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Abril Brown

Miraba por la ventana las vistas del atardecer tan bonito que estaba teniendo el placer de presenciar. Nos habíamos montado hace unas horas en el segundo avión desde Rusia, el cual nos llevaría hacia Maldivas.

Llegaríamos en unas doce horas y decidí dormir al igual que mi acompañante. Pedri se había pasado el juego de nuevo, pero esta vez no sabía hasta que punto.

Flashback

Salimos de consulta con una sonrisa en nuestros rostros que era difícil de borrar. Nunca había visto a Pedri tan feliz ni ilusionado por algo, y eso me hacía que pensar.

Todas esas veces en las que llegué a dudar de sus sentimientos, de nuestra relación y de si todo estaba perdido. Todas esas veces no eran verdad, era mi cabeza y mis inseguridades las que hablaban por mi.

- Cosita -me sacó de la burbuja en la que estaba metida-

- Dime -murmure y vi como escondía sus manos tras su espalda-

- Tengo algo para ti -me regalo una sonrisa burlona y cambie mi semblante-

- No quiero más regalos -lo señale con el dedo- la casa en su momento ya fue suficiente Pedri -murmuré avergonzada- es más de lo que yo algune vez podré darte -y era verdad, aunque trabajara y ganará un buen sueldo que también repartiamos, nunca me llegaría para tantos lujos-

- ¿Cuando entenderás que ya me lo das todo solo con respirar Abril? -y ahí vamos de nuevo con esos comentarios que me derretian-

- Eres un meloso -pellizque su vientre para hacerle cosquillas y soltó una carcajada- y le has copiado la frase a Edward Cullen -soltó una carcajada-

- Culpa tuya es -me saco la lengua- bueno, no me entretengas señorita Brown -alcé mi ceja- cierra los ojos.

- Pedri... -espero que no fuera un regalo caro-

- Que los cierres -utilizó su mano libre para bajar mis párpados y rei-

- Muy bien -dijo- ahora dame tus manos -le di mis manos-

Sentí como ponía sobre ellas una especie de ¿papel?¿sobre?

- ¿Puedo abrirlos ya? -mordí mi labio-

- Sabía que eras impaciente -rei- pero no sabia que tanto -saque mi lengua- espera no te muevas -hice lo que me pidió y sentí como dejaba un pequeño beso en mis labios- ¿eso también es parte del regalo? -rei-

- Aja -negué con mi cabeza riendo, riendo y más enamorada que nunca-

- Ya puedes abrirlos -murmuró y los abri-

Tenía un sobre blanco y fruncí mi ceño mirando a Pedri, el mantiene su característica sonrisa.

Abrí con cuidado el sobre y abrí mi boca por si sola. ¿En qué momento Pedri? Sentí como mis ojos se llenaban de lágrimas.

- Simplemente pienso que desde que nos conocimos -me miro- nunca hemos tenido la oportunidad de desconectar y pasar tiempo juntos por más de unos días -puse una mano sobre mi boca-

Sollozo porque tenía mucha suerte, mucha suerte al haber encontrado esa persona, mi persona. Muchas personas mueren sin haber tenido la suerte de conocerla, de haberse sentido querida o querido, y creo que es un privilegio que, a día de hoy, cada vez es más difícil que eso se cumpla.

Fin del flashback

Pedri Gonzalez

Observe con una sonrisa como la cabeza de Abril estaba apoyada en la ventana del avión, se veía en paz y tranquila, y por ello, preciosa. Volví la mirada de nuevo a la aplicación de notas de mi Iphone.

Savior ComplexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora