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Abril Brown

Un rayito de luz apuntando directamente a mi cara me despertó. Diriji mi mirada al reloj que había en la pared, la una y media del medio día y seguía como si me hubieran dado una paliza. Además, mi ánimo no estaba tampoco por las nubes ya que hoy era el último día, la boda se celebraría mañana.

Me levanté algo perezosa para dirigirme al baño y lavarme la cara. Estaba pálida y los recuerdos de lo que sucedió ayer pasaron como flashes por mi cabeza. Mentiría si dijera que no siento todavía el miedo en mi cuerpo. Si Pedri y los chicos no hubieran llegado a tiempo, no sé lo que hubiera podido pasar.

Y el simple hecho de que se preocupara como lo hizo por mi y se quedará ayer hasta que me durmiera hacía que mis pocas esperanzas estuvieran a flote, pero de nada serviría. El iba a casarse y yo iba a presenciarlo con mis propios ojos.

Tenía un vuelo para mañana a las nueve de la noche, pues inventé la excusa de que no había vuelos más tarde y necesitaba ir a una reunión urgente. Realmente tenía una reunión en dos semanas pero eso no lo tenía que saber nadie. Simplemente no soportaría pasar toda la noche en la fiesta viendo lo felices que iban a ser pues a pesar de todo, nunca deje de querer a Pedri.

Estaría con ellos en su día pero volvería una vez terminara de cenar para tener tiempo de margen cuando fuera al aeropuerto. Se lo comente a Danielle esta semana y aunque se decepcionó un poco al principio, entendió que tenía que entrar a "trabajar" y seguir con mi vida en Holanda.

Pedri no sabía de esto y sinceramente no tenía ninguna intención de decírselo, no creo que fuera lo mismo que eramos antes, no creía ser suficiente para él como para romper un matrimonio y sinceramente no tenía ninguna intención de que lo hiciera, no a estas alturas.

Me sequé la cara con la toalla y suspire antes de bajar hacia la cocina, de la cual salía un rico olor. Al entrar pude ver a la pareja cocinando, ella lo tenía abrazado por la cintura y dejando besos en su espalda, la cual estaba sin camiseta. Una pequeña corriente de celos me recorrió al ver esa imagen, pero sabía que en el fondo era lo mejor y me alegraba por ellos. O al menos eso me hacía creer.

-Abril -dijo mi amiga sonriendo a medias- buenos días.

-Buenos días -dije con la mirada algo preocupada de Pedri puesta sobre mi, no creo que olvidemos tan fácilmente lo que paso ayer-

-¿Dormiste bien? -dijo el canario aún con esa mirada sobre mi-

-Si... muchas gracias -el sabía porque-

-Por ello te preparamos la mejor habitación de invitados que teníamos -dijo Dani riendo- ¿a que si amor? -dijo mirando a Pedri y besandolo con ferocidad-

-Sí -asintió con la cabeza confundido por el comportamiento de mi amiga-

-Bueno a comer chicos -mi amiga señaló hacia la mesa-

La comida pasó tranquila y estuvimos hablando de cómo nos fue ayer la despedida a cada uno. Pedri y yo omitimos la vuelta, pero no pudo evitar el golpe que tenía en el labio. Se excuso diciendo que un chico que estaba borracho se había abalanzado sobre él. Dani creyó su mentira.

Les pregunté acerca de la luna de miel aunque me pesaba por dentro pero tenía curiosidad en saber que iban a hacer.

- Vamos a ir a América -dijo Lottie cogiendo la mano de Pedri- queremos visitar todos los estados cuantos podamos, y también queríamos ver algún partido de baloncesto y hacer actividades culturales propias de cada localización -dijo con una sonrisa difícil de apagar-

-La verdad que si es original -dije sorprendida- lo pasareis en grande -forcé una sonrisa-

-Sí -murmuró Pedri sin quitar la mirada de su plato-

Savior ComplexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora