Capítulo ⅩⅩⅠ

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Cuando no hay más por hacer.

El joven ninja, Garu Samada se acercaba a la ventana con una media sonrisa, la abre delicadamente y logra ver a la joven de coletas recostada cubierta con una manta roja. Entra al dormitorio y cae al suelo sin hacer ruido para que la joven Pucca no se despierte y se asuste, es decir, no es muy normal entrar por la ventana a lo Crépusculo.

—. Oh, Pucca... — habla bajo, —, sé que no fuimos lo mejor, y que hemos tenido demasiados errores... pero, aún así, y pesé a que nos equivocamos, aún así te sigo queriendo. Ahora que me debo ir, por no se cuánto tiempo, siento que te estoy fallando de nuevo... Pero, está vez debo priorizarme Pucca.

Se sincera para luego suspirar hondo.

—No sé como se siente tu corazón, pero espero que no me odies, porque yo no te odió, yo te amo con toda mi alma Te amo de aquí a las estrellas, aunque no lo demuestre. Lo siento por todo, por no ser lo suficientemente bueno, nos vemos pronto, Pucca.— dice para luego limitarse a unas lágrimas y saltar por la ventana, no sin antes verla por última vez.

Aquel chico con una pequeña sonrisa agita su mano en señal de despedida para luego perderse entre la noche y las estrellas de lo que alguna vez fueron contadas por ambos.

Al otro día.

La pequeña Pucca despierta en su cama, y se toma por inercia su mejilla, sintió en la madrugada un beso como de un ángel, creyó que era un sueño pero aún siente su calor revoloteando.

Sonrió levemente mientras estira sus brazos para comernzar el largo día, voltea su cabeza y logra ver a la distancia el peluche de Garu un poco nostálgica.

—Garu me habrá dicho la verdad?— se pregunta mientras lo continua mirando fijamente con un poco de culpa. Se levanta de su cama y lo toma para revisarlo, si por este peluche Li la espiaba o algo parecido, debe tener algo por la parte trasera.

Garu ayer tomo aquel peluche, hasta soñó con aquel. Aunque ayer no dijo palabra sobre el tema y le dijo a Garu que se fuese, aún sentía esa curiosidad e incertidumbre.

Aún sentía ella un poco de culpa por haberle tratado así, ella y no le creía a Garu, hasta el día de hoy las palabras que le ha dicho últimamente tampoco las logra creer, supone que Garu miente como lo ha hecho toda su vida.

¿Cuantas veces le mintió que estaba enfermo para no acompañarla? ¿Cuántas veces dijo al publico que no estaba en una relación? ahora no le puede tomar enserio, es como creerle a un alcohólico que en su vida ha tomado.

Pero aún así, muy en el fondo sentia que Garu no le metnia, que estaba equivocada y que él no era asi, que pese a todo aún le querria, pero trataba de ocultarlo, esa Pucca ingenua le había causado tantos problemas que preferiria que se quedara en lo profundo de su alma.

Por la parte trasera logro notar una grabadora, sabia que era una ya que la vió en la tienda de celulares la otra vez. Confundida cubre su boca con su mano aún sin creerla, da vuelta el peluche y ve sus ojos, se acerca aún más para ver bien.

En la nariz de Garu, por la parte de aentro se lograba ver un pequeño destello rojo imperceptible de lejos, pero de pronto se apago. Asustada Pucca lo lanza lejos mientras suelta un chillido nervoiosa.

Que clase de animal y enfermo mental tenia que ser alguien para hacer eso, no podía asegurar que fue Li Chang, ya que el peluche fue enviado el día de San Valentín de aquel año, aún no le conocía, pero si Garu ya había acertado en que le espiaban, ¿por qué no que Li Chang era el culpable?

Love-Pucca Y GaruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora