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Abril Brown

- Pedri pásala -gritaba Gavi mientras se preparaba para tirarse a la piscina-

- Desmárcate -grito el canario-

No había quien los hiciera descansar del fútbol ni en su día libre. Sonreí al escuchar a Pedri soltar una carcajada, mi pecho saltaba de alegría al verlo relajado y feliz. Al menos sabía que lo estaba intentando.

El canario dirigio su mirada desde la piscina hacia mi persona y me guiño disimuladamente un ojo, sentí mis mejillas tornarse rojas al recordar el despertar que habíamos tenido.

FLASHBACK

Abrí poco a poco mis ojos al sentir una mano ciñéndose con fuerza sobre mi cintura. Me di la vuelta con cuidado y vi como las expresiones faciales de Pedri se vuelven duras y como empezaba a sudar. No había duda alguna en que estaba teniendo un sueño o una pesadilla.

Me dediqué a dejar algunas caricias tras su nuca y a susurras palabras de aliento. No fue hasta que abrio sus ojos y solto un suspiro bastante agotador desde mi punto de vista, que me quede algo más tranquila.

- Abril -dijo y respiro tranquilo de nuevo-

- Pedri -deje un beso en su mejilla delicadamente- ¿estás bien? -dije preocupada-

- Si -me regalo una sonrisa preciosa-

- Esta bien... -seque un poco el sudor de su frente y volvi a mirarle-

- Hey te prometo que estoy bien -dejo un beso en mi frente y me atrajo hacia su cuerpo, más si eso podía ser posible-

- Te creo -sonreí tranquila- solo que... sabes que te escuchare siempre que quieras hablar -su sonrisa maliciosa hizo que frunciera el ceño- ¿qué pasa?

- ¿De verdad quieres saber que estaba soñando? -metio despacio su mano bajo mi camiseta para acariciarme la espalda-

- Mmmm -frunci el ceño una vez más- solo si te sientes cómodo haciendolo, no quiero hacerte sentir incómodo.

- Mejor te lo muestro si me dejas -pidio permiso y asenti sin entender una palabra de lo que decía-

Olvide incluso de como respirar al recibir sus cálidos labios sobre los mios. Cuando sentí su lengua hacer contacto con la mía, sentí como mi corazón quería salirse del pecho, mis manos inconscientemente fueron a parar al suyo, el cual estaba descubierto. Con cuidado y algo insegura baje mis caricias a sus abdominales, dios llevame pronto, pensé al sentir lo duro que estaban. Pedri no tenía una complexión ancha y era delgado,  pero a mi me gustaba así, me parecía más tierno. Sin embargo, su cuerpo estaba demasiado bien trabajado.

- Solo con tus caricias... -susurro con sus ojos cerrados- haces que esté a punto de correrme -solte una carcajada-

- No seas exagerado -mordi mi labio para provocarle, su mirada no se aportaba de los mismos-

- Dios te quiero muchisimo Abril -volvio a besarme y segui acariciandole-

No se como, ni cuando, pero los labios de Pedri habían hecho un recorrido desde mi clavícula, recorriendo mis pechos, hasta mi vientre bajo.

Savior ComplexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora