Capitulo 22

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Remolino

Paso una semana en la que Alan estuvo al pendiente de su madre ayudándola a que regrese sus cosas de nuevo a la mansión y en la que no teníamos ninguna nueva pista sobre la búsqueda del DJ, eso me frustraba mucho por qué sentía que de alguna manera le estaba fallando a Sam al no poder romper el hermetismo que había con James y Carlos.
-Vamos no te culpes- Gabin estaba sentado en mí cama mientras comía una pera -Si hubieras seguido con ellos serías un maniático adicto a las pastillas
-Si lo sé, lo intentamos pero me queda el sabor a poco, a qué estábamos tan cerca y pronto se vienen las elecciones y James va a dejar de hacer las fiestas al menos hasta que la campaña termine.
-Sera cuestión de esperar ¿No crees?
-Hablando de esperar ¿Qué pasa con Vicky?
-Pues hemos salido a caminar, a tomar helados y hemos salido a comer unas hamburguesas por supuesto no tan ricas como las que preparo yo, pero simplemente no me animo a decirle lo que me pasa
-¿Si no vas por todo a que vas?
-¿Eso es un refrán?
-Si lo cite bien seguramente no- dije riendo al mismo tiempo que el.
Reímos por un momento pero ese momento fue interrumpido por mí teléfono era Sam al teléfono su voz estaba entrecortada.
-Dios Oliver- me dijo cuando contesté su llamada- Me ha llamado un oficial de policía, al parecer el padre de Alan volvió a golpear salvajemente a Milly. Oliver se escuchaban las sirenas de las ambulancias algo anda muy mal no han querido decirme nada más por teléfono estoy conduciendo creo que llegaré a la mansión en unos minutos ¡Date prisa!
Gabin y yo nos subimos a mí auto mientras yo conducía él intentaba llamar a Alan pero no contestaba, es decir si habían golpeado salvajemente a su madre no esperábamos que tuviera a mano su celular.
-Alan dijo que esto pasaría que su padre volvería a golpearla, debe estar destrozado.
-Por favor conduce con cuidado- dijo Gabin al verme tan alterado, necesitamos llegar bien para poder ayudar a nuestro amigo. Victoria ya sabe está en camino.
Las manos me transpiraban al llegar a una cuadra la policía tenía cercada la zona, habían ambulancias y hasta el camión de los bomberos algunos vecinos ansiosos habían salido a ver qué era lo que pasaba.
-Bajate- le ordene a Gabin- Buscaré donde estacionar el auto
Gabin bajo del auto y corrió hacía la mansión, los policías querían que me desviara no querían escucharme, no era una persona extraña a la familia de pronto una oleada de calor me invadió el cuerpo, deje el auto a mitad de calle y empecé a correr en dirección a la mansión esquivando los brazos de los policías que intentaban detenerme, al llegar a la esquina vi a Sam correr al igual que yo en dirección a la casa: algo malo había pasado con Milly así que continúe corriendo a pesar de que sentía que me faltaba el aire, unos policías intentaron detenerme pero esquivaba sus brazos con gran facilidad ante la descarga de adrenalina que recorría mí cuerpo llegue hasta el garaje de los Brown Parker y Sam me abrazo
-¿Sabes algo? ¿Que ha pasado?- me preguntó
- No se nada. Pero no tengo buen presentimiento
Gabin salió de la mansión su rostro había cambiado por completo tenía los ojos rojos y se acercó a nosotros acompañado de un oficial de policía.
-¿Que paso Gabin?- le pregunto Sam- ¿Donde esta Milly?
-Chicos- dijo Gabin llorando- Es Alan
-¿Su padre lo golpeó? ¿Donde está Alan? ¡Gabin habla de una vez!- dije gritándole
-Alan se suicidó. Se ahorcó en el despacho de su padre.

El Dilema de OliverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora