Duodécima carta

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Querida Marinette:

Después de haber conseguido tu número por medio de Beka, no supe si era correcto escribirte, así que esperé unos días hasta tener una respuesta a mi pregunta. Cuando la tuve, lo único que te escribí fue un simple "hola" seguido de mi nombre. Estaba muy nervioso mientras esperaba tu respuesta y no sabía qué hacer para evitarlo. En el momento en el que mi celular vibró pude ver tu mensaje. Era algo corto, pero demostraba que no estabas incómoda con el hecho de mandarte mensajes, así que continué hasta mantener una conversación fluida hablando de tus diseños. Me contaste lo mucho que te apasionaba y que, específicamente el atuendo que había visto en la firma era algo creado basado en la imagen que te había dado todo este tiempo. Mi corazón no pudo con tanto, así que tuve que despedirme antes de correr a ti y decirte lo mucho que me gustabas.

Querida MarinetteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora