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Abril Brown

Sentí como alguien se movia muy despacio cerca de mi y senti como las mariposas empezaban a aparecer de nuevo, sabia de quien se trataba. No tenia un sueño ligero pero eso era algo con lo que llevaba lidiendo bastante tiempo, y especialmente hoy no me encontraba bien, me sentia bastante cansada.

Abri poco a poco mis ojos al sentir como se separaba de mi y mi mano pasaba de estar recostada en su pecho a estar apoyada en la cama suavemente, senti mis mejillas quemar al recordar como habia pasado la noche. Sentia un poco de verguenza pero creo que hacia tanto tiempo que no dormia asi de tranquila. Vi como estaba de espaldas a mi y como los musculos de su espalda se contraian, se habia quitado la camiseta y se habia puesto la de entrenar.

Como si supiera que le estaba mirando giro su cabeza y no me molesté en apartar mi mirada, si, lo estaba mirando y asumiría las consecuencias si queria hacer alguna broma al respecto. Me regaló una pequeña sonrisa y aprecie como su rostro lucía relajado, ¿feliz?

-Buenos dias -dijo con su voz raspada-

- Hola -sonrei cansada-

- Tengo que ir a entrenar -me miro y asenti levantandome despacio-

- Quedate Abril -volvio a recostarme con gracia- es muy temprano y se te ve cansada.

- Pero... es tu habitacion y -calle al ver como sonreia algo gracioso, basicamente ya habia dormido aqui-

- Puedes cambiarte despues si quieres, pero es temprano -se encogio de hombros- de verdad que no me importa.

- Solo te digo que si porque estoy muy cansada -asintio y se puso la sudadera- muchas gracias, pude dormir -le mire insegura ante mi comentario, pero queria hacerselo saber-

- No es nada -se sento a mis pies para atar sus tenis- yo... hacia tiempo que no dormia tan bien -sonrei interiormente-

¿Estabamos aceptando que nos habiamos sentido bien el uno junto al otro? Intente no pensar mucho en lo que podria pensar el chico canario y observe como cogia sus ultimas pertenencias antes de salir de la habitacion.

-Nos vemos luego -se quedo parado en la puerta y rasco su nuca-

- Buena suerte en el entrenamiento -asintio y agito su mano, era adorable-

- Buena suerte durmiendo -guiñó el ojo y rei-

Cuando cerro la puerta suspire y cerre mis ojos, seguidamente inspire el olor varonil que habia dejado en la almohada y enterre mi rostro en la misma. Estaba empezando a desarrollar sentimientos por él, creo que no había que tener un Máster para comprobarlo, y no sé hasta qué punto esto era bueno, para mi, para él, pues parecíamos dos almas en pena pero al menos él tenía un propósito, el fútbol. Yo tenía que buscar el mío.

Pude descansar unas cuantas horas mas pero los chicos aun no habian llegado. La habitacion de Pedri estaba cerca de la mia por lo que con cuidado y despues de haber hecho la cama, sali a hurtadillas de la misma. Una pena que no pude llegar intacta a la que era mi habitacion.

- ¿Perdona? -mierda, Sira-

- Buenos dias con alegria -puse mi sonrisa mas inocente-

- Desde luego para ti -alzo una ceja divertida-
- No es lo que parece -alce mis manos y suspire al ver su cara- de verdad Sira

- No preguntare -empezo a reirse y me siguio a mi habitacion-

- No podia dormir y el tampoco, simplemente -mordi mi labio- estabamos los dos en la cocina y simplemente me invito a dormir porque gracias a tu padre no he podido dormir con la peliculita -rodee los ojos-

Savior ComplexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora