Rodrigo
Espero en la cama, rezando extrañamente por Iván. Es posiblemente la persona más despreocupada que he conocido jamás. Amo eso de él. Pero lo hace vulnerable. La gente
puede ser una mierda sobre cosas más insignificantes que su hermano teniendo una relación homosexual. Si alguien le ha dicho algo desagradable a Iván en esa página de Facebook, probablemente golpearé algo.Aunque no regresa. Y luego escucho un gemido desde el salón.
Eso hace que me levante y corra por el apartamento. Encuentro a Iván sentado en el borde del sofá condón, con el rostro entre las manos.
Se me revuelve el estómago. No quiero eso para Iván. Me llevó cuatro años reponerme de la reacción de mis padres ante mi salida del armario. Demonios, probablemente aún no lo he superado.
Me ofrece su teléfono y lo tomo con una mano temblorosa.
Su publicación es puramente Iván:
Hola a todos. Me siento como un canalla haciendo esto por Facebook, pero no puedo ponerme en contacto con todos para mañana. De todas formas, van a hablar sobre mí el domingo. Y en caso de que piensen que me han pirateado la cuenta, no fue así. Como prueba confesaré que fui yo el que rompió el ángel del árbol de Navidad de mamá cuando tenía siete años. Murió por una pelota de béisbol, pero juro que no sufrió.
En fin, tengo que ponerlos al corriente de unos cuantos acontecimientos. He tomado un trabajo como entrenador en Toronto y he rechazado mi puesto en Detroit. Este parece el movimiento correcto para mi trayectoria profesional, pero hay algo más. Estoy viviendo con mi novio —no es una errata—. Se llama Rodrigo y nos conocimos en Lake Placid hace unos nueve años.
En caso de que carezcan de un tema sobre el que hablar en la cena, he arreglado ese problema. Los amos a todos.
Iván
Bajo la publicación hay una selfie que nos tomamos ayer. Estamos en nuestra nueva cocina y los comestibles que acabábamos de comprar están desparramados alrededor. Iván se está burlando de mí por mis hábitos de compra y yo le estaba diciendo alguna mierda. No recuerdo qué. Pero habíamos inclinado nuestras cabezas juntas y le estoy poniendo los cuernos. Simplemente parecemos jodidamente felices, prácticamente no me reconozco.
Me desplazo hacia abajo, a los comentarios y se me revuelve el estómago con miedo.
Joe: ODM. Jamester, ¿en serio? No acabas de confesar que sales con un fan de los Polriot. Eso es un pecado, hermanito. Temo por tu alma inmortal.
Miro la fotografía y es bastante claro que llevo puesto mi camiseta de la Victoria de laSuper Bowl del 2015. Ups.
Tammy: ¡Joe, mierda! No le escuches Iván. Tu novio es caliente. Y Jess me debe veinte dólares.
Brady: Voy a tener que ponerme de parte de Joe en esto. ¿Qué si en Acción de Gracias se menciona el fútbol? ¡Si tu novio quiere hablar de pelotas va a ser raro!
Joe: *Chócala Brady*
Jess: ¡No te debo veinte dólares! Dijiste que estaba abatido por una CHICA.
Tammy: Dije una "relación".
Jess: *cof* *cof* *una mierda*
Sñra Iván: ¡Jess, lenguaje! Iván, cariño, ¿cuándo vas a traer a tu novio a la comida del domingo?
¿Y eso de la parte de atrás son Doritos? ¿Hay Whole Foods en Canadá? Voy a mirar en su página web y mandarte la dirección.
Sñra Iván: Y gracias por contarme lo del ángel. Aunque, sabía que fuiste tú, cielo. Nunca has sido buen mentiroso.

ESTÁS LEYENDO
him; rodrivan
FanfictionNo jugaban en el mismo equipo. ¿O lo hacían? Ivan Buhajeruk nunca había sido capaz de entender cómo perdió a su mejor amigo. Hace cuatro años, su tatuado, increíblemente sabio, rompe reglas compañero de habitación le retiró la palabra sin ninguna ex...