20

1.3K 94 51
                                    


Abril Brown

Me removí incómoda en lo que sabía que era una cama de hospital. Había estado tantas veces en una que no hacían falta minutos para reconocerla, lo podía hacer en cuestión de segundos. Cerré mis ojos y los abrí de nuevo cuidadosamente, tenía miedo incluso de respirar, necesitaba saber qué había pasado, me dijeron que después de operarme todo estaría bien. Ya no creía en nada, estaba cansada, muy cansada.

El doctor se hizo ver al pasar a la habitación y me regaló una pequeña sonrisa, la cual no correspondi.

- Hola Abril -murmure un hola de vuelta- ¿Cómo estás?

- Al parecer viva -suspire-

- Está todo bien, ¿de acuerdo? -dirigí mi vista hacia la ventana de la habitación, cansada de que me dijeran que estaba todo bien- ha sido un episodio de estrés que ha hecho que hubiera algunas complicaciones, pero está todo bien, no tiene porque pasar nada.

¿No tiene por qué pasar nada?¿Qué mierda de respuesta era esa?¿Es que acaso no sabían detectar con certeza si tendría complicaciones en los años posteriores a la operación?¿No eran los mejores en esto?

Sabía que eran humanos y que podían equivocarse pero es que me habían estado mareando tanto durante los años de mi enfermedad, que apenas tenía esperanzas o nada de lo que se le pareciera. No quería sonar ruda pero había aprendido que me daba igual estos momentos, no tenía porqué fingir sentir algo que no sentía en lo más mínimo.

- ¿Puede buscar a Pablo Gavira? Necesito hablar con él -es lo único que respondí-

El doctor asintió y tras regalarme un suspiro dramático, salió de la habitación. Sabía que Helenna estaba fuera esperando, y a saber quien mas, pero solo quería ver al que por unos meses fue mi mejor amigo, mi confidente. Mi corazón me decía que necesitaba a Gavi en estos momentos y eso es lo que pedí.

Cuando vi que su cabecita asomo por la puerta de la habitación en la que pasaría la noche, mis ojos se llenaron de lágrimas. Lágrimas de inconformidad, lágrimas de decepción, lagrimas de tristeza, lágrimas... simplemente lagrimas.

- Hey... -el quería llorar también, lo sabía- ven aquí pequeña.

Se acercó sin pensarlo dos veces y me atrajo con cuidado hacia su pecho. Ahí es cuando solté todo lo que tenía retenido y más. Agarré su camiseta con fuerza, como si eso fuera a aliviar todo el dolor que estaba sintiendo ahora mismo, o como si mis puños pudieran liberarse de ello.

- ¿Cuándo va a acabar? -solloce-

¿Cuándo iba a acabar el hecho de sentirme así? Triste, cansada de luchar por lo nuestro, cansada de seguir dando todo de mí.

- Siento que esto nos está desgastando tanto -cerré mis ojos pensando en Pedri- que me está desgastando tanto que siento que no tengo más fuerzas para luchar.

- Se que las teneis y se que no va a ser fácil pero -suspiró fuertemente intentando regular su voz- no sabéis el bien que os haceis, pero es todo tan reciente Abril, que siento que Pedri no puede pensar ahora mismo en otra cosa que no sea todo lo que tiene encima. Pero se que nunca amará a ninguna otra mujer que no seas tu. Mi amigo no volvió a ser el mismo desde que estuvisteis separados -subí mi mirada y la centré en sus ojos marrones- y se que tu tampoco.

- Lo intenté -sonreír rota- pero me he hecho tanto daño en el proceso que no se que es lo correcto -baje mi mirada- no lo se Gavira.

Y es que no lo sabía, nos habíamos hecho tanto daño y me sentía tan rota que no sabía si era capaz de luchar una última vez, de darlo todo una última vez porque sino sale bien, yo ya sé que no podría volver a recuperarme nunca más. Y no estaba segura hasta qué punto merecía la pena.

Savior ComplexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora