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Wednesday despertó sintiéndose viva, nunca le había pasado algo así, miró a la chica rubia que se encontraba acostada durmiendo plácidamente en su pecho, se veía tan apacible, tan hermosa, tan brillante, era increíble como Enid incluso durmiendo demostraba que era un sol, su sol.

La puerta fue golpeada despacio anunciando la entrada de alguien, dedos abrió la puerta y apareció dejando una bandeja llena con comida para que ambas chicas desayunaran, Wednesday le agradeció con un pequeño movimiento de cabeza, no quería hacer algún ruido que pudiera despertar a Enid, la mano le devolvió el gesto con una mini reverencia y salió del cuarto cerrando la puerta cuidadosamente para no despertar a la lobizona.

Wednesday se quedó acostada inmóvil por unos minutos mientras seguía apreciando la belleza de su futura novia, pudo notar que Enid estaba por despertar cuando la vio arrugar la nariz tiernamente para seguir con un estiramiento cuidadoso y así finalmente abrir con lentitud sus ojitos para encontrarse con el rostro de su amada. Al tener tan bella vista la lobizona se propuso encontrarse con esa imagen cada vez que abriera los ojos al despertar.

-Il mio sole si è finalmente risvegliato-. dijo Wednesday acariciando el rostro de la rubia pasando sus dedos sobre el relieve de las cicatrices de su pómulo.

-Willa tienes que enseñarme todos los idiomas que sabes, así entenderé lo que me dices y yo podré responderte de la misma forma-. dijo Enid acurrucandose en el pecho de Wednesday.

-Si así lo deseas, entonces lo haré-. Respondió la gótica acariciando el cabello rubio de la lobizona, lamentablemente el momento fue interrumpido por un gruñido proveniente del estómago de Enid.

-Cara mia el desayuno se encuentra al lado tuyo, come sin preocupaciones-. Wednesday se alejó un poco de la rubia mirando su rostro rojo por la vergüenza de ser descubierta por culpa de su estómago.

-Bien, entonces desayunemos-. Enid se levantó rápidamente a tomar la bandeja con alimento, la dejó en la cama entremedio de ambas, estaba tan avergonzada que no podía ver de forma directa el rostro de la pelinegra, así que comenzó a comer sin apartar la vista de la comida.

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-¡¿Y LO HICISTE SIN MI AUTORIZACIÓN?!, ¡TÚ MISMO DIJISTE QUE SON NUESTROS HIJOS MURRAY, NO PUEDES SIMPLEMENTE LLEVARLA AL AEROPUERTO Y MANDARLA A DONDE ELLA QUIERA!-. Esther estaba furiosa, al despertar fue inmediatamente a la habitación de Enid, necesitaba levantarla y llevarla a un encuentro con un joven alfa de la manada golden west pero resulta que su hija no se encontraba ahí, en cambio vió a su marido sentado en la cama de Enid esperandola para contarle lo que había sucedido durante la noche.

-Por favor Esther, tienes que comprender, es un riesgo alejar a nuestra cachorra de su mate, las podrías matar-. habló Murray tratando de apaciguar la situación, necesitaba mantenerse calmado.

-¡NO ME INTERESA MURRAY, ELLA PUEDE SOBREVIVIR SI TODAVÍA NO LA HA MARCADO, SI ESA RELACIÓN NO SE SELLA ELLA PUEDE CONTINUAR CON SU VIDA!-. Esther no iba a soportar que su hija se escapara por ahí con "su mate", no sabía quién era pero de seguro no estaba a la altura de lo que buscaba para Enid así que estaba decidida a juntar a su hija con alguno de los alfas más poderosos de las mejores manadas de la zona, esa cachorra no entendía la importancia de ser una lobizona de luna de sangre, pero ella se iba a encargar de hacerla entrar en razón.

-¡¿SU VIDA?!, ¡QUERRÁS DECIR LA VIDA QUE TÚ PLANEASTE PARA ELLA!-. Murray ya no podía contenerse, no podía entender como Esther podía estar tan empecinada con tener a Enid bajo su control.

-¡¿NO PUEDES ENTENDER QUE ES LO MEJOR PARA ELLA?!-. En los ojos de Esther se podía ver una furia incontrolable, sentía tanta rabia que sacó sus garras y soltó in zarpazo hacías su esposo, por suerte el alfa tenía buenos reflejos y logró esquivarla a tiempo antes de que le rasgara el rostro.

Murray estaba impresionado, sabía que las confrontaciones entre ellos eran comunes por ser ambos alfas, además, era consciente de que el temperamento de su esposa era una mierda y no ayudaba mucho a mantener un poco de paz, sabía que incluso provocaba más discusiones entre ellos, pero a pesar de todo, ellos nunca habían llegado a la confrontación física, resperaba a su esposa y creyó que ella también lo resperana a él.

El lobizon no sabía que hacer, se quedó ahí parado observando a Esther, sentía un vacio en el estómago y un dolor horrible en el corazón, no reconocía a su adorada esposa, a pesar de las peleas constantes entre ellos, Murray la amaba demasiado y creyó que era mutuo, pero al parecer no era así, probablemente ella solo se había casado con el para aprovechar su estatus como uno de los alfas más respetado entre las manadas de la zona.

-Lo mejor para hija es ser feliz con alguien que ame y que corresponda sus sentimientos, no permitiré que cometa el mismo error que yo-. Habló Murray dolido, miró de pies a cabeza a su esposa y salió de la habitación aguantando las lágrimas que se formaban en sus ojos, estaba decepcionado.

Esther se quedó parada mirando sus garras, no podía creer
que le había levantado la mano a Murray, se había dejado llevar por su orgullo, su maldito orgullo de alfa la iba a terminar destruyendo.

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Enid se encontraba con los ojos vendados siendo guiada por Wednesday a través de los alrededores de la mansión Addams, estaba vestida con ropa oscura que la pelinegra le había prestado ya que ella por la prisa no llevó nada consigo al momento de viajar.

La gótica le quitó la venda a Enid y esta pudo notar que se encontraba en un cementerio, podía ver las bellas lápidas rodeando una manta negra que tenía sobre ella un bello ramo de dalias rojas junto con una canasta de picnic negra.

-cara mia, estas dalias son para tí-. habló Wednesday agarrando el ramo de dalias para darselas a la lobizona, la rubia sintió su corazoncito cosquillear y le sonrió tiernamente a la gótica.

-Gracias mon chère-. Dijo Enid viendo como Wednesday abría los ojos con sorpresa ante ese apodo, la Addams no sabía que la impresionaba más, si el apodo cariñoso que la hizo verse reflejada en sus padres o recordar el sueño delirante que tuvo donde la rubia la llamaba con ese mismo apodo.

-Espero que no te moleste que te diga así Willa, escuché a tus padres llamarse con esos apodos y me gustó como sonaba, la idea de tener un romance como el de tus padres me parece hermosa-. Enid estaba un poco preocupada, era consciente de que lo que menos quería Wednesday era parecerse a sus padres.

-No te preocupes cara mia, solo debo corregirte algo, es ma chère para dirigirte a mí, yo soy tú querida-. La verdad a Wednesday ya no le parecía tan desagradable la idea de ser como sus padres, estando con Enid descubrió que por ella sería capaz de aceptar su destino, el destino horroroso de enamorarse como solo un Addams puede.

-Oh entiendo, lo corregiré-. Respondió Enid con emoción ante lo que había aprendido. -Cambiando de tema, Willa, debemos hablar sobre nosotras, yo necesito saber si estarías dispuesta a ser mi novia-. Dijo Enid sintiendo sus manos sudadas y su cuerpo tensarse al ver como Wednesday levantaba una de sus cejas demostrando su confunción.

-sole mio, pensé que ya estaba claro que lo somos-. Dijo la gótica sin entender porqué Enid pensaba que no eran novias, Wednesday había tomado como propuesta el viaje que la lobizona había realizado para verla y pensó que el dormir con ella era la confirmación para ser novias.

-Pero nunca lo hablamos-. Dijo Enid confundida, aunque no le extrañaba la respuesta de Wednesday, de cierta forma se sentía aliviada de que la gótica ya la viera como su novia.

-Las acciones dicen más que mil palabras-. contestó la pelinegra y ahí fue cuando Enid entendió a la Addams y comprendió que con una acción ya le había pedido ser su novia.

La lobizona sonrió tiernamente y se acercó a Wednesday dándole un tierno beso en los labios, la gótica se alejó un poco cortando el beso y Enid pudo ver un brillo de amor en sus ojos.

-Deberíamos continuar con nuestra cita-. Dijo Wednesday agarrando la canasta pa comenzar a sacar toda clase de alimentos extravantes.


Alfa de sangre (Wenclair)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora