35

1.5K 86 86
                                    


Sira Martinez

Todavía seguía sobre los brazos de Ferran y no quería que me soltara porque de hacerlo no sabría si podría seguir aguantando mucho más. Mi amiga, mi hermana prácticamente, Abril. Sollocé de nuevo rota ante la noticia que habíamos escuchado, no fui valiente y no pude acercarme, me sentía muy mal.

- Amore mirame -escuche a Ferran-

- No pue.. -hipe- no puedo -estaba rota- si algo le pasa -cerré mis ojos y apreté la camiseta de la equipación-

- Abril es más fuerte que todos nosotros juntos -asentí con la mirada perdida- se que no va a dejarnos, ¿me has escuchado Sira? -dejo un beso en mi cabeza- no va a dejarnos.

Limpié mis ojos y vi como el ambiente en el estadio había pasado de ser gritos a completo silencio. Vi cómo los chicos estaban con sus cabezas agachadas, y mi corazón se rompió más esta noche al escuchar los sollozos de Gavi, el cual estaba con las manos sobre su rostro. Sergio apretaba su hombro y miraba al cielo, como si éste tuviera la respuesta. Visualice como mi padre se acercaba con un semblante cansado y triste.

- Tenemos que prepararnos -susurro a Ferran- ayúdame a decirle a los demas porfavor -mi novio asintió- Sira mi niña -sentí mis ojos aguarse- siéntate tranquila en el banquillo o ve con tus primas no quiero que estés sola en este estado -asentí decaída-

- ¿Pedri? -pregunte nerviosa al recordar cómo el chico desapareció de nuestra vista para ir tras ella-

- Se ha ido con Abril al hospital -suspiro-

- No es justo papá -mi voz se cortó de nuevo al pensar cuanto quería levantar el chico esa copa-

- Ven aquí -abrió sus brazos y me refugie en ellos-

Cerré mis ojos sintiéndome observada por millones de personas pero es que me daba igual, ya todo me daba igual. Y Pedri... él no se merecía pasar de nuevo por algo así, no podía terminar así porque todavía le quedaban muchas páginas en blanco por escribir. Abril tenía que volver a jugar al fútbol, tenía que entrar a la universidad, tenía una vida preciosa por delante. No era justo que fuera arrebatada, no así.

Teníamos que esperar a que los chicos recibieran la copa y la ceremonia se cerrará para poder ir al hospital. Me las arregle para ir con mis primas y mi madre, la cual me abrazó por mis hombros durante toda la ceremonia. Al escuchar el himno de España sentí como las lágrimas caían de nuevo, Abril debería estar aquí con nosotros celebrando, Pedri debería estar levantando esa copa por su hermano.

Los chicos asintieron con la cabeza ante los jugadores de Argentina que pasaban para recibir la medalla de plata. Seguido de ello, los nuestros pasaron para recibir la de oro y cuando todos se juntaron, le pasaron un micrófono a Busquets. El estadio se mantuvo en silencio de nuevo.

- Gracias por todo a nuestra afición por el apoyo que siempre recibimos, a nuestras familias, a nuestros amigos -miró a los jugadores- a todos por los que no pueden estar presentes ahora mismo. En nombre del equipo, queremos pediros ayuda para pedir en vuestro interior y rezar por una persona muy importante para nosotros que está batallando por sobrevivir esta noche -baje mi cabeza y cerré mis ojos para empezar a rezar- esta copa tiene un nombre y apellido hoy, pero por circunstancias personales, que al final son las únicas que cuentan -asenti entre lagrimas- no ha podido estar presente. Pedri tenía un propósito hoy y lo ha conseguido, nuestro mago nos ha dado un mundial -la grada estalló en gritos gritando el nombre del canario y sonreí orgullosa- pero tenia otro mucho más importante y me gustaria que le ayudaramos a cumplirlo -señaló la copa- vamos a dedicar este mundial a Fernando Gonzalez -sonreí entre lágrimas- por lo que cuando vayamos a levantarla, todos vamos a alzar nuestras manos al cielo. ¿Ha quedado claro España? -grito Sergio con decisión-

Savior ComplexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora