𝑾𝑨𝑹 𝑶𝑭 𝑯𝑬𝑨𝑹𝑻𝑺 || 𝘾𝙝𝙞𝙨𝙝𝙞𝙮𝙖 𝙎𝙝𝙪𝙣𝙩𝙖𝙧𝙤

𝐂𝐔𝐀𝐓𝐑𝐎 ♡

____________Playa todo Incluido_________

Mientras Arisu se quedaba procesando lo ocurrido, fui en busca de Karube, bajando hasta el piso en el que habíamos peleado contra el cazador.

-Karube...

No esperaba encontrarme al chico de pie, apoyado contra una pared y una mano ensangrentada presionada en el estómago.

-¿Qué ha pasado?

-Estaré bien, vamos -levantó la otra mano, en la que tenía agarrado un walkie-talkie y empezó a andar hacia delante.

Dejé que se apoyara en mí y encontramos a Arisu en la salida para ir todos juntos al centro comercial.

-¡Arisu!¡Karube!¡Menos mal! -Chota se acercaba a nosotros a paso lento, con una muleta y alegre de volver a ver a sus amigos-. Al no veros esta mañana pensé que os había pasado lo peor. ¡Que contento estoy!

Me separé de Karube, dejando que se agarrara a Arisu mientras se abrazaban los tres y yo me movía hacia Shibuki.

-¿Donde habéis estado? -me preguntó, girándose hacía mí.

-Jugando al pillapilla -respondí, con una sonrisa divertida.

Después de haber sacado medicamentos para calmar el dolor de Karube y el mío, después de haberle vendado el torso y haberme pegado una gasa en el hombro, todos nos sentamos a hablar.

-¿Se comunicaron por radio? -preguntó Chota, mirando el walkie-talkie que el rubio había dejado en el centro de la mesa.

-Sí. Vamos a lo que llaman La Playa, puede que averugüemos algo.

-¿Allí es donde creéis que está todo el mundo? -preguntó Shibuki.

-Todos no, pero probablemente haya un refugio o... Un grupo de gente bastante grande -respondí.

-Las playas más cercanas son la de Shonan, Izu e Ito.

-Estan muy lejos -advirtió Chota, en lo que pareció un quejido.

-Llegaremos, sólo es cuestión de tiempo -afirmó Karube.

-¿Qué hacemos? ¿Nos vamos?

-Podríamos... Preparar unas mochilas e ir a buscar ese refugio, tenemos el visado renovado -opiné, sentándome en el suelo con cuidado de que nada rozara mi hombro.

-Hay... Más opciones que fiarnos de la voz de la radio -añadió Karube, mirando cada uno de mis movimientos.

-Chota no puede con la pierna así -repuso Shibuki-. Y nuestros visados... expiran en horas.

Un pequeño silencio llenó la tienda y miré a los chicos. Tal vez en esa playa habría un médico, uno que pudiera ayudar a Chota, y ya de paso a Karube y a mí.

-Superaremos el juego de hoy, os conseguiremos más días y mañana, nos pondremos a buscar la playa -sentenció el rubio, ganándose la atención de todos.