Si Julián no inventaba una excusa, estaría muerta en menos de lo que canta un gallo, mi mente se encontraba bloquedada, Sara no tendrìa problema, pues eran algo similar a primos y no era a<lgo raro que estuvieran juntos.
-Baja del auto-ordenó Julián.
-¿Qué vamos a hacer?
-Nada fuera de lo normal.
¿Qué? Eso me dejó confundida, pero Julián ya bajó del auto, no tuve otro remedio que hacerlo también. Paula me miró interrogativemente y trató de abstenerse de mirar mal a su jefe. Él, muy seguro saludó a Paula y explicó que debía ir con Sara a hacer algo y me pidió que fuera...o algo así, bueno digámos que no escuché ni la mitad de la explicación, lo que pasó es que el sol se estaba escondiendo y justamente sus últimos rayos dieron en la mejilla izquierda de Julián, era irresistible no quedársele mirando.
Paula se convenció fácilmente, después de cruzar varias palabras sobre trabajo, cada uno se fue para su casa.
Supongo que se sentía mejor de lo que había esperado. Estar de nuevo bien con Julián era...era...hermoso.
* * *
Las vacaciones ya me estaban aburriendo, bueno...probablemente esa no era la razón de mi desgano combinado con un poco de tristeza, y como todos ya se lo deben imaginar, era: Julián. Ni una llamada, ni un mensaje, ni un regalo, NADA. Ya me estaba preocupando, no había intentado llamrlo,no sabría decir muy bien el porque.
Sea como fuere, quise darle una sorpresa enorme. Me puse un vestido juvenil y me arreglé muy bien, llamé a mis padres diciéndoles que iría al centro comercial, y teniendo en cuenta que el trabajo de Julián no quedaba a una distancia exhorbitante de mi casa y que tenía energía para correr una maratón, caminé a paso ligero hasta llegar a su trabajo.
-¡Señorita Mariana! Que alegría verla por aquí nuevamente. Permítame su chaqueta y pase.
-¡Susana! El gusto es mío, gracias y llámame solamente Mariana.
-De acuerdo, ¿Algo más que necesite?
-¿Puedes guiarme sanitario por favor?
Entré y me miré al espejo buscando alguna falla notoria en mi vestimenta o maquillaje, al no encontrar ninguna salí del baño y entré a la oficina de Julián. No sé que esperaba encontrar.
Bueno, al menos todo fue normal, estaba reclinado sobre su escritorio, muy concentrado, leyendo algunos papeles, no pareció notar mi presencia. Tuve que fingir tos para que reparara en mí, y me dio un salto el corazón, al verme abrió los ojos notoriamente y su boca exclamó algo que no pude oír.
-Considerando que no te has acordado de mi últimamente, vine a ver como estabas.
Se quedó embobado un momento más y luego sacudiéndo la cabeza ligeramente sonrió y me respondió.
-¡Eres tú quien no se acuerda de mí! En lo personal, todo ha estado normal, nada interesante que pueda contarte...
E iniciamos una agradable charla...No te ilusiones Mariana..., pero de pronto esas palabras fueron sólo eso, palabras. Básicamente no hablabamos de nada que tuviera importancia, pero cada uno era feliz compartiendo con el otro, el tiempo pasaba muy rápido, y de la nada, apareció Susana.
-Señor, debo pasar los informes a contaduría, ¿Me los puede dar por favor? Los llevaré ahora.
Julián puso cara de confusión y luego miró a su escritorio y entendió de que hablaban.
-¡Oh! Umm...Susana...los tendré listos mañana, ahora no puedo.
El sol se estaba ocultando, las estrellas pronto saldrían y yo seguía aquí.
-No, entrégalos ahora, yo debo irme, ya es tarde.
Con una mirada, Julián le dijo a Susana que se retirara.
-Te dejaré en tu casa, no hay prisa, además los informes no son de urgencia.
-¿Estás seguro?
-Completamente.
Me puse de pie y me quede parada en frente de los ventanales, siempre era un espectáculo ver el anochecer aquí, en unos segundo Julián se unió a mí.
-Debe ser hermoso tener una vista así todos los días- giré mi cabeza para quedar en frente de la suya, sin darme cuenta, el también hizo lo mismo y replicó-. Lo es.
Poco a poco nos íbamos acercando, en realidad él se acercaba. Pienso que el primer beso es uno de los recuerdos más memorables que una persona puede tener, siempre me pregunté cómo sería el mío, y aquí estaba, a cinco escasos centímetros de un hombre...de un hombre de veintisiete años.
No sé como, nunca lo sentí, pero él tenía sus manos ya en mi cintura y los ojos cerrados, imité su ejemplo y...un teléfono sonó.
La magia que hubo entre los dos, de repente se esfumó, el celular de Julián estaba sonando.
-Contesta-dije evitando su mirada.
Se frotó el cuello y contestándo la llamada se alejó de mí.
-¿A comer?...No lo sé...Claro...Esta bien...A las ocho.
Colgó y mi intuición femenina me dijo que no era un hombre quien había llamado. Con voz suave para que no sonará enojada le dije.
-Entonces será mejor que te arregles, hablamos mañana.
Sonó exactamente como quería. Julián me llevó en su auto, le dije que me dejara una cuadra antes de mi casa, por seguridad, nos despedimos y prometí llamarlo mañana en la tarde.
Entré a mi casa, hice lo que tenía que hacer y los recuerdos e historias perfectas no dejaban que durmiera, no sin una sonrisa.
* * *
-¡Julián! ¿Cómo estás?
-¿Mariana? Mmm...hola.
Estuve en el teléfono al menos durante media hora, yo naturalmente estaba animada, pero al parecer a Julián no le había caido demasiado bien mi llamada, cada vez que le preguntaba algo respondía con monosílabos y esperaba a que yo continuara la conversación,hubo momentos incómodos de silencio total. ¿Qué estaba pasando?
.Bueno...hasta luego-dije con voz molesta
-Chao- dijo sin imutarse, pero no colgó, en cambio yo, fúrica colgué insultando a todo en voz baja.
Estaba segura de que algo le pasaba,por lo general se muestra gentil y nunca tenemos problemas en lo que respecta a comunicación entre ambos...pero algo está claro para mí, nunca más lo volveré a buscar, si él me llama yo le contestaré, si él me busca yo responderé, pero si espera que yo lo haga...puede irse olvidando del tema.
* * *
Una semana más, corrección: otra pésima semana, hasta ahora no me había buscado y yo tampoco lo había hecho. ¿Qué más da? Seguramente ya ni siquiera se acuerda de mí...y de nuevo me inundaron aquellos pensamientos negativos...no puedo darle lo que necesita...es una hombre y yo una niña...
Necesitaba hacer algo o me volvería loca, después de tanto pensarlo propuse ir a un paseo en familia, ninguno rechazó nada.
Media hora de viaje y estuvimos en un centro turístico, realmente eran piscinas, sinceramente no sé si es buena o mala suerte, caminaba tranquilamentente cuando me encontré con Bryan, como niños pequeños empezamos a jugar, cualquiera diría que éramos una pareja, especialmetne una persona que nos observaba muy de cerca. Julián.
* * *
Hola! Como están?? Bueno, espero que les guste el cap.le puse mi alma, voten comenten, no olviden que loas y las amo.
Ms. Lectura
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Mayor que yo
RomanceElla es solo una niña y él ya es un hombre maduro. Ella es tímida e introvertida, él es experimentado y reservado. Ella admira su experiencia, él admira su inocencia. Mariana conoce a un hombre muy guapo y atento, doce años mayor que ella. Como es d...