Querida Marinette:
En esta carta quiero agradecerte por estar conmigo estos últimos tres años y hacerme el hombre más feliz del mundo. Mis metas de estar contigo en todo momento mientras te hago muy feliz, siguen en pie.
Recuerdo que yo pensaba en renunciar a ti al ver lo lejos que estábamos el uno del otro, pero pronto supe que nada era imposible y que un nosotros no era del todo irreal. Cuando empezamos a hablar, a reír y a compartir nuestros mejores momentos, me di cuenta que no me había equivocado contigo. Eres extraordinaria, creativa, amable y una gran persona a la que admiro en todo momento. Estoy orgulloso de ti y de que poco a poco tu sueño se esté formando. Ahora tienes más pedidos de ropa porque la gente adora tus diseños y sé mejor que nadie que eso te hace muy feliz, querida mía, porque es algo por lo que has luchado por tanto tiempo y yo, orgullosamente te apoyé y te ayudé. Por eso es que por este medio, y de la mejor manera te pido que seamos un para siempre, uniéndonos no solo en cuerpo, sino en alma.
Marinette, mi hermosa dama, ¿te casarías conmigo?-Luka... -susurró la joven pelinegra con lágrimas a punto de salir- Por supuesto que me encantaría casarme contigo, mi amor.
Sus ojos fueron hasta la foto enmarcada que reposaba en su mesita de noche al lado de la cama. Ahí se reflejaban sus rostros sonrientes mientras sostenían el helado favorito del otro. Luego se desviaron hasta el montón de cartas esparcidas por la cama que tenían la letra de su amado, relatando en cada una los momentos más importantes para ambos.
Agarró delicadamente una pluma de color azul y escribió su respuesta al lado abajo de la pregunta, después, dobló todas las cartas y las guardó en sus respectivos sobres, colocándolas nuevamente en su cajita.-Tal vez en esta vida no pudimos ser totalmente felices, pero en la siguiente te prometo que lo seremos, mi querido Luka.
Muchas gracias por leer y por el apoyo brindado a esta historia corta.
Créditos a quien corresponda con respecto a las imágenes utilizadas, incluida la de la portada.
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Querida Marinette
RomanceDesde ese preciso momento lo supe. Tú merecías más que un te amo y yo estaba dispuesto a demostrártelo, porque era un hecho que me gustabas, siempre lo hiciste.