Mayor que yo

Capítulo diecinueve

Me sentía muerta, y cuando digo muerta es muerta, me dolía todo el cuerpo y estaba tan cansada que podía quedarme dormida hasta de pie.

Pero valió la pena, lo había logrado. Una sorpresa por su cumpleaños, y ya tenía todo listo.

Pero mejor empecemos por el principio, y que valga la redundancia.

Acabó la cena algo tarde, más de lo que yo esperaba, pero fue una velada agradable, no me puedo quejar, aunque una sola idea rondaba en mi cabeza, "es el cumpleaños de Julián", salimos del restaurante y mi novio me dejó en la puerta de mi casa, pero sin duda lo más agradable fue recibir un beso de sus dulces labios.

Me pasé una buena parte de la noche pensando en que regalarle, algo que fuese especial, algo que no tuviera. Al final saqué dos conclusiones, podía reunir dinero suficiente para ir a algún lugar de viaje o podía comprarle algo bonito y hacerle una tarjeta enorme que dijera que lo quería, ¿Sinceramente? Me convencía más la primera opción. Tal vez en ub fon de semana, pero incluso a mí me sonaba a fantasía, se lo comenté a Sara y me dijo que Julián tenía una cabaña fuera de la ciudad, en la playa y que podíamos ir allí. Le vi vueltas y vueltas, pero finalmente decidí hacerlo, lo más inquietante y divertido fue planear todo. No iba a pedirle ni un tan solo centavo a Julián, eso seguro.

Pero necesitaría darle una sorpresa. Esto parecía un cuento, más que un cuento de hecho, esto parecía una ensoñación. Entonces todo esto iría así: Haría algún producto de comida y lo vendería a las personas en un lugar público con la ayuda de Sara. De hecho ella era la más emocionada con todo esto, por un segundo imaginé cómo sería cuando ella estuviese en mi lugar...así que enamorada o que al menos le gustara alguien.

La segunda fase era que Sara le pidiera a Julián las llaves un momento, allí fue donde las sacamos copias y le devolvimos luego.

La tercera fase y la más difícil por supuesto era arreglar la cabaña, no sé porque, pero se me ocurrió adornar la cama con rosas y uno que otro chocolate, en las paredes pone algo de serpentinas y una foto amplificada de los dos (parecía una fiesta infantil, pero quedaría bien) y arriba un cartel que dijera feliz cumpleaños. ¿Cómo hice todo eso? Bueno tuve que hacer un sacrificio, viajé hacia la playa y entré a su cabaña para arreglarla, esto lo hice sola por su puesto, dormí ahí esa noche. Al día siguiente regresé.

Me di cuenta que todo se complicaría un poco debido a que aquel viernes que debía efectuar la sorpresa, mi hermana volvería de su viaje y ya no tendría tantas libertades de salir y dormir cuando y donde se me de la gana, pero en eso Sara me ayudó, hizo una especie de circular que decía que en el colegio teníamos un viaje de observación y que regresaríamos el domingo por la mañana..., bueno esa era la esencia de la nota. Llamé a mis padres, al inicio me negaron todo a menos que vaya con mi hermana, pero después de poner todos los puntos favorables y decirles que toda mi generación iría con tres profesores accedieron de mala gana.

Los días pasaban volando con Julián, estaba más atareada, pero cuando el jueves llegó, mi hermana se hizo presente, firmó el permiso para salir y me ayudó a alistar mis cosas, aunque en este relato no lo parezca, convencer a mis padres y a mi hermana fue extremadamente difícil y ya todo estaba preparado por lo que no podía cancelar.

El cumpleaños de Julián caía sábado pero el viernes yo ya había ido, el plan era que fuéramos por separado y yo le diera la sorpresa. Le debía mucho a Sara, pues ella convenció a Julián que tenía quería a su cabaña ese fin de semana y le dijo también que yo no estaría disponible, pero que no se preocupara. Con algo de escepticismo él aceptó.

Y ahora estoy aquí, después de darme una ducha, esperando el momento en el que Julián llegé, hay comida preparada y solo una tenue luz ilumina la cabaña. Ya han pasado dos horas, imagino que está en camino, la desesperación me está comiendo por dentro, ya no sé cómo pasar el tiempo, pero veo que la respuesta está en mis manos, prendo una computadora y entro en Internet, es la mejor forma de pasar el tiempo. En Facebook me sorprende lo que encuentro, un mensaje de quien no creía posible.

Antes de conocer a Julián estaba ilusionada con un muchacho, mayor que yo, pero no por tanto, no contaré lo que pasó exactamente por hoy, pero terminamos mal, dudaba que fuésemos amigos en un futuro, pero ahí estaba, un mensaje de él como si nada hubiera pasado, le respondí por cortesía, todo fue bien, no me quejo, pero llegó un momento en el que se puso idiota y no le respondí. No sé cuánto tiempo ha pasado, pero Julián aun no llega.
♥ ♥ ♥
El sabor húmedo y caliente de unos labios me hace despertar, no sé cuando me he quedado dormida, pero al despertar lo veo frente a mí por fin.

-Ya has llegado- digo como si no fuera obvio.

-Estaba triste pensando que no pasarías mi cumpleaños conmigo, pero veo que este será el mejor.

Nos besamos, las flores y los chocolates ya eran historia y estaban tirados en el piso. Cuando nos separamos lo vi, estaba con terno, elegante y muy guapo como siempre. Se cambió de ropa, frente a mi y no pide reprimir una sonrisa y un deseo. Comimos a gusto, me dijo que se había tardado porque sus amigos lo retrasaron, sabiendo que se iba a ir el fin de semana, habían preparado una reunión sorpresa. Hablamos como siempre, pero noté que estaba triste, traté de hacer caso omiso, pues tal vez solo era mi impresión.

Aunque realmente no pude pasar por desapercibido cuando nos acostamos a dormir y él giró su cuerpo sin abrazarme si quiera, como era la costumbre. Entonces lo miré y le pregunté que le pasaba, me dijo que nada, pero sin embargo una traicionera lágrima se le escapó y entonces mi Julián se derrumbó.

***
Hola!! Cómo están?? Espero que bien y que el cap. Les guste mucho, no tengo tanta inspiración, pero igual está hecho con mucho amor, perdón si hay algún error ortográfico, pero mi computadora está dañada y escribo desde mi celular.
Comenten por favor.
Gracias por su apoyo.

Cuídense.

Besos y chocolates.

~TheGreekEmpress~