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Abril Brown

- No, tú mejor -el pequeño buscó mi mano y la unió- del mundo

Mire a Pedri pero sentí como todo se desvanecía al ver cómo sus ojos se llenaban de lágrimas, aunque intento disimularlo bastante bien al alejarse a coger algo de una bolsa. Traía una camiseta del Barcelona con su nombre y saco un rotulador para firmarla.

- Del mejor del mundo para el mejor del mundo -dijo entregandole la camiseta a Pedrito-

El chico la cogió en sus brazos y se abrazo a ella como si la vida dependiera de ello, agradeciendole de nuevo a Pedri el cual asintió con su cabeza antes de retirarse de nuevo hacia otros niños que requerían de su atención. Antes de ello me dio una mirada y asentí agradecida, creo que era de las personas más humildes que había conocido.

- Pero que suerte que tienes -le hice cosquillas y volvió a reir de nuevo-

Pedrito era muy tímido con personas que no conocía y muy inseguro. Un médico entro a la sala y me dijo que el pequeño tenía que volver a la habitación para descansar, este con un puchero se bajó de mis brazos y empezó a andar con la camiseta de su ídolo hacia fuera. Vi como Pedri se acercaba a despedirse y le decía algo al oído, posteriormente mi pequeño se lanzó a sus brazos.

Era la imagen más tierna que había visto en mucho tiempo y sentí de nuevo como mis ojos se llenaban de lágrimas. Todo esto me superaba, me superaba no poder ser capaz de dar más por ellos, de no poder arreglar todo lo que estaba a mi alcance.

- Perdona -escuche que me llamaban y limpie las lágrimas rápidamente-

Pedri se coloco cerca de mí y veía que sus ojos me miraban inquietos, como si quisiera decir más de lo que ya hacía pero se quedo en silencio analizando mi rostro, por segunda vez. ¿No veía que me desconcentraba? ¿Qué mierda me pasaba cerca de él? ¿Era porque era el favorito de la selección? ¿Era porque algún día fue mi ídolo? ¿O era simplemente que me sentía bien cerca de él?

- ¿Si? -dije cruzando mis brazos sobre mi abdomen-

- Gracias -miro el suelo y vi como su pide derecho se movía nervioso- por lo que haces por ellos, por esto.

- Gracias a vosotros -intente sonreír pero estaba rota, muy rota-

Nos miramos de nuevo intentando decir algo pero no salía nada, ¿habría notado él esta tensión que yo sentía? ¿Era muy loco decir que necesitaba un abrazo de él aún sin conocerlo? ¿Porqué me miraba como si el también lo necesitara?

- Pedri tenemos que irnos -se acerco Ferran y sonreí levemente ante el chico- Gracias por todo Abril, creo que ha sido una experiencia preciosa y ojalá podamos volver pronto -me dio dos besos y me despedí-

- A vosotros siempre -me despedí de Busquets también-

Pedri se limito a levantar su mano y a alejarse lentamente con las manos en sus bolsillos y la cabeza gacha, en el fondo espere que se despidiera de mí. No había que ser adivina para saber que por la cabeza del chico nada bueno o al menos positivo podría pasar, como tampoco había que ser muy inteligente para relacionarlo con su visita a la psicóloga. Quizás estábamos más conectados en alguna manera de lo que pensábamos.

Cuando se fueron los niños recogí mis cosas y me limite a ir a casa, hoy había sido un día muy largo y emocional y me encontraba muy cansada. No debería haber tenido tanto tiempo a Pedrito en brazos porque ahora me dolía un poco el pecho pero tampoco podía negarme, no cuando es lo más cercano que tiene a una amiga.

Camino a casa vi de nuevo en la parada del metro el póster y sacudí mi cabeza, tenía que quitarme las tontas y fantásticas ideas de la cabeza. Esto no era una novela de wattpad en la que el chico famoso se enamoraba de la chica y le salvaba del pozo en el que estaba, esto era la vida real y era una mierda.

Savior ComplexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora