-Antonela-susurré despacio, con fastidio-. Pero que gusto.
Me miró con un aire de superioridad y me ignoró mientras ponía los ojos en blanco y luego vio tristemente a Julián, él en cambió se veía algo molesto y me hizo una señal para que lo esperara mientras el conversaba con Antonela y arreglaba las cosas.
Me quedé allí y me pregunté si Julián regalaba un anillo a todas sus novias, por alguna razón el anillo parecía de compromiso, algo indirecto, pero Julián era celoso. Se habían ido casi al otro extremo del mirador y platicaban enérgicamente mientras movían sus manos y hacían gestos, y entonces, me sentí mal por Antonela, ¿Qué pasaría si yo estuviera en su lugar? Si un hombre del que he estado enamorada por mucho tiempo, me dejara por una niña, vaya, debe estar sufriendo.
No podía seguir viendo eso o empezaría a sacar conclusiones apresuradas, saqué mi celular y vi una llamada perdida de Paula, le devolví la llamada y me contestó enseguida.
-¡Mariana! ¿En dónde estás?
-Umm..., caminando un poco.
-Bueno pues, te digo que el viaje de nuestros padres se adelanta, se van mañana por la madrugada y regresarán a finales de noviembre para luego irse de nuevo y quedarse en la casa de los padres de mamá, para celebrar Navidad. Ven rápido y hablamos más tranquilamente.
-Ya iré luego-y antes de que pudiera replicar, colgué.
Julián abrazaba a Antonela, y ella parecía estar llorando desconsoladamente, luego de un rato, se separaron, lo que me pareció bien, pues nadie quería ver como hacía un escándalo. Ella caminó a paso ligero, realmente estaba llorando a mares, lamentándose su desafortunada relación, ni siquiera me miró y por alguna razón tuve la sensación de que era una despedida, por un largo tiempo.
Julián se acercó a mí, parecía afligido, pero aun así me sonrió.
-No le dije que nuestra amistad terminaría, pero le dije que allí quedaba todo, sólo en amistad...
Di un suspiro y le dije que debía ir a casa.
-Al parecer mis padres se van de viaje y vienen en noviembre-susurré con aire un poquito pícaro.
-Bueno pues, tendrás tiempo libre...-conversamos de cualquier cosa, pero se encontraba distraído, y yo sabía bien porque. Pero en cada semáforo que caía en rojo nos besábamos tiernamente.
Me dejó en la puerta de mi casa y yo bajé, supe que tardaría unos días en superar lo de Antonela, pero al menos volvería a ser el de antes.
Entré a la casa y un olor a limpio me sobrecogió, la casa estaba recién hecha bla limpieza, me dirigí a la sala y vi a mi hermana y a mis padres reunidos. Di un gran abrazo a mis padres, los quería, a pesar de no verlos continuamente, luego saludé a Paula.
-Hija, el viaje de negocios se adelantó, partiremos mañana con el alba y volveremos a finales de noviembre, luego ya veremos qué pasa-me explicaron una cuantas cosas más, y me dijeron que me portase bien. Pasaría al menos un mes sin mis padres, estábamos a mediados de septiembre.
-En cuanto a mí-dijo Paula-, iré de paseo con unos amigos..., salgo mañana también y llegaré en aproximadamente dos semanas.
Al parecer tendría dos semanas completamente solitarias. Nada mejor. Pues eso significaba una sola cosa ¡Tiempo con Julián! Todos me dieron indicaciones, las típicas de siempre, probablemente mi hermano venga uno de estos días a ver cómo va todo. Luego jugamos juegos de mesa, y me despedí de mis padres y de mi hermana afectuosamente, pues no los vería en mucho tiempo. Al final mandé un mensaje lleno de corazones a Julián y me eché a dormir.
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Mayor que yo
RomanceElla es solo una niña y él ya es un hombre maduro. Ella es tímida e introvertida, él es experimentado y reservado. Ella admira su experiencia, él admira su inocencia. Mariana conoce a un hombre muy guapo y atento, doce años mayor que ella. Como es d...