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Enid se encontraba de pié frente a la puerta de su cuarto, la piel le ardía horriblemente como si hubiera pasado todo el día bajo un intenso sol sin usar protector solar en ningún momento, la verdad era que la rubia sintió su piel arder desde que se separó de su novia, pero no había querido darle importancia, aunque no pudo seguir ignorando el ardor después de hablar con su padre, por lo que, con gran preocupación, salió desde la oficina de su padre casi corriendo hasta su habitación, estaba preocupada por su mate, sabía que a Wednesday le afectaba mucho más que a ella el estar lejos la una de la otra, lo cuál, la rubia atribuía a la mala costumbre que tenía la gótica de ocultar sus emociones en conjunto con ese maldito orgullo caracteristico de la Addams que le impedía ir en busca de ella cada vez que su cuerpo se lo pedía.

Del otro lado de la puerta se encontraba Wednesday vestida con su típico pijama largo de color negro, estaba sentada en la cama de la rubia mientras se abrazaba a sus propias piernas sintiendo un extraño deja vu por la situación que estaba viviendo, la chica se debatía mentalmente entre 2 de sus opciones, la primera era irse en ese preciso momento y la segunda y probablemente más correcta era irse en la madrugada para descansar un poco, se sentía herida y la sensación de pesadez en su cuerpo no ayudaba para nada, su cuerpo le pedía con desespero la cercanía de la rubia pero su mente y corazón se rehusaban a ceder ante el pedido, ya había sido rechazada y eso era suficiente para mantenerse firme ante la idea de no salir a buscarla.

La gótica estaba tan hundida en sus propios pensamientos y emociones que no fue capaz de notar como la silueta colorida de su novia entraba lentamente a la habitación.

Enid se acercó lentamente a su hermosa novia tratando de no alertarla, había notado que últimamente la gótica bajaba la guardia cuando estaba con ella, por lo que no era para nada dificil pasar desapercibida ante la gótica, al estar lo suficientemente cerca de ella sin pensarlo mucho se abalanzó sobre su pequeño cuerpo sintiendo como el ardor de su piel se calmaba inmediatamente al rodear con sus brazos a la pelinegra.

-Sueltame-. Dijo fríamente la gótica quedandose estática en su lugar.

-Willa, tienes fiebre, por favor deja que nos quedemos así un ratito más, solo un ratito, mientras hablamos-. El tonó de la lobizona era suplicante, no quería alejarse de su novia y no estaba dispuesta a hacerlo, a menos que la gótica se negara, claramente respetaría la decisión de su novia, nunca haría algo en contra de la su voluntad.

-Está bien, solo porque tengo fiebre, no te voy a rechazar porque no soy cómo tú-. Habló seriamente mientras soltaba un suspiro pesado, se mantuvo firme en su lugar mientras se obligaba a no devolverle el abrazo a su colorida novia y la miró expectante por la siguiente acción que realizaría la lobizona.

Enid dió un suspiro cansado, estaba molesta ante la actitud que Wednesday estaba teniendo con ella, pero no le reclamaría nada a la gótica, era consciente de que la chica estaba en todo su derecho de tratarla así.

-Willa, lo siento, no quise rechazarte de esa forma-.

-Pero lo hiciste-. la Addams se removió con molestia entre los brazos de la lobizona y Enid comprendiendo a su novia la soltó rápidamente alejandose un poco de ella para así darle el espacio que necesitaba, miró con diversión a la gótica al recibir un gruñido de molestia por su acción por lo que se acercó nuevamente hacia ella esta vez abrió sus piernas con cuidado acomodandose por detrás de Wednesday y con cuidado apoyó su mentón sobre el hombro de la chica.

-Willa, necesito que escuches y comprendas lo que diré, así que no me sigas interrumpiendo por favor, entiendo tú molestia y si quieres puedes seguir con tus comentarios filosos después de que termine mi explicación pero prometeme que no me vas a interrumpir, ¿lo prometes?-. dijo suavemente en el oido de su amada que ante tal acción no pudo evitar soltar un suspiro para contener el gemido que casi se escapa de sus labios.

-Lo prometo-.

Enid sonrió ante la respuesta de la pelinegra, se acomodó en la cama con delicadeza, sin poder resistir la tentación cuando su vista se posó sobre el cuello descubierto de la pelinegra, pasó con delicadeza sus dedos por la zona gruñendo inconscientemente al sentir la rugosa sensación de la costra que se había formado ahí, dejándose llevar por sus instintos pasó su lengua por la piel descubierta de la gótica como si haciendo eso pudiera borrar cualquier rastro que aquel lobizon pudo haber dejado en su mate, sonrió inmensamente al sintir a Wednesday estremecerse ante su acción y soltando una tierna risita habló.

-Perdón, no pude resistirlo-. La gótica solo asintió en contestación indicándole que todo estaba bien. -Ma chérie, siento con todo mi ser el haberte rechazado de forma tan grosera, no debí dejarte sola, es más, nisiquiera debí rechazarte porque lo más deseo es poder sellar nuestro lazo pero estaba preocupada, pensé que estabas muy abrumada por todo y tenía miedo de que tú decisión se viera afectada por eso, prometo no volver a dejarte sola nunca más, aunque no te marque nada malo te pasará, te protejeré de todo, no te sientas obligada, aunque no te marque yo seguiré a tú lado-. Enid pasó sus manos de forma protectora al rededor del torso de la gótica acercandola más ella dejando un sueve beso en su nuca.

Wednesday no tenía palabras para contestar así que se quedo en silencio mientras analizaba las palabras de su novia, se había apresurado con sus teorias y ahora pensando con tranquilidad no entendía cómo pudo pensar que Enid se sentía asqueada hacía ella, sabía que la lobizona era un ser sensible y se sentía estúpida por no considerar la idea de que su novia estuviera preocupada por ella a pesar de ser la opción más obvia.

Enid volvió a pasar su lengua por la nuca de su mate sacandola del trance en el que se encontraba, al notarla tensarse entre sus brazos inmediatamente se alejó, pero fue sorprendida por las manos de la gótica que se enredaban sus cabellos mientras volvía a acercarla hacia su cuello.

-sigue- ordenó la pelinegra mientras jalaba el cabello de Enid con la suficiente fuerza como para no hacerle daño, provocando así un jadeo por parte de la lobizona.

Alfa de sangre (Wenclair)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora