Alfa de sangre (Wenclair)

1

Enid se encontraba caminando a paso rápido junto a dedos por el bosque, se sentía mareada, preocupada y cansada, notaba como la adrenalina iba dejando su cuerpo dando paso a un inmenso dolor que le hacía cada vez más difícil mantenerse en pie pero no le importaba, tenía que llegar a nevermore.

Su mente estaba ocupada rezandole a la luna para encontrar a su roomie a salvo en la escuela, ella esperaba llegar y ver el semblante serio y frío de la Addams, aunque debía admitir que le hacía ilusion imaginarla alegre por su llegada.

Su loba estaba realmente preocupada, nunca había sentido algo así, después de enlobarse la empezó a percibir más fuerte, llegando a sentirse controlada por ella, en este momento estaba siendo controlada, su loba quería a Wednesday y estaba llendo a ella.

Divisó un grupo enorme de personas y de entre ellos vió salir a su novio, Ajax, se acercaba preocupado, el era un buen novio, debería estar feliz por su preocupación, por eso se sorprendió al sentirse decepcionada y un poco molesta por no ser Wednesday quién llegaba preocupada y le rodeaba los hombro con su brazo de manera protectora.

"Tonta Enid, ella nunca haría algo como eso", se regañó mentalmente.

caminaron un poco a través de la multitud y derrepente se halló en el centro de esta, rodeada por las miradas cargadas en preocupación de las personas que se encontraban ahí, buscó con la mirada a Wednesday, no podía encontrarla y no sentía su olor por ningún lado, se estaba desesperando.

-¿dónde está Wednesday?-. Dijo viendo como todos la miraban con tristeza, sintió una opresión en el pecho que le impedía seguir respirando con normalidad, el nudo ficticio que se formó en su garganta le hacía difícil tragar saliva y las lágrimas empezando a formarse en sus ojos le nublaban la vista, en su pecho su loba se hacía chiquita por la tristeza, se sentía destrozada ante la posibilidad de perder a la pelinegra y como si de una señal de la luna se tratara, el aroma de Wednesday la invadió, ese aroma a libro nuevo, rosas marchitas y café. Miró hacía la dirección que emanaba ese aroma y pudo verla, era ella, sú Wednesday, sintió que volvía a respirar y sin pensarlo corrió hasta ella, no le importó el dolor de su cuerpo, necesitaba sentirla, saber que realmente estaba viva, necesitaba abrazarla y lo hizo, Wednesday la apartó, la sorpresa en sus ojos era notoria pero el alivio y alegría que sintió al ver el rostro de Enid pasó desapercibido para todos.

Enid sintió su corazoncito doler al ser apartada, ¿qué esperaba? después de todo Wednesday odia el contacto físico. Sintió inmensa sorpresa y alegría cuando su roomie la acercó por voluntad propia abrazandola nuevamente.

Wednesday estaba agradecida de ver a Enid viva, la idea de no volver a verla la hacía sentir como si una aplanadora le pasara sobre el corazón y contrario a lo que esperaba no le agradó para nada esa sensación, las arañas y los murciélagos aparecieron nuevamente en su estómago, tal como aparecían desde el día en que compitieron por la copa poe, no pudo evitar cerrar los ojos deseando que ese momento durara para siempre, lamentablemente tuvieron que separarse para ir a su cuarto, todos estaban agotados, solo querían bañarse y acostarse de una vez.

✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿

Enid no logró descansar en la noche, estaba en su cama sudada y con unas ganas horribles de llorar, había tenido una pesadilla, fue tan real la forma en que el hyde destrozaba a Wednesday segundos antes de que ella pudiera frenarlo que le hizo sentir un vacio en el pecho, la desesperación y el dolor era tan fuerte que se sentía morir, esas emociones se mantenían en Enid aún después de despertar. Wednesday por su lado había escuchado el gimoteo de la rubia desde el inicio de la pesadilla, se debatía en si ir a consolarla o simplemente quedarse en su cama y fingir dormir, le dolía escucharla sufriendo pero ella no sabía que hacer en está clase de situaciones, al final decidió ir hasta la cama de la rubia, ahí estaba ella, hecha una bolita acurrucada entre sus sabanas, Wednesday pasó suavemente la mano por encima de las sabanas que tapaban a Enid tratando de no asustarla, la rubia se quedó quieta y callada por unos instantes, derrepente Wednesday sintió una mano rodeando una de sus muñecas y de un tirón se encontró junto con Enid debajo de las sabanas.