Capitulo 18

4 1 0
                                    

Gabin el fuerte

No había cosa más linda que ver cómo el viento despienaba el cabello castaño de Sam mientras Faded de Alan Walker sonaba a todo volumen, Gabin y Vicky se tomaban fotos y Alan comía papas fritas directo de la bolsa, íbamos al lago al que era ya nuestro lugar.
Al llegar Alan corrió hasta el gran árbol que había y empezó a gritar
-¿Quien es el rey de los nudos?
-Tu lo eres- gritamos mientras le sonreímos pronto todos nadabamos y flotabamos en el agua. Quizás si, teníamos muchas cosas que sanar pero ¿Quien no las tiene hoy en día? Pero no importaba, no al menos en ese momento donde estaba con mis amigos y podía ser yo mismo, sin que me juzguen y sin sentirme condicionado de alguna manera.
-¿Te dijimos que eres el mejor haciendo las hamburguesas? - dijo Alan con la boca llena mientras almorzabamos
-No- dijo Gabin temeroso
-Lo eres- dijo Sam sonriéndole
-Ademas de deportista eres buen cocinero- le dijo Vicky
-Ojala los escuchará mí madre, ella es... Intensa, es decir se que me quiere pero a veces se empeña demasiado en que no me quedé estático y mí padre bueno ustedes ya lo conocen me ha inscripto a cursos de todo tipo para mi currículum creo que solo me falta corte y confección- dijo en un intento de desarmar el ambiente tenso que se había creado- Nuestros padres están canalizando sus problemas en nosotros ¿Verdad?
-Si, pero lo importante es como lo tomamos nosotros y que no nos volvamos presa fácil de todo eso- dijo Sam- Me alegra mucho haberlos conocido, sé ahora que no estoy sola y que puedo contar con ustedes.
-

Ay los amo- dijo Alan apretándose la nariz para no llorar- Quisiera quedarme aquí para siempre con ustedes, este año fue difícil para mí ustedes lo saben pero mamá está saliendo adelante y tengo fé de que todo lo que pase quedará en el pasado
-Cuentas con nosotros- le dije poniéndole mí mano en el hombro
Al dejar a todos en sus casa hice la última parada en casa de Sam, ella me invitó a pasar por una limonada fresca en su patio, por supuesto acepte.
-Estoy muy contenta por Alan, se ve que realmente le hizo bien salir de su casa y poder estar a solas con su mamá- me dijo Sam mientras se sentaba a mí lado
-Asi es, la primera en darse cuenta fue mamá ya sabes cómo es maestra lo noto pero Alan jamás quiso hablar se que esto viene de hace años y que el ha recibido varios de los golpes pero en algún momento debía parar.
-¡Dios! Pobrecito
-Siento interrumpir- dijo Demian llevaba puesto unos pantalones anchos, un bolso de mano y su pelota de básquet- Ya me voy a mí práctica ¿Cómo estás Oliver?
-Hola Demian ¿Tendrás partido pronto?
-Mañana ¿No quieres venir? Iremos temprano en el auto sirve que de paso conozcas más a la familia
-Si sería genial que nos acompañarás iremos a Argleton- dijo Sam animada
-Acepto.
Al día siguiente temprano en la mañana me subí al auto de los Bell, Demian iba con sus auriculares del lado de la ventanilla, yo en medio y Sam del otro lado mientras comíamos confites de chocolates, Paty y su padre hablaban de cosas variadas. Sam tomo mí mano y me sonrió mientras el bello paisaje contrastaba con su rostro, entrelace mis dedos con los suyos y sentí un calor recorrer mis manos pero trate de no demostrarle que me ponía nervioso que me mirara tan fijamente como lo hacía y que quería besarla cada vez que lo hacía.
***
-Oliver algún día tienes que traer a tu madre a cenar a la casa- dijo Paty mirándome de manera maternal -Debe ser una mujer grandiosa, se nota en como te ha criado
-Si, seguramente ella querra conocerlos también
-¿Por qué no van a caminar por el parque?- dijo Demian- Nosotros podemos adelantarnos al estadio los veremos ahí dentro de un rato
El parque de Argleton tenía una gran fuente en medio con agua que brotaba con mucha fuerza a tal punto que si te acercabas mucho podías mojarte, habían árboles alrededor y sobre todo muchas flores.
-Oye- dijo Sam sonriéndome -Te apuesto un algodón de azúcar a qué no me ganas una vuelta completa sin pisar las líneas del piso
-¿Samantha Bell piensas que puedes ganarme?
-Si por supuesto que puedo
Y corrimos alrededor de la fuente de un modo bastante extraño por qué intentábamos no pisar las líneas, al comenzar yo le llevaba la delantera pero el no pisar las líneas me distrajo y Sam rápidamente descubrió un método: pisar en diagonal y termino alcanzandome y hasta por segundos ganándome pero cruzamos la línea de llegada al mismo tiempo. Nos reímos pensando que el otro había perdido pero en el fondo sabíamos que era un digno empate, se acercó a mí sin dejar de reírse, la tomé débilmente por la cintura y le corrí el mechón de cabello que se le había cruzado por el rostro, nos miramos fijamente por unos segundos y la bese, Sam coloco sus brazos sobre mí hombro y me correspondió el beso. Ella comenzó a sonreír y yo también
-¿De qué sabor quieres el algodón de azúcar?- le pregunté
-¿Entonces si gane?
-¿Ni en estos momentos dejas de ser competitiva?
-No- dijo ella colgandose de mí cuello y dándome un beso corto- ¿Probaste el de frutilla?
-Es el mejor- dije sonriéndole
El estadio de Argleton era impresionante con extensas escaleras y muchas luces parpadeantes, un hombre robusto corto nuestras entradas e ingresamos al sector de la tribuna Paty agitaba las manos en el aire para que la alcanzaramos hasta donde estaba. Me senté al lado de Tom quien tenía un tic en la pierna.
-Tom saldrá bien todo- le dije
-Demian ha entrenado muy duro para esto- dijo mirándome nervioso- Lo merece, el y su equipo lo merece. Gracias por estar aquí, no te lo dije pero me alegro que estés en la vida de mí hija, hace mucho no la veía sonreír como lo hace ahora y eso es por ti
-Quiero mucho a su hija señor, haré todo lo posible para que sea feliz.
El partido empezó y fue muy parejo por momentos y desparejo por otros Paty y Tom le gritaban al árbitro cada vez que no marcaba las faltas, las porristas y las hinchadas alentaban todo el tiempo hasta que quedaba solo un minuto y solo 3 puntos de diferencia. Sam tomo mí mano y la apretó fuerte quería decirle que me estaba lastimando pero se que en ese preciso momento necesitaba hacerlo por qué su hermano estaba jugando el partido más importante. Demian se cruzó entre medio de sus rivales y lanzó la pelota al arco ¡Canasta! Pasaron dos segundos y el árbitro marco fin del partido y comenzó un momento que solo pensé que pasaban en las películas todo fue ensordecedor Sam me abrazo fuerte mientras gritaba en mí oído. Paty tiraba papelitos de colores al aire mientras Tom la abrazaba, la hinchada alentaba con fuerza y Demian en el centro era alzado por sus compañeros mientras lo idolatraban como si fuera el Dios del básquetbol, pero si, en ese momento si lo era. Todos pudimos ingresar a la cancha luego de unos minutos, Paty no dejaba de llorar mientras abrazaba orgullosa a su hijo.
-Te amo hermanito- dijo Sam abrazandolo
-Mi pequeña Sam- dijo alzandola- Gracias por estar aquí, gracias por ser mí hermana
-¡Hey!- dije abrazando a Demian
-Hey gracias por venir
Sam y yo nos reímos mientras papelitos de colores nos ensuciaban el pelo.

El Dilema de OliverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora