Capítulo III

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Pucca se encontraba en su cuarto encerrada llorando a mares.

—Pucca...debes salir de tu habitación Ching te ha estado buscando— Habló Dumpling.

No había respuesta de la pelinegra.

—¿Que esperas? Si Pucca no habla obvio no nos responderá.— Rodo los ojos Ho, —Pucca te hemos preparado unos fideos ya-yang con lo que te gusta, anda ven a comer.

—Dejemosla mejor— sugirió linguini. Los tíos se fueron de allí, dejando sola a la pelinegra que se encontraba recostada en su cama, cubrida con unas frazadas.

No puedo quedarme aquí llorando, si Garu no fue ha de tener una razón... al menos una,—se trata de convencer de el comportamiento de su chico, así lo ha hecho siempre, desde que lo conoció... trataba de buscar respuestas al comportamiento de su chico.

Pero en ella, en lo profundo de su corazón, no lo entendía completamente, y sabia, que estaba tapando el sol con un dedo.

Tan pronto como pudo, se levantó de su cama y salió por su ventana para ir a la cabaña de Garu, ya que si bajaba al primer piso, sus tíos le negarían ir a verle.

[EN LA CABAÑA DE GARU]

El joven Garu se encontraba entrenando como rutinariamente en su jardín, hasta que escuchó los pasos de Pucca acercarse, por instituto la observo por el rabillo del ojo.

Acaso no se cansa de venir a molestarme siempre?

—¡Oh! Ahí estás Garu

Se acercó delicadamente y lo observo durante un rato, esperaba respuesta o algo que explicase porque faltó a ese picnic. Esperaba que él le dijese algo cómo, "Pucca.. lamento no pude ir", en lenguaje e señas o algo...

—¿Por qué me mira tanto?

Garu frunció el ceño y miro a Pucca confuso. La pelinegra al notar que él no daba señal de que quería explicar porque faltó, y solo expresaba confusión comprendió que ni siquiera sabia para lo que ella venía. Solo se volteo y se fue cabiz baja con pena en sus ojos.

Pensó en ir a preguntarle directamente porque no fue pero... quería que su novio le explicase el porque y la tranquilizase, tal y como los novios hacen en las películas, donde van donde la chica y les explican el porque de su comportamiento.

Garu solo suspira algo ya relajado, Pucca no estaba cerca... aunque si estaba algo confundido, ¿Qué le habrá pasado? Sólo se paro a su costado y le observo, esperando algo... pero... ¿el qué?

—¡el picnic!

Dejo de entrenar de frenó y se quedo pensando un rato ¿eso es lo que le venía a decir Pucca? ¿Qué porqué había faltado a ese patético picnic?, si fuera un picnic normal Garu lo evitaría y ignoraría, pero él sabía que era su aniversario.

Se cumplieron ya años desde que besé a Pucca,—frunció el ceño —Que desagrado, haberla besado me encadenó a que ella me siguiese siempre—

Continuó su entrenamiento con la mente en otra parte, pensando y recordando que quizá si no le hubiera besado no tendría un "compromiso" con ella, él veía a Pucca como un problema, una carga... aunque la quisiese, a veces se hartaba de ella y de su comportamiento "infantil" o "aniñado."

«¿Por qué ella es así, y no más madura?» Se preguntaba, cada golpe que daba a un árbol que tenia para entrar, sentía que le clavaban los dientes las hormigas. 

—¿Debería disculparme?

Así se mantuvo pensando durante unas horas, pensando y pensando... él meditaba mucho antes de hacer algo, y no quería ir a disculparse, pero algo dentro de si, le repetía que lo hiciera. Hasta que el sol se comenzó a ocultar, dejando un viento frío por toda Sooga.

—Me iré a disculpar...

Aunque sabía que Pucca era, agobiante y intensa de una forma u otra sentía lástima y pena, por haberla dejado esperando el día anterior allí en el campo, lo más probable es que se hubiera puesto a llorar y eso destruía el corazón del joven Garu, verla llorar era su debilidad desde la vez que se conocieron.

[Plaza de Sooga]

Pucca se encontraba entregando unos platillos por las mesas que se encontraban frente a un escenario, en la plaza de Sooga. Un evento tan importante como la llegada de San Valentín era algo que llamaba la atención de los ciudadanos de Sooga.

—¡Pucca! ¿Por qué tienes una nube con lluvia encima tuyo?— preguntó Santa, las nubes era una metáfora de ¿Por qué estás triste?

Pucca lo observo y estaba apunto de formular una frase, pero se detuvo. Levanto los hombros y continuo entregando indiferente los platillos.

—Pucca me preocupa

—Lo sé Santa pero no se puede hacer más, ella sabe perfectamente que Garu no es un romántico que digamos mencionó Soso.


Hiii.

Me dan ganas de mandarle una patada sónica A Garu, pero bueno... soy la escritora JUAJAUA.

Love-Pucca Y GaruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora