Iván
Subo rápidamente los escalones del edificio, mi corazón latiendo aceleradamente, mi piel mojada por la lluvia, el sudor y los nervios.
—Iván.
Mierda, casi llego adentro. Pero Pol está sentado en la oscuridad sigilosamente en una de las mecedoras del porche delantero. Probablemente está en el puesto de vigilancia, revisando que no haya adolescentes escabulléndose. En cambio me encontró a mí escabulléndome dentro. Y con el sonido de su voz siento tanto terror como un niño escapado.
Tambaleándome, me detengo antes de llegar a la puerta.
—Hey —digo, tratando de sonar normal. Al menos está oscuro. No confío en mi rostro ahora mismo.
—¿Tienes un minuto?
¿Lo tengo? Lo que necesito es estar solo unas cuantas horas para golpear mi cabeza contra la pared. Para tratar de entender qué acaba de pasar en la tierra verde del señor. Pero Pol es como un segundo padre para mí, y ser grosero con él es algo que no puedo hacer.
No respondo pero me siento en la mecedora junto a él. Mis manos están temblando tanto que las pongo en los brazos de la silla. Doy un par de respiraciones lentas para ayudarme a calmar.
Al otro lado de la vía, el lago es un oscuro vacío. Las luces de los restaurantes de Lake Placid brillan en el neblinoso aire nocturno. Todo se ve tan calmado y ordinario. El mundo tendría más sentido para mí si los edificios comenzaran a caer en el lago o las tiendas estuvieran en llamas. Pero lo único estremeciéndose soy yo.
—¿Estás bien, hijo?
—Sí —digo entre dientes, mi voz como una motosierra—. Quedé atrapado en la lluvia.
—Puedo verlo. —Se queda en silencio por un momento—. Sólo quería preguntarte cómo está Carrera. ¿Crees que la primera semana estuvo bien para él?
La sola mención de su nombre hace que mis tripas se tensen.
Bueno, Pat, acabo de lanzármele. Nos besamos como estrellas porno contra un lado de un bar. Luego me alejó. Y no tengo idea de qué significa eso.
—Él está, uh, bien —tartamudeo. Ni siquiera recuerdo lo que preguntó.
—Si tiene problemas en el mundo real, espero que me lo digas. No lo despediré, simplemente le conseguiré ayuda.
Me compongo y trato de concentrarme en la conversación.
—Ser entrenador requiere práctica.
Pol sonríe.
—Eso es muy diplomático de tu parte. Ser entrenador requiere práctica, sí, pero no todo el mundo es uno natural como lo eres tú.
—Gracias. —El cumplido es inesperado.
—Y creo que los chicos sacarán mucho de su tiempo con Rodrigo, no lo habría contratado si no estuviera seguro de eso. —La silla de Pol rechina mientras la mece suavemente—. Me sorprendió, sin embargo, recibir esa llamada suya. Fue un par de horas después de la victoria de Frozen Four. Había visto el juego, hace mi año cada vez que tengo la oportunidad de verlos en televisión. Pero es gracioso, cuando vi quien llamaba. —Él se ríe para sí mismo— . Ese no es el estilo de Rodrigo, así que no sé por qué esperaba escuchar eso. Pero sí, cuando dijo, "estoy llamando por el trabajo que me ofreces cada año", estuve bastante sorprendido.
Yo también. De hecho, muchas cosas sobre esta información me sorprenden.
—¿Lo has estado reclutando todos estos años?
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him; rodrivan
FanfictionNo jugaban en el mismo equipo. ¿O lo hacían? Ivan Buhajeruk nunca había sido capaz de entender cómo perdió a su mejor amigo. Hace cuatro años, su tatuado, increíblemente sabio, rompe reglas compañero de habitación le retiró la palabra sin ninguna ex...