Capítulo Ⅶ

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La tarde en la que Garu y Pucca se conocierón

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La tarde en la que Garu y Pucca se conocierón..

Garu había tenido un mal sabor de boca desde que defendió a Pucca, aunque suene raro, él se sentía un poco preocupado por la seguridad de la chica. Parecía bastante débil, no se supo defender ante los maltratos del grupo de chicas; que la verdad ni tan fuerte eran.

Se mantuvo pensando bastante tiempo sobre que podría hacer para enseñarle un poco de que tuviera más personalidad fría, quizás no tanto como la de él ya que se notaba que ella por naturaleza esta llena de amor.

No podría lastimar siquiera a una mosca, seria difícil enseñarle a defenderse de la debida forma. Pero claro, si ella no quiere él no puede hacer nada para impedirlo.

Luego de conocerle, se despidieron al sonar el timbre; Abyo paso todo el camino al salón charlando sobre lo increíble que se vio defendiendo a semejante chica, que la verdad era bastante dulce.

-¡Me debí haber visto cómo un héroe! Tengo músculos en los músculos.- Dijo orgulloso de sus atributos.

Mientras Garu, que si, siempre ha sido bastante más de pensar que de hablar. Se mantenía pensando sobre que podría hacer.

—¿Estas bien Garu?— Le pregunto su amigo, —Pareces muy pensativo, más de lo que eres,—Garu solo se volteo confundiendo a su amigo.

ACTUALIDAD

Pucca caminaba velozmente hacia el restaurante; sus tíos le habían llamado hace un poco rato.

—¿Y tú quien eres chica?— Le dijo un hombre que no parecía ser de allí, —Chica, esas moñetas que te llevas en la cabeza son cómo tomates,—se mufó.

—Ah?- Movió su cabeza a un lado.

—¡Pucca!— Le llamo Ching, —Este tipo es demasiado raro; me ha estado diciendo niñita rara por llevar trenzas. ¿Lo conoces?

Pucca negó.

—Menos yo; sólo sé que vive en esa casa,—Señala a una casa de dos pisos color rosado.

—¡Eh! Chica, estas diciendo mi dirección al frente de todo; tengo privacidad que tienes que respetar- Dice mientras la señala con receló.

—¡Usted respete mi cabello!— Pucca no comprendía que ocurría, asique decidió continuar yendo a donde sus tíos. Pero ese señor le detuvo.

—Mire niña tomate. Mi nieto y yo abrimos un restaurante, asique espero que ustedes con su restaurante de fideos instantáneos no nos hagan competencia.- Amenaza no muy disimuladamente.

De repente un chico con cabello rubio y un mechón de cabello violeta entra en acción y toma del brazo al señor.

—¡Abuelo!...¡Hola! Lamento este percance, es mi abuelo y es un poco cascarrabias.-Se disculpa apenado.

—Pues no te preocupes, sólo tú abuelo es muy, muy... repito, MUY mal educado.— arremete cruzándose de brazos Ching.

—Lamento eso de igual forma.— Se disculpa nuevamente ahora riendo un poco. Mira a Pucca y sonríe tiernamente, —Un gusto, Soy Li-Chang, soy nuevo en Sooga. Lamento que mi abuelo te haya llamado tomate... eres muy linda, asique lamento si comentario,— se disculpa y estrecha la mano con Pucca quien lo miraba con los ojos brillosos.

Él esperaba respuesta y la mira extrañado.

—Ah! ella no habla, esta haciendo un voto de silencio junto a...— Estaba apunto de nombrar a Garu, cuando Pucca puso su mano en la boca de Ching, acallándola.

—Oh, entiendo. Me comentaron que acá son muy de hacer votos de silencios y ser ninjas.— comenta algo humorístico. —Bueno, nos vamos. Un gusto...?-

—Pucca, y Ching.

—Pucca y Ching, un gusto.-—Se aleja yendo a su casa, y regañando a su abuelo que parecía estar algo enfadado.

Pucca estaba bastante sorprendida por aquella dulzura en él, sí, de nuevo vamos a meter a Garu en la conversación, pero si, en Garu no era muy recurrente, era frio y no parecía ser dulce ni con el animal más tierno del mundo.

A diferencia de este muchacho, que parecía ser dulce por naturaleza. Pucca, aunque no quería estar más apegada o tener algo que ver con Garu si ella no soltaba el voto de silencio siempre tendría que tener algo que ver con él. Después de todo, el voto era de él, no de ella.

Por lo que Pucca comienza a tener una discusión consigo misma, saben, ella ama a Garu, pero ahora al ver amabilidad en otro chico, se da cuenta que Garu es distante por qué quiere.

Lo que menos le tomo atención y a lo que le debio tomar más, es a lo del nuevo restaurante. No siempre hay una competencia entre restaurantes en Sooga, pero pareciese que aquel anciano quería una buena riña.

Sus ojos azules parecían ser más del sur de Sooga, un poco entre Yukuli, una ciudad llena de personas bastante competitivas, donde el arte ninja es considerado un juego y la coctelería es muy bien vista. No tanto como la gastronomía.

Así que, no es muy anormal que hayan venido a Sooga, donde la gastronomía es mucho más recompensada.

***

Hiii, lamento el atraso a los capítulos. Bueno, este chico es un nuevo ciudadano de Sooga! Bastante buen muchacho parecería, pero bueno... no hay que juzgar a un libro, por su portada. No?

Love-Pucca Y GaruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora