Capítulo II

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No llegaste, y no llegarás.

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El aroma de los pasteles recién salidos del horno, se encontraba por todo el restaurante de fideos, ese día Pucca había pedido unos pasteles para celebrar con Garu su aniversario de la primera vez que lo besó.

Aquel día ellos tenían 13 años, habían pasado 5 años desde aquel entonces. Su primer beso fue una tarde, en el colegio donde asistían, claro, no fue el primer día que se conocieron... sino que todo comenzó unos días antes.

Flashback

—Que peinado más patético— Se burlo la peli azul, mientras se pintaba sus labios con un labial rojizo. Unas chicas la comenzaron a empujar contra la pared, y ella cayendo al suelo comenzó a llorar de forma desesperada intentando regresar las lágrimas a sus negros ojos, pero era imposible su cara estaba llena de aquellas.

—¿qué? ¿La coletitas va a llorar?

Todas rieron. La respiración de la pelinegra se encontraba apresurada, y con moretones en la cara se encontra allí tirada en aquel suelo frío, sin posibilidad de levantarse, golpearlas, o simplemente irse de allí, ya eestaba acostumbraba a este mal trato que recibia cada dia.

Pucca con la cabeza observando el piso se encontraba jugando con sus dedos de forma nerviosa esperando los golpes de aquellas chicas que usualmente les daban, sus ojos contenían lágrimas, que estaban apunto de salir disparadas cómo mares alocados.

Un dolor en el pecho la invadía ¿Cuanto más ella tendría que aguantar esos abusos, psicológicos y físicos por parte de ellas?

Ella jamás les hizo nada, nunca fue mala... ¿por qué?

—Por favor...— musito nerviosa sin poder formular una oración. Ella jamás les hizo algo, al contrario siempre fue dulce con todos, inclusive con ellas. Nunca fue una chica problematica, mucho menos una persona que humilla al resto.

De pronto, el sonido de unos zapatos acercandose alertaron a las chicas.

—¿Que les ocurre? Pregunto un chico con cabello café y alborotado junto a un chico de cabello negro, con coletas que posaba su mirada en ella, —¿¡acaso quieren una paliza?! Yo no golpeo mujeres, pero esta tendría que ser una excepción— exclamó mientras rompía la camisa de su uniforme, con un grito cómico.

La mirada profunda posada en la pelinegra del chico de coletas la envolvio totalmente, esos ojos negros como la noche, esa mirada seria pero con notable sentimiento, llamo la atención de la chica.

Ambos se encontraban mirándose el uno al otro, ambos compartiendo una mirada profunda, la chica con los ojos brillosos, y él observando sus ojos oscuros con lágrimas, un nudo en su garganta se apoderó de él, y continuó su mirada en ella, observando sus profundos ojos negros, sus miradas se conectaban de la mejor forma posible.

El tiempo para ellos se frenó, solo se encontraban mirándose el uno al otro, sin saber que pensaban, ni mucho menos quienes eran pero ese sentimiento en su corazoncito era obvio que ambos lo poseían.

—¿Garu? ¡Ven ayúdame a darles una paliza!

El joven pestañeo dos veces y se volteó a mirar a su amigo.

Love-Pucca Y GaruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora