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–¿Alguna duda que tengan sobre el contenido de la clase?-pregunté cerrando el plan educativo que Lisa me había dejado para que me guiara, Jen alzó sus pulgares en señal de que lo había hecho bien, le sonreí de vuelta y suspiré al ver la mano de la persona que más detestaba pidiendo la palabra, la miré y asentí en su dirección.

–¿Por qué la señorita Manoban no está dando ella la clase, y donde está?-apreté los dientes sin apartar la mirada de ella y mi sonrisa se volvió tensa nada mas escucharla.

–Lisa-remarqué el nombre sabiendo el efecto que causaría, la vi bufar y escuché la risa de Jennie intentando ser callada por su propia mano–tuvo unos pendientes que resolver y por eso me dejó a cargo de la clase esta tarde, si querías comunicarle algo me lo puedes decir y yo le doy tu recado cuando vaya a mi casa esta noche-sonreí de lado alzando una ceja.

No será necesario...gracias-esa palabra salió de su boca cubierta de veneno, se escuchó como empujaba para salir y raspaba su garganta antes de lograrlo, y solo me pude sentir satisfecha con eso, me gustó hacerla «sentir mal» después de todo lo que ha causado, es cierto eso de que la venganza es mala, pero no es menos cierto que se siente bien cuando la llevas a cabo.

–¿Qué fue lo que te pasó allá adentro?-inquirió Jennie divertida, resoplé cubriendo mi rostro avergonzada, no se siente nada bien cuando piensas en los resultados, en lo patética que te debiste ver en esa situación y diciendo ese tipo de cosas, simplemente es lo peor que se te puede ocurrir hacer.

–¡No lo sé, me volví loca cuando preguntó por ella! me puse celosa aunque no seamos nada, nunca me había sentido tan molesta antes ni ese calor irritante en mi cuerpo-me recosté a la pared por temor a caerme, después de recapacitar lo que hice y que mi sangre drenara toda la adrenalina fuera de mi sistema sentía que mis piernas fallarían en cualquier instante y caería en el suelo sin poder sostenerme de nada, cuando la valentía me abandonó el miedo se exparció como pólvora dispuesta a explotar hasta con la más insignificante chispa, darme cuenta que lo que dije podría traernos muchos problemas, más a Lisa que a mi y eso fue lo que realmente me preocupó, que por una tontería mía las cosas se compliquen y ella termine marchándose a Canadá, odiándome–Me siento una tonta ahora mismo, si Lalisa se entera moriré, lo juro, no sabría como mirarla a la cara si eso ocurriese-dejé caer mi cabeza contra el muro de bloques suspirando pesadamente, Jen ocupó el lugar a mi lado tomando mi mano y dándole un apretón con la suya.

–No pasará nada, Lili es comprensiva y si le explicas lo que ocurrió o al menos parte de eso te creerá y las cosas saldrán bien, casi te lo puedo asegurar-comentó haciéndome soltar una pequeña risa seguida de la suya–¿Qué querías que te dijera? No soy adivina para saber que pasa en su cabeza y mucho menos sé leer mentes, eso es lo más sincero y seguro que te puedo decir-se encogió de hombros, recosté mi cabeza en uno de ellos cerrando los ojos y respirando con lentitud, se siente bien descansar un minuto, aunque sea ese corto tiempo sin pensar en nada, solo encontrando fuerza en donde no te imaginabas que tenías.

–Lo sé y esa es una de las tantas razones por las que te quiero, nunca me mentirías a propósito, o al menos eso es lo que quiero creer, soportas todas las tonterías que digo y las que no me atrevo a decir también, me animas cuando estoy mal y me haces reir hasta en los peores momentos, eres mi única y mejor amiga Nini, y aunque me dieran la opción de tener muchas más la declinaría porque solo te necesito a ti.

–Puedes estar segura de que no te mentiría para hacerte daño, además tú has soportado todos mis enamoramientos, y mira que han sido varios y problemáticos, pero aún así te quedas a mi lado consolándome cuando mi corazón se rompe, me ayudas a levantarme cuando estoy lista para hacerlo sabiendo que volverá a ocurrir lo mismo una y otra vez. No te cambiaría por nada ni por nadie Chae, eres la mejor amiga que podría tener te quiero mucho-nos abrazamos desde la posición incómoda en la que nos encontramos provocando que nuestras mochilas quedaran aplastadas en medio de ambas.

–Ya llegará la chica para ti y se encargará de cuidar el hermoso corazón que tienes, lo guardará en una cajita de cristal y lo tratará con todo el amor que mereces, eso te lo puedo jurar, porque eres la mejor persona que conosco-mordí mi labio inferior callando mis sollosos, Jennie es como una hermana para mi, nos conocemos desde que tengo memoria y siempre hemos sido solo nosotras, metiéndonos en problemas y saliendo de ellos, creciendo y madurando juntas, solamente espero que a la hora de tener una vida adulta y formar nuestras propias famlias estemos incluidas en la de la otra.

–¡Dios estamos poniéndonos babosas!¿qué nos está pasando?-rió limpiando las lágrimas que se habían salido de sus ojos mientras se separaba, levanté los hombros restándole importancia y poniéndome de pie para luego extenderle la mano ayudándola a levantarse–Es real lo que dije, te amo Rosé y más te vale que sea la madrina de tus hijos y de tu boda o sabrás lo que es tenerme de enemiga-amenazó en broma colocándose la mochila en la espalda, sonreí secando mis mejillas.

–No hay nadie mejor que tú para ofrecérselo, serás la mejor tía del mundo.

–Deja eso para cuando sea el momento, ahora hay algo más importante y urgente que hacer ¡ve a por tu chica!-asentí y salí corriendo hacia el estacionamiento, no sin antes abrazarla y darle las gracias por todo, por el simple hecho de existir y decidir entrelazar su vida a la mía.

My girl (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora