Capítulo veintiocho

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-Julián-respondí con un asentimiento de cabeza, una parte de mí quería abrazarlo y colmarlo de beso, pero al parecer en la batalla había ganado aquella altivez y me decía que debía ser fría.

Pasamos un rato en silencio, con el suave revoloteo del auto al moverse, no sé que esperaba, lo esperaba todo, pero sin saber qué específicamente. Pasó y pasó el tiempo...

-¿Cómo has estado?

-Pues, no me quejo, especialmente ayer mi día fue de las mil maravillas-dije, vale, mentí, pero no hace daño un poco de esto-. ¿Cómo la pasaste tú?

-Bien, supongo.

Los hombres son como niños, vale, no todos, pero en su gran mayoría y aunque lleguen a la adultez siguen siendo inmaduros, no es que me jacte de persona super madura, pero las mujeres tienen un nivel más en eso que los hombres. Tomé la iniciativa para hablar sobre el tiempo que nos habíamos dado.

-¿Por qué? ¿Por qué me pediste aquel tiempo?

-Porque..., ¿Por idiota? Mar, mira, solamente sé que esto es algo extraño, mira que eres menor a mí y si, estoy enamorado, estoy más que encantado, era todo un sueño verte vestida de blanco, pero la edad..., yo envejeceré y tú estarás en la flor de tu juventud.

-Hay parejas casi con treinta años de diferencia, no desentonaríamos mucho.

Rió, vale, con lo de: "verte vestida de blanco" no supe si lo decía en serio, de hecho mi mente me dijo que no le creyera, pues a su edad ya se piensa bien lo de casarse...

-Ay..., te extrañé

Lo miré, pero no le dije que yo también, cómo nunca. Entonces llegamos a mi colegio, advertía algo diferente en él, era como si hubiese cambiado, como si se hubiera vuelto un poco más altanero en su forma y que me importista en su actitud, el timbre sonó, estaba tarde. Entonces ocurrió, nos besamos rápidamente, pero el mensaje fue claro, ese beso no había tenido nada de corazón, no había nada, estaba vacío, era solo una costumbre, juntar nuestros labios simplemente porque si, en mi mente me imaginaba una estupenda reconciliación, porque las reconciliaciones siempre tienen de por medio un beso, y uno que sabe mejor que cualquiera, pero este no fue el caso, simplemente fue sentir la piel de sus labios chocando contra la mía, era un beso vacío..., era un beso porque sí...

Y eso me dolió.

Y eso me rompió.

Y me pregunté si este era el fin, me cuestioné si volveríamos a ser algo y podríamos superar esto, y tenía dos respuestas y mi naturaleza negativa me hizo escoger la que me dejaba sin corazón.

No, nunca volvería a ser lo mismo.

Ese día fue pésimo y empecé a pensar que todo este corto tiempo en el que me había sonreído la vida, en el que estaba feliz y en el que creí haber encontrado paz al fin, solo había sido una trampa del destino que ahora mismo viene a por mi, viene a darme el sufrimiento compensatorio a lo bueno que me ha dado, en este último tiempo, no sabría decir cuánto, me había vuelto más voluble y más sentimental, en el sentido de que mostraba mis emociones en ese mismo momento, si tenía que llorar, lloraba y no resistía hasta que la noche me diera la oportunidad de estar sola, no sé si aquello es bueno o malo, ¿Fuerte el que muestra una sonrisa y oculta lágrimas? Certeramente, pero verdadero el que no se contiene, el que llora no por dar pena o por que le pongan atención, si no aquel que llora sin hacer mucho escándalo y sufre solo, sufre aferrándose a si mismo, exterioriza lo que siente, sin embargo no espera que alguien lo escuche, ni que alguien vaya a consolarlo, simplemente llora para enfrentarse a la nueva batalla ya curado de ésta...

Con este preámbulo, mis lágrimas brotaron incontrolables, salí de clases rápidamente y las sequé, no quería llorar frente a él. Subí al auto, con un suspiro supimos que llegó el momento, nos miramos a los ojos.

-¿Lloraste? ¿Si quiera sufriste en el tiempo?-pregunté, enfrentándolo.

-¿Qué si lo hice? ¡Claro que lo hice! Mariana, pensé que no volveríamos y me dolió.

-¿Me quisiste o fue todo mentira? 

-Lo que siento por ti es verdadero, te quiero, y te quiero muchísimo

-¿Cuánto de ti me has entregado?-de nuevo hora de confesarse, esperé que dijera al menos un 70%, pero su respuesta fue un golpe bajo que me trizó un poco el alma.

-Un sesenta por ciento

Me quedé callada, pero no podía dejarle saber que me afectó.

-¿Volveremos a ser los de antes? ¿Volveremos a vivir como antes?

-Sí, es que...wow..., quiero, realmente quiero que seamos la hermosa pareja que éramos.

-¿Pero...?

-No hay peros, eso es lo que quiero y ya, pero dime, ¿Qué piensas tú?

-Yo también lo deseo, pero, cariño, me estás perdiendo, esfuérzate, porque si no lo haces, no funcionará.

-Claro que lo haré

-Genial

Ambos éramos dos estatuas, estaba feliz, pero a la vez triste, porque los tiempos no son algo que se deba tomar a la ligera, esto puede ser decisivo para la relación, e incluso una de las peores cosas que se puede hacer. Al poco tiempo lo abracé y lo besé, pero tenía el mismo sentimiento, los besos eran vacíos y los abrazos no sabría describirlos, era como entregarse todo, era como dar a conocer la tristeza del otro y a la vez reservarse para no salir lastimado...

Conversamos un poco más, ambos cautelosos de lo que decíamos, nos teníamos confianza, pero estábamos tanteando el terreno primero, llegamos a mi casa tarde, pero ya tenía una excusa, necesitaba confiar en alguien, necesitaba contárselo a alguien, pero no sabía a quién. ¿Sara? Me sorprendió lo mucho que nos habíamos distanciado, no lo quería aceptar, pero había preferido a Julián y le había dedicado muchísimo tiempo a él, mientras que con Sara nos distanciábamos, todos dirían que nuestra amistad era perfecta, que somos tal para cual, pero cada quién tiene sus fallas, y la quiero, pero pronto deberé tener una conversación con ella.

Bajé del auto y después de las excusas subí a mi habitación, un día más, el futuro era incierto, nadie tenía escrito lo que pasaría mañana.

Pero, todo estará bien, al fin y al cabo siempre lo está, me dije a mi misma.

***

Hola chicas! Cómo están?? Espero que les haya gustado el cap. comenten, no está con mucha aventura, pero esperen un poquito y ya se viene lo bueno. ¡La amo! No se olviden de votar y comentar.

Cuídense.

Besos y chocolates.

TheGreekEmpress

Mayor que yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora