19

121 12 0
                                    

Estoy dando vueltas en la cama desde que me acosté hará ya unas cuatro horas, la necesidad de mandarle un mensaje a Lisa y preguntarle por sus padres me quitó por completo el sueño; no puedo estar tranquila sabiendo que está conduciendo tan tarde, cualquier cosa podría pasar, como dicen: "la noche es del Diablo". Grité mordiendo la almohada para no despertar a mi familia, me estoy desesperando; me levanté dando unas cuantas vueltas por la habitación. Desistí de la idea de dormir y bajé al primer piso, fui a la cocina por un vaso de jugo y unos pasteles para calmar mi ansiedad, y después me acosté en el sofá poniendo una película para entretenerme mientras el sueño llega.

Suspiré mirando las luces de la televisión reflejarse en el techo, luego fijé mi vista en el reloj de la sala volviendo a suspirar «2:34 am» anuncia indicando que solo han pasado un par de minutos desde la última vez que lo miré. Lo mandé todo a la mierda y tomé el celular entrando a su contacto para enviarle un mensaje: «Hola, sé que es tarde, pero quería saber si ya recogiste a tus padres y a tu abuela en el aeropuerto y si están todos bien». Le dí enviar e intenté centrar mi atención en la película, que por cierto no es la misma que había puesto antes, supongo que esa ya terminó y en mi ataque de ansiedad y toxicidad extrema no me di cuenta. El timbre de mi teléfono me hizo pegar un brinco, su llamada me sorprendió al mismo tiempo que me alegró, podía haberme escrito un mensaje de vuelta, pero en cambio decidió llamarme.

¿Lis?¿Ya estás en tu casa?-inquirí sentándome en la posición del indio con una maldita sonrisa plasmada en mi cara.

No, estoy conduciendo de regreso, todos se quedaron dormidos, están muy cansados-su risa resonó en mi oído provocando que mi corazón latiera desbocado, ¿por qué es tan jodidamente perfecta?–Rosie, ¿que haces despierta tan tarde? Mañana tienes escuela-indagó en voz baja, acomodé un cojín en el borde del sofá y me acosté sobre él.

Tú también tienes que ir a la escuela mañana, además quería saber que llegaron bien, es muy tarde para andar por la calle, a veces puede ser peligroso-contesté terminando de comer la merienda que había traído; me giré de lado manteniendo los ojos cerrados por más tiempo del que hubiera querido.

Pero no es lo mismo, tú tienes que aprender cosas nuevas. Y gracias por preocuparte, pero ahora tienes que dormir Rosita, necesitas descansar-sonreí aún con los ojos cerrados, me molesta mantenerlos abiertos.

Siempre me voy a preocupar por ti Lis-la escuché suspirar y una puerta metálica ser abierta, supongo que es la de su garage.

Y yo me preocupo por ti siempre, te quie...-todo sonido se apagó dejándome en un oscuro vacío, no veía ni oía nada, me sentí en paz.

–Chae, mi amor, despierta-me removí incómoda tratando de volver a dormir, duele cada centímetro de mi cuerpo, creo que ya es hora de cambiar la cama–Bebé, tienes que ir a la escuela, se te hará tarde-insistió mi madre acariciando mi rostro, sonreí ronroneando como gatito, amo las muestras de cariño de mamá, siempre es muy dulce y delicada.

–Está bien, pero hay que cambiar ya esté colchón, me dejó el cuerpo totalmente adolorido-comenté abriendo los ojos y fijándolos en los negros frente a mi.

–Ay mi niña, no hay que cambiar nada, te quedaste dormida en el sofá, estabas hablando por teléfono seguro-agitó el celular frente a mi cara, de un momento a otro los recuerdos de anoche sé agolparon en mi mente haciendo que me levantara de un salto acasionándome mareo–Tranquila, tranquila que te vas a caer-sujeto mis hombros volviéndome a sentar.

–Es que dejé a Lisa hablando sola, me dormí-gimoteé sintiéndome mal, estuve toda la noche despierta, y cuando por fin reuno el valor para hablarle y lo estoy haciendo, me quedo dormida. «¿Estabas hablando con ella?» preguntó sentándose a mi lado con una gran sonrisa y la ceja alzada, de ahí heredé esa manía–Me preocupé mucho de que le ocurriera algo tan tarde cuando tuvo que ir al aeropuerto así que no podía dormir-conté recostando la cabeza en su hombro–Mamá-llamé obteniendo una confirmación de que me está presentando atención. Tragué fuerte comenzando a jugar con mis dedos, no sé cómo decírselo o siquiera si tengo que hacerlo–Estoy enamorada, y sé que no debería siquiera sentirme atraída por ella, pero no lo pude evitar, desde el primer instante en que la vi algo se creó aquí dentro-apreté la tela que cubre mi pecho con algunas lágrimas asomándose en el borde de mis ojos–desearía que no hubiese ocurrido así porque es alguien importante para todos nosotros y esto hace la relación con la familia se vuelva más complicada-tomé aire preparándome para decir el nombre, necesito toda la valentía de la que carezco para decirlo–Ella es... es...

–Lisa-su voz me dejó estupefacta «¿Qué?» murmuré sintiendo el suelo debajo de mi removerse–Que es Lisa la chica de la que estás enamorada-afirmó aumentando el vacío en mi pecho; ¿cómo lo sabía?

–Quita esa cara hermanita, ya todos lo sabemos, no eres muy buena para esconder lo que sientes-mi hermano irrumpió en la sala dirigiéndose a la cocina para desayunar, si tan mala soy para acultar mis sentimientos, entonces ¿Lisa lo sabe?; no creo, si lo supiera hubiera dejado de hablarme hace mucho ¿verdad?

–Con que todos lo saben-confirmé poniéndome de pie y caminando hasta el desayunador seguida por mi madre–¿Tú también lo sabías?-pregunté en dirección a mi padre.

–¿Que cosa, que estás enamorada de Lisa? Pues sí, somos tu familia pequeña, y es nuestro deber darnos cuenta de lo que te ocurre incluso antes de que tu misma te des cuenta, y después simplemente esperar hasta que estés lista para contárnoslo-me envolvió en un abrazo al que se sumaron mamá y Chanyeol, me siento bien al ser reconfortada por ellos, no podría pedir una mejor familia; mas hay una duda que no me deja en paz.

–¿Lis lo sabe?

My girl (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora