Capitulo 1

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Mi café favorito es con crema y chispas de chocolate

Me encuentro afuera de Carlo's revolviendo mi café y terminando mi tarea de historia mundial, me aflojo la corbata color salmón y trato de relajarme sobre mi silla. La gente continua caminando a mi lado, a toda velocidad y un camión pasa lentamente al lado mio y puedo verme reflejado en él, mi cabello castaño esta algo despeinado y mis ojos color miel estan algo saltones hoy, será porque anoche no pude dormir debido a que Boe no paró de molestarme por Whatsapp.
-Sabia que encontraría aqui al señor Oliver Banks - dijo Alan, uno de mis mejores amigos, sentándose a mi lado- Tienes... Un ojo mas grande que el otro ¿Que paso?
-Boe no dejo de mandarme Whatsapp en toda la noche
-Eso no es todo, publicó miles de estados diciendo lo idiota que eran los hombres. No le hagas caso Oliver, era hora que te alejaras de esa chica era tóxica, tan toxica como Chernobyl
-No es graciosa la comparación- dije dandole un buen sorbo a mi café- Vi el documental que nos recomendo la profesora Galloway sobre el tema y lo considero una gran tragedia
-Aqui están- dijo Gabin sentándose con dos cafés a mi lado- ¿Qué paso con Chernobyl?
-Bien- dije mirando a mi otro mejor amigo- Dale a Alan su pase directo a la diabetes, ya esta diciendo demasiadas tonterías
-Oye- dijo él tomando su cucharita para tomar su café -Sabes que mi cafe favorito es con crema y chispas de chocolate
-Estas asi por Boe- dijo Gabin, siempre tan sabio
Boe es la chica con la cual estuve en una relación por mas de cinco años, es rubia de ojos azules, cuando la transfirieron a mi clase me enamoré por completo y fuimos amigos por un tiempo hasta que aceptó ser mi novia. Su familia me quiere y la mia también a ella pero,mi madre empezó a notar unas actitudes en Boe que denotaban un poco en el egoismo que tenia y su constante interés por acaparar todo mi tiempo. Mis mejores amigos también lo notaron y más aún cuando Boe decidio unirse al grupo de voluntariado del que ellos y yo formamos parte.
-Bueno, bueno- dijo Alan cerrando su libro- Es suficiente historia por hoy ¿Qué harás con Boe?
-Estamos estudiando historia- dijo Gabin escribiendo- Lo de Boe y Oliver es aparte
-Es la historia de Oliver- Alan mordió unas donas que se pidió luego del café -Y me intereso porque la veremos en media hora ¿Estas listo para eso?- dijo apuntandome con su dona machandome un poco el pantalón con el glaseado
-Claro que si, yo seré maduro tenemos diecisiete no somos unos niños.
Minutos después nos encontrabamos en la esquina de la avenida 543, mis amigos y yo aún seguíamos con el uniforme escolar, varios de mis compañeros del voluntariado empezaban a llegar hasta que finalmente aparecio Peter, nuestro lider.
-Bien, bien- dijo alzando las manos en un intento porque lo escucharamos- Estamos aquí, es hoy. ¿Están listos? Sean corteses, no se alejen del grupo
Mi grupo de voluntariado consistía en ayudar a los grupos mas vulnerables de mi ciudad, eramos unos quince chicos la mayoria de mi edad, horneabamos galletas, leiamos libros o cantabamos en asilos de ancianos en un intento por mejorar y contribuir con la comunidad, pero la visita de hoy era diferente, no era un horfanato, no era un asilo ni un albergue de perros de la calle, hoy visitariamos el Instituo Mental Wallenfort. Sus paredes eran de color durazno bajo, mesas y sillas por todos lados, la enfermera nos condujo hacia una sala de estar, un intenso aroma a limpia piso de limón invadía el lugar.
-Conseguí que estuvieras en el ala de pacientes no peligrosas, sólo mujeres- le dijo la enfermera a Peter
-¿No peligrosas?-susurró Alan -¿Alguna de estas mujeres puede matarme con un arma?
-Shh- le dije
-Bien equipo- dijo Peter- Hay varias pacientes aquí en su rato libre pueden acercarse con cautela ofrecerles galletas y charlar ¡A trabajar!
Mi grupo enseguida se entretuvo con un grupo de mujeres que jugaban a las cartas y aceptaron amablemente las galletas, habian sillones color bordo por la sala y muchas plantas de interior con piedras decorativas blancas en su base en un intento,quizás, por darle vida al lugar. Boe no habia asistido con el grupo y de verdad, esperaba que no fuera por mi a pesar de todo era una buena chica y no queria que se perdiera de disfrutar las actividades del voluntariado.
Caminé hacia un rincón con un librero viejo y comencé a leer los titulos, cuando llegué a un libro que no tenia titulo y lo saque por curiosidad, pero, unas manos me detuvieron una chica tomo el libro de mis manos y se lo llevó contra su pecho como una niña pequeña cuando le roban un juguete
-Oh perdona- dije mirandola- No sabía que era tuyo
-Esta bien- dijo ella moviendo la mano y retrocediendo. Se sento en el sillon y abrió su libro, era de cabello castaño y tez blanca llevaba unos pantalones anchos y pantuflas rosadas y encima de todo una bata larga.
-Soy Oliver- dije acercandome- Mi grupo y yo somos voluntarios hemos venido a visitarlas ¿Quieres galletas? Son de chispas de chocolate
La chica recibió mis galletas y las puso a su lado, abrió su libro y me ignoró por completo, al observarla bien note que podria tener mi edad y entonces podria entablar una conversacion sobre algo que sea de interés de ambos y así poder hablar.
-¿Te gusta leer?- dije sentandome en frente- Hay varios libros buenos en ese librero- pero ella continuaba mirando su libro concentrada- Me... Me gustan varias novelas sobre todo las de Nicholas Sparks
Ella levantó la mirada, por fin habia logrado su atención-¿Te estoy molestando?- le pregunté algo nervioso- Puedo irme con el resto del grupo, solo que me aburren un poco jugar a las cartas prefiero los juegos de mesa como La Oca, Jumanji
-Monopolio- dijo ella cerrando su libro
-Si monopolio, hace mucho tiempo que no lo juego, solía jugarlo con mi madre pero estoy muy atareado con la escuela, las tareas y lo del voluntariado
-Deberías jugar- dijo ella sin mirarme a los ojos- Debes aprovechar tu tiempo al máximo con las personas que amas
-Tienes razón eso hare, gracias ¿Cómo te llamas?
-Querida- dijo una enfermera acercandose a ella- Tienes control con el doctor
-Fue un gusto conocerte- dije al ver que la enfermera se la llevaba, no sabia su nombre pero ella me sonrío como si le hubiera agradado y llevaba con ella las galletas que le habia dado, solo me dejó con el dilema de saber cuál era su nombre...

El Dilema de OliverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora