecio de la aldea ¿no es así? -el pequeño asintió un poco con duda.

Sintió la mirada intensa de alguien, giró sus ojos con la mirada fría, los ablandó un poco al darse cuenta de quién se trataba -te ves -el rubio estaba preparado para mandarlo al carajo si lo jodía por verse un poco femenino -bonito -Naruto abrió sus gemas con sorpresa, un sonrojo ligero se mostró en sus mejillas, sonrió un poco -gracias, creí que podía verme, mmmm -Itachi negó -vamos a cenar, vi muchos puestos de comida -el rubio sonrió ligero, asintió, acomodó su cabello en una coleta, sonrió a su reflejo en el espejo una vez más, colocó una cinta en sus mejillas para tapar sus marquitas -ambos caminaban con tranquilidad por la calle -¿preciosura no quieres venir con nosotros? -un grupo de borrachos se acercó al menor, lo jaló de su mano tratando de acercarlo a ellos, el rubio estaba por golpearlos, cuando la mano de Itachi tomó la muñeca del sujeto con fuerza, su mirada onix se oscureció causándoles terror -suéltalo -los sujetos salieron corriendo sin preguntar, algunos habían mojado sus pantalones del miedo, el rubio aún no reaccionaba.

-No deberías bajar tu guardia -el rubio levantó un puchero, asintió recordando que por bajar su guardia lo secuestraron -gracias -el mayor veía con molestia, estaba enojado, podía observar como algunos chicos desnudaban al menor con su mirada, se hartó, se colocó a su lado casi rozando su brazo, quería matarlos, su sharingan se activaba de repente cuando perdía el control -hay un puesto de ramen, vayamos -Naruto aceleró el paso, el azabache lo seguía de cerca, se sentaron en el puesto, el Uchiha acomodó su cabello con elegancia -llamas mucho la atención de las chicas, ¿tenías club de fans como Sasuke? -Itachi levantó una ceja sin entender hasta que vio a un grupo de chicas con corazones en los ojos, su rostro en blanco no cambió -no me interesan, son un fastidio -el rubio sintió un poco de paz con esa respuesta.

-Puedo decir lo mismo de ti, los chicos parecen estar interesados -el pequeño levantó un puchero -es la primera vez que me sucede, no te burles -la mano del azabache se levantó, acomodó un pequeño mechón de su cabello rubio trás su oído con cuidado, el pequeño se sorprendió un poco, pero no hizo por oponerse, simplemente su vista no perdía de vista los onix que lo veían con seriedad -nunca me he burlado de nadie -cuando acomodó el pequeño mechón acarició su rostro un poco al retirar su mano -me da un tsukemen ramen -Naruto salió de su trance, también pidió -un ramen de puerco-

Itachi observaba al pequeño comer con calma, su mirada se veía perdida en sus pensamientos, algo le decía que eso le incomodaba, quería su atención, pero nunca fue un excelente conversador -creí que te encantaba el color naranja, me sorprendiste -el rubio lo vio con cuidado -mmmmm ¿lo dices por la ropa que usaba? -el azabache asintió -cuando era niño, jiji me regaló el mono naranja, no tenía dinero para más, los aldeanos eran abusivos conmigo, el otro traje me lo dio Ero-sennin para ocultar mi cuerpo, no quería problemas, ahora puedo ser yo mismo -el azabache lo vio con duda -¿por qué ocultar?, te lo dije, eres bonito -el rubio se sonrojó, se puso tímido, no sabía qué decir -tengo una condición extraña, según la abuela y Ero-sennin dentro de los Uzumakis había un porcentaje del cinco por ciento que la sufrían -el pequeño susurró -doncelismo, hombres con algunas facultades femeninas, soy un doncelito -

Itachi lo vio con sorpresa, después volvió a su seriedad normal -eso es bueno -el rubio lo vio con duda -¿a qué te refieres?, tiene muchas dificultades, si gente mala se entera, me cazarán como conejo, de por sí ser Uzumaki y jinchuriki no ayuda -el azabache sonrió un poco -no estoy seguro de entender, pero te hace ver lindo -Naruto se sonrojó nuevamente -no soy muy sociable, tampoco sé como socializar, soy bastante pragmático como has visto, sólo digo lo que pienso, no pretendo molestarte, ni ofenderte -el rubio negó con calma -no me has ofendido, sólo me desconcertó el comentario, gracias, nunca me habían dicho bonito en mi vida -Naruto tomó un mechón de su cabello con vergüenza, comenzó a jugar con él con algo de timidez, el azabache sonrió.