Mayor que yo

Capítulo veinticinco

Uff...

Empezaron los exámenes y muy pronto terminaron, por lo general soy buena en los estudios, y realmente no me molestan los exámenes finales, pero con esto de pensar todo el día en Julián, tal vez cambie un poco mis ideas, no lo sé, poco a poco siento que lo quier más y más

Mañana al fin salgo a vacaciones, pero, mis padres se van de viaje de negocios y mi hermana va a salir...demasiadas y hermosas coincidencias en mi vida, sea como fuere esto es genial. Por cierto el tiempo ha pasado, con Julián ya estamos cursando el tercer mes, la verdad es que odio los "por siempre" y también esos nunca que simbolizan un sinónimo del siempre, nada dura para siempre queridos, nada, la única que no fallará ante la promesa de ir a verte es la muerte, ella te espera en algún punto de tu vida.

En fin, hay momentos en los que me suelo poner sentimental y se me vienen ideas extrañas a la cabeza, no es que quiera realizarlas obviamente, pero me preguntó como será terminar con Julián, estoy notando poco a poco que me voy entregando a él completamente, ahora estoy en el cielo, y la caída va a ser dura.

Un"click" no me dejó terminar con mis pensamientos, ¡Julián me había tomado una foto! Injustamente le reclamé pero no la borró y terminó convenciéndome de que lo correcto era no hacerlo.

-¡Vamos Mar! Te ves hermosa...

-De igual manera borra esa foto

-No, no lo haré

Y de pronto empecé a susurrarle en el cuello, uno de los puntos débiles de casi todo hombre que yo conozca, era apenas decir algo sin sentido en un susurro y los verás retorcerse de la risa.

Mientras se reía, cogí la cámara y borré una foto, la que peor había salido, luego quise entregar la cámara a Julián, y me di media vuelta, pero no lo encontré y me percaté de que su risa se había apagado hacia poco, en ese instante un escalofrío recorrió mi cuerpo. Habíamos ido a un parque después del colegio para conversar un momento, ya que en estos días nos habíamos visto menos de lo habitual.

No no supe que sentir pues era extraño que hubiese desaparecido de la nada, me levanté y miré a todos lados tratando de buscarlo. Caminé un poco hacia el este pero no había algo que llamará mi atención. Mire su auto, seguía ahí pero ni rastros de él.

Realmente no supe que pensar, me sentía asustada. Y aún más cuando una mano me aprisiono por la cintura, di un pequeño gritó y un saltito, luego giré la cabeza y ahí lo vi, con una sonrisa traviesa, mi alivio volvió pero también tuve ganas de golpearlo y eso no lo retuve, le di un pequeño golpecito en el brazo, luego respire en calma y le reclamé que porque había desaparecido de la nada, entonces él me alejo y puso su cuerpo frente al mío, en sus manos un ramo de flores.

-Sólo quería darte una sorpresa- me dijo

-Me diste dos sorpresas- le respondí y le agradecí mucho por la primera, le se lo agradecí con besos y abrazos, luego repliqué-, casi me da un infarto cuando no te vi, habías desaparecido sin razón.

Vi que trató de contener su risa para no molestarme, pero de todas formas yo también terminé riendo.

Luego me pidió perdón por no haberme regalado flores antes, lo que me parecio un bonito gesto, entonces no hubo más tema de conversación y en un momento de cariño empezaron los besos, casi siempre extrañaba esa parte de él, era como sentirlo conmigo. Habían dos tipos de besos, unos eran suaves eran dulces y románticos, mientras que otros eran un poco más intensos, un poco más apasionados, a veces él solía dirigirlos a veces yo tenía la batuta.

Después, me separé de él.
-¿Sabes patinar en hielo?- le pregunté

Su respuesta fue afirmativa y me emocioné al instante, una vez ya había intentado patinar en hielo, pero era realmente mala, aparte de haberme caído varias veces, nunca pude patinar, ni siquiera un poco.

Le pregunté si en realidad sabía hacerlo y me dijo que sí, como era lógico, propuse ir a patinar ese mismo día y ese mismo instante. Aceptó, pero lastimosamente me di cuenta de que yo no tenía dinero, él siempre me invitaba a todos los lugares. Yo tenía ahorros y de hecho se lo mencioné, pero él se rió y me dijo que no había problema, que el pagaba todo, que por eso no me preocupara, aún así tuve un poco de recelo, en fin, subimos al auto y él manejo hasta la pista de patinaje, una vez que llegamos, yo estaba muerta de la vergüenza por dentro, pues realmente no sabía patinar y mis caídas iban a ser estrepitosas. Además de eso apenas entraba al hielo y mis pies se resbalaban.

Tras haberle dicho eso a Julián él se negó a salir de ahí pues de todas formas había sido mi idea y él quería enseñarme. Nos cambiamos los zapatos rápidamente y como siempre, entre al hielo y empecé a resbalarme Julián me tomó fuertemente por la mano y por la cintura, eso me gustó, pero no podía evitar tener la cara como un tomate. Poco a poco él me enseñó a ir en el hielo, hablándome y sosteniendome siempre, una vez incluso a causa mía ambos caímos y nos dimos un buen golpe, sin embargo el besó la parte que me había golpeado y probablemente estaba con un moretón, en un gesto totalmente tierno, se lo agradecí y tras lo que tal vez fueron unos 40 minutos pude patinar, no como una profesional, pero pude hacerlo ya sin lastimarme tanto.

Aproveché eso y fui de un lado para otro de la pista como una loca celebrando mi gran triunfo. Julián solamente reía y me acompañaba, hasta que fue hora de irnos, no daba más de las 4 de la tarde, sin embargo mis padres me iban a matar cuando llegara.

En el camino fuimos conversando. Aunque yo estaba pensando en lo que me esperaba, antes nos tomamos unas cuantas fotos que salieron bastante bien según yo, la verdad, no quería que este sueño se acabará, estar con Julián era como perfecto, ahora que lo pensaba tenía prácticamente todo lo que había querido y había saciado mi curiosidad al conocer a Julián y saber cómo es que alguien más te quiera.

Finalmente, bajé del auto y tras una larga despedida, abrí la puerta de mi casa, no tenía ninguna excusa, y mi mamá vaya que preguntó en dónde estaba, traté de zafarme diciendo que me había ido a caminar después del colegio pero me dijo que tenía que avisarle primero y que Nunca vuelvas hacer eso porque no me va a dar permiso para salir tratando de dejar el tema atrás, fui a mi cuarto fui, luego ayude un poco en mi casa, pero sin embargo esa noche llegaría a dormir como un ángel, sólo tuve un sueño, un extraño sueño Espero que eso sólo haya sido un sueño y no una premonición.

*******
Hola chicas! Cómo están?? Sí, tienen todo el derecho a asesinarme, si quieren les doy mi dirección.
¿Por qué no he actualizado? La verdad, no voy a poner excusas, simplemente necesitaba hacer una planificación de los próximos capítulos, para no hacerlas esperar demasiado entre una actualización y otra, ahora que ya tengo todas las ideas claras y completas no va a haber más de dos semanas en las que no actualice.

Ideas claras, ahora sí y no se preocupen.

Muchas gracias por todo el apoyo que me han brindado, no olviden que las quiero mucho, mucho, mucho, mucho, mucho. Un abrazo, no se olviden de votar y comentar.

Ojalá que el capítulo les haya gustado, se vienen otros capítulos con más aventuras.

Cuídense.

Besos y chocolates.

TheGreekEmpress